Cualquier aprendiz de periodista hubiera escrito –buscando la noticia tras la difundida huelga de hambre de Luis Manuel Otero Alcántara– que el hombre tenía 16.8 de hemoglobina, un indicador que ya quisieran para sí muchos boxeadores antes de subir al cuadrilátero.
Pero no, dentro de la campaña programada (y pagada, según evidencias) el resultado de las pruebas médicas realizadas al «huelguista de hambre» vienen a resultar un mentís demasiado rotundo para detenerse en él.
Y hay que seguir, aunque por dentro no pocos de los que lo apoyaron con sus aspavientos y cavilaciones escriturales se recondenen por el embarque: «si al menos hubiera comido menos».
Desde tierras orientales, José Daniel Ferrer, que sí conoce del asunto, porque fue capaz de asumir una huelga de hambre de más de dos semanas sin que se le alterara un ápice la masa muscular, dice que otra vez el régimen miente.
Otros comienzan a hacer cambios apresurados al guion con tal de que el dominó de los artificios siga y las apuestas por ellos, desde el extranjero, no cesen.
Mientras tanto, el plan de vacunas cubanas continúa su paso programado, y el bloqueo no se detiene.









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PP dijo:
1
4 de mayo de 2021
08:16:16
Humberto dijo:
2
5 de mayo de 2021
21:55:12
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