Cuando las primeras casas del batey encienden las luces y dan señales de vida al amanecer, ya el central matancero Jesús Rabí lleva varias horas funcionando. Así ocurre en todos los ingenios del país.
Es tiempo de zafra, meses de mucha tensión, de trabajo continuado y apenas sin reposo. En el interior de la fábrica los operarios se ven concentrados en sus puestos, sin pronunciar una palabra en medio del ruido molesto y perenne de las máquinas.
La atmósfera es algo húmeda y el aire está enrarecido por los vapores melosos. Mientras unos siguen atentos el proceso de molida, otros inconvenientes reclaman la atención de los jefes de área.
Cumplir el compromiso productivo al pie de la letra es el desafío de directivos, técnicos y obreros. A muchos los sorprende el alba y la noche en el espacio fabril y en el corte y tiro de la caña.
Son los trabajadores azucareros, esa fuerza devenida tradición que este 24 de febrero irá orgullosa al referendo para suscribir la nueva Constitución, elaborada entre todos los cubanos.
Sobre sus brazos e inteligencia descansa la suerte de la caña de azúcar, que como símbolo yace en las raíces de la nacionalidad cubana y está fijada inclusive a las ideas libertarias.
LOS DEL URUGUAY
Tasman Mairs, un descendiente de jamaicano que de ingenio en ingenio ha caminado medio país y ahora se
desempeña como jefe de producción en el central Uruguay, cree que el referendo del próximo 24 de febrero será un paso trascendental para la vida política del país.
La gente podrá refrendar en las urnas la ley suprema que el mismo pueblo ayudó a escribir «dando sugerencias, aportando ideas para que la Constitución quedara más completa y se pareciera más a la sociedad que estamos construyendo», dijo tras reconocer que en la fábrica espirituana la consulta se ha venido «cocinando» desde que los trabajadores conocieron el proyecto y dieron sus criterios sobre la que luego sería la Carta Magna de la nación.
Con el mejor Rendimiento Potencial de la Caña (RPC) del país, un sobrecumplimiento del plan de azúcar que da tranquilidad al colectivo, favorables resultados en la generación eléctrica y en los indicadores que avalan la calidad del crudo, los trabajadores del central espirituano concuerdan en que el referendo para ratificar la Constitución aprobada en fecha reciente en el Parlamento, se encuentra asegurado.
«Puede que alguien no esté de acuerdo con algún artículo –considera Vladimir Rodríguez, el director de la unidad empresarial de base (UEB)– pero ahora vamos a votar por la Constitución en su conjunto, por los principios generales que regirán la vida nacional, los que asegurarán nuestro futuro y el de nuestros hijos».
Que cientos de trabajadores del Uruguay se crucen en la puerta del central todos los días a las siete de la mañana, justamente a la hora en que debe iniciarse la votación, no constituye un obstáculo para el ejercicio democrático ese día, según Vladimir Rodríguez, el timonel de esta nave desde hace unas cuantas zafras:
«Cuando hay votaciones, nosotros le pedimos al turno que sale que ese día permanezca una hora más en la industria para dar tiempo a que vote el que entra, pero la gente siempre ha votado temprano y además tenemos un colegio aquí mismo para las personas que viven en este barrio».
Con 26 años de edad y un título de ingeniero industrial, Daniel Rodríguez Borroto ha enfrentado cientos de problemas como jefe de turno integral en el Uruguay, se ha machucado los dedos y hasta el cerebro por tal de hacer caminar la industria, pero nunca antes había sido convocado a un referendo sobre la Constitución de su país, un paso que, según él, viene a redondear este proceso transparente que ha sido la actualización de la Carta Magna.
MUCHO QUE DEFENDER
Para nosotros será un día muy especial, tenemos motivos muy fuertes para aprobar esta Carta Magna, admite el joven ingeniero Eliecer Alfonso Paret, director del ingenio matancero Jesús Rabí, uno de los centrales con reputación de cumplidor. El sí por ese importante documento es al propio tiempo un deber y una obligación moral con el presente y futuro de la Patria, con la historia y con la Revolución, dijo.
Inspirado en que las cosas andan bien en la industria, lo cual prevé el rumbo futuro de la zafra en el territorio de Calimete y en la provincia de Matanzas, el directivo recordó que los azucareros tienen mucho que defender, por lo que representa la agroindustria para la economía cubana y por ser una de las principales fuentes de ingresos para el país.
Dijo que la producción cañera ocupó un lugar sobresaliente desde sus orígenes y continúa siendo puntal importante de la economía cubana, por su condición autosustentable, básicamente de energía y otros derivados, y su efecto multiplicador sobre otros sectores.
«Puedo asegurar que el ciento por ciento de la tropa del central defenderá el referendo popular el 24 de febrero. Todos coincidimos en que era necesario hacer cambios en la Carta Magna, en particular aquellos dirigidos a potenciar la empresa estatal socialista.
«Hay muchos otros temas que interesan a los trabajadores. Aquí en el batey tuvo gran acogida la venta del documento. La gente está animada, se les ve repasando el texto constitucional conscientes de su alcance e importancia».
CIENFUEGUEROS POR EL SÍ
Ventura Hernández González, pailero de la Brigada de Molinos de la UEB Central 14 de Julio, de Rodas, provincia de Cienfuegos, manifiesta su orgullo de ser cubano en este momento especial del referendo, en el cual nuestro pueblo respaldará la Carta Magna que definimos entre todos.
«¿Qué pueblo del mundo puede darse el lujo de fraguar, consultar y reafirmar su Constitución? Cuba ilumina a todos con este ejemplo soberbio de respeto, civismo, creación colectiva y fe en todos, por todos», dice.
Compañero de Ventura es Amaury Rodríguez Depestre, quien dirige este ingenio insigne de Cienfuegos, por cerca de una década puntero en las zafras en Cuba. El director del central azucarero 14 de Julio opina que el 24 de febrero vamos a legitimar la verdad de una nación, vamos a ratificar la voluntad de un pueblo.
Rodríguez Depestre cree que el nivel de conciencia, la disciplina, el entusiasmo e interés de la población por participar en el desarrollo de la consulta va a ser el mismo que va volver a expresarse el próximo 24 de febrero. Esta Constitución es garantía de futuro, de continuidad revolucionaria, de unidad popular, expresa.
«Pienso que los años que llevo en el sector me permiten hablar por los azucareros, y por ende puedo afirmar que nuestra gente del azúcar será la primera en dar su Sí por Cuba en el referendo del magno documento.
Estamos echando el resto por hacer la zafra digna que nos está pidiendo la dirección del país. Y con ese espíritu votaremos el mes entrante, en una fecha que rememora un importante pasaje de nuestra historia», acota.
Los trabajadores azucareros han demostrado siempre su vocación revolucionaria. Por eso el texto definitivo de la Carta Magna, fruto de la inteligencia colectiva y de la más pura democracia, tendrá de seguro el apoyo masivo de estos hombres y mujeres que a lo largo de varios siglos ha regado con sudor los campos de Cuba y que una vez más estarán en las urnas, ahora para refrendar sus deberes, derechos y sus legítimos intereses.
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Yfdez dijo:
1
22 de enero de 2019
09:51:32
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