ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El cuadro no es solo un organizador de procesos que maneja fuerzas y flujos en atención a indicadores de eficiencia, sino que se constituye en ideólogo en tanto que proyecta futuro. Foto: Juvenal Balán

El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos.

Fidel Castro Ruz

 

En un momento del discurso pronunciado por Fidel Castro, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la escalinata de la  Universidad de La Habana, el  día 13 de marzo de 1962, el orador se refiere a las hoy míticas «escuelas de instrucción revolucionaria» como lugares en los cuales iba a resultar posible, según propone en una frase que reunía tanto demandas como esperanzas: «forjar masivamente, crear masivamente cuadros revolucionarios, con el verdadero espíritu revolucionario». La demanda, que tiene su origen en la necesidad imperiosa de emprender las enormes tareas de organización y dirección de la vida que aparecen cuando se trabaja a escala de país, estaba directamente asociada al hecho revolucionario desde el ángulo de la cantidad de personal de dirección (en todas las ramas y ámbitos de  las estructuras políticas, de producción y administración) que, a esas alturas todavía iniciales del proceso, ha emigrado fuera del país. Es así, al verse instalada la demanda en esta suerte de corte histórico (donde los tiempos quedaron divididos en un antes y un después), que la formación masiva y acelerada de los cuadros adquirió la dimensión de una épica fundacional.

La esperanza, partiendo de la vocación de transformación social que constituye el espíritu de la Revolución cubana, implicaba una proyección tal hacia el futuro que lo mismo se proponía «llenar» (mediante la multiplicación de espacios de formación) los vacíos dejados por la mencionada ausencia que establecer (a través de la extensión de una nueva conciencia colectiva) una direccionalidad o meta para los esfuerzos. Se trata de formar lo que el discurso identifica como «verdadero revolucionario» y que, de manera implícita, da por supuesta la existencia de un polo contrario habitado por lo que pudiéramos denominar «falso(s) revolucionario(s)»; de este modo, según la proposición, lo que revela al revolucionario «verdadero» es el hecho de que «sabe»: pensar y discutir, tiene convicción, disciplina, «conciencia nueva» y, en fin, «una actitud nueva ante la vida». La Revolución, entonces, es un hecho «nuevo» y su fuerza brota de la continua reproducción de esa novedad que transforma el medio, los hombres y las relaciones entre ellos.

En términos prácticos, la propuesta solo consigue verificarse cuando se unen acciones de gobierno (asociadas al cambio en los procesos de enseñanza-aprendizaje) y la voluntad de autosuperación que alcance a
manifestar ese sujeto mayor de la Revolución que es el pueblo. La apetencia de conocimiento y cambio que las masas demuestran en los momentos de eclosión de un proceso liberador, es potenciada a través del arsenal de conceptos y herramientas de interpretación/transformación del mundo que adquieren; en esta articulación, el cuadro no es solo un organizador de procesos que maneja fuerzas y flujos en atención a indicadores de eficiencia, sino que se constituye en ideólogo en tanto que proyecta futuro, ofrece (con su práctica cotidiana) modelo a seguir, cohesiona, estimula, impulsa, transmite, enseña, se constituye en un marcador de la nueva justicia. A esto se refiere Fidel, en el discurso del 23 de agosto de 1970, durante la celebración, en el Teatro Chaplin, del acto por el X aniversario de la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas, ocasión en la cual expresó que: «(al) principio la vanguardia era una minoría, los revolucionarios conscientes eran una minoría. Pero producto de la Revolución, producto de esa llama que se prendió en los corazones y en las inteligencias de nuestro pueblo, producto de la lucha, ya no es una minoría…».

Las consecuencias que derivan de este tránsito conducen a una modificación radical en lo que toca al sentido último de la relación entre el cuadro político, el entorno inmediato en que opera y, en general, el pueblo en cuyo interior respecto al cual es tanto guía de ideas como su representante. Tal modificación debe ser entendida como producto del desarrollo en el tiempo de la nueva justicia que trae consigo el proceso de Revolución, pero también de los esfuerzos de los cuadros para extender la cobertura, magnitud numérica, intensidad de las acciones, hondura en el conocimiento de los integrantes de la vanguardia a la que él pertenece; dicho de otro modo, la lógica misma de toda Revolución social radical deberá ser (sobre la base de la noción y la acción de ese grupo inicial) generar tal dinámica de incorporaciones que sustituya cualquier diferencia entre élite y masa por un replanteo de las interacciones entre la nueva dirección político/administrativa, el pueblo y ese mediador imprescindible que es el cuadro. A esto se refirió Fidel cuando, en el mismo discurso, señaló que: «Ya no hay que ver siempre las cosas del modo en que una minoría va a inculcar conciencia. ¡No! Hay que ver también las cosas del modo cómo una minoría, que tiene determinadas tareas y funciones, va a buscar conciencia en ese pueblo.

«Ya no se trata solo de desarrollar ideológicamente, se trata de desarrollarnos ideológicamente también nosotros. Ya no se trata de ayudar al pueblo a desarrollar su conciencia, sino que el pueblo nos ayude a desarrollar nuestra propia conciencia».

La paradoja de lo anterior radica en que –si bien el hecho de alguien «ser» cuadro supone reconocimiento, distinción y diferencia– la prueba de autenticidad para quien ejerce esta función social comienza cuando (más allá de las capacidades y habilidades que pueda demostrar en la guía y estímulo al desarrollo político de otros) regresa a esa masa o lugar original del cual, alguna vez, salió. Ese movimiento dialéctico, multiplicado en los miles de personas que ejercen funciones profesionales de dirección política/estatal y resumido en cada una de ellas, justifica la búsqueda de un diálogo permanente entre el cuadro y el pueblo; un diálogo en cuya base se encuentran las nociones de soberanía, independencia nacional, desarrollo sustentable, resistencia, solidaridad, antimperialismo, anticolonialidad e igualdad radical. En opinión de Fidel, para implementar, de manera continua, semejante diálogo, es imprescindible, según señala en el discurso pocos minutos más tarde, que:
«…Esa vanguardia se supere a sí misma, se desarrolle más, erradique sus fallas, erradique sus deficiencias y erradique sus debilidades; cuide su actitud en todos los aspectos, ¡sea ejemplo en todos los aspectos! ¡Ser ejemplo en todos los aspectos significa ejemplo sin excepción de ninguna clase!

«Nuestros militantes revolucionarios, nuestros cuadros, los compañeros que tienen responsabilidades: ¡A más responsabilidad, más obligación: a más responsabilidad más deber: y a más responsabilidad, más sacrificio! ¡A más responsabilidad –repito–, más deber! ¡A más responsabilidad, más sacrificio!».

La lógica interna del movimiento aquí descrito es que la vanguardia se ratifique cada vez más como tal en esa dualidad de estar –al mismo tiempo– en el interior del pueblo y a la cabeza de él como su guía; dicho de otro modo, al actuar y pensar como alguien que, junto con el haber sido designado (distinguido, diferenciado, seleccionado) para ejercer funciones de dirección y conducción político/administrativa, es también un alumno, disciplinado y entusiasta, dispuesto a escuchar al pueblo al cual sirve y aprender sin descanso de sus enseñanzas. Esto solo es conseguible en la medida en la que sean cada vez mayores el grado de desarrollo y superación político-cultural de los cuadros, junto con los esfuerzos que hagan para la erradicación de fallas, deficiencias y debilidades de cada uno; así, la vigilancia sobre sí mismo, la autorrevisión y autocrítica permanentes (traducidas en ejemplo en las actuaciones) son condición imprescindible para que el encuentro con el pueblo alcance y genere una intensidad máxima, en su impacto inmediato y en sus efectos.

Aquí, esta multiplicación de conciencia disemina en el pueblo la sustancia misma de la condición de vanguardia, pero también se alimenta de los pensamientos y acciones en todos los puntos de ese mismo pueblo para que la vanguardia se pueda entender a sí misma; esto se traduce en una intensa interacción entre interior y exterior donde confluyen el diálogo, la introspección, la acción transformadora, el autoperfeccionamiento, el estudio, el sacrificio y, en general, el amor absoluto al país y a su gente. Esto, para Fidel, significaba unificar lo anterior con el imperativo ético de trabajo sintetizado en las siguientes líneas: «¡A más responsabilidad, más obligación: a más responsabilidad más deber: y a más responsabilidad, más sacrificio!».

 De esta manera, el contenido filosófico del trabajo del cuadro (esfuerzo que, en el mismo discurso, definirá como: «la mejor tarea a la que un ciudadano de este país pueda consagrar sus energías»), quedó expresado del siguiente modo:

«Es necesario convertir esa energía de la masa y esa fuerza de la masa en eficiencia. Imposible lograr esa eficiencia desde arriba: allí, a nivel de aquel punto, solo desde abajo se puede lograr esa eficiencia. Y esa es la idea, es el hilo que consecuentemente desarrollado puede tener las más grandes posibilidades a niveles de región, de ciudad, de provincia y de nación. Y son precisamente estos mecanismos adecuados para el funcionamiento de la  democracia proletaria, para el encauzamiento de la energía de las masas. Y así nosotros estaremos preparando miles de hombres, decenas de miles de hombres, cientos de miles de  personas irán pasando por esas escuelas de responsabilidades».

Foto: Ariel Cecilio Lemus

Termino el presente comentario haciendo mención a otro fragmento de Fidel, esta vez de su reflexión en ocasión del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba (8 de abril de 2010), momento en el cual avisó que los cuadros del Partido y el Estado iban a tener que «enfrentar problemas cada vez de mayor
complejidad» y que esto iba a demandar de los «responsables de la educación política» más conocimientos que nunca antes «de la historia y la economía, precisamente por la complejidad de su trabajo».

En este punto, Fidel detalla una serie de elementos propios del «falso» revolucionario del que ya nos había hablado en aquel discurso de 1962 con el cual comenzamos este texto; estos elementos serían, además de otros muchos que podamos identificar, los que identifican actitudes conectadas a los siguientes contenidos: «anhelan consumismo y rehúsan el trabajo y el estudio», «los demagogos, los oportunistas», «anhelan soluciones fáciles en busca de popularidad», «traicionan la ética» y, finalmente, los que practican «el oportunismo y la traición».

Este breve artículo de Fidel tiene, como aspecto de especial interés, el mostrar como destinatario fundamental a los jóvenes cubanos, razón por la cual su primera oración es: «tuve el privilegio de seguir directamente voz, imágenes, ideas, argumentos, rostros, reacciones y aplausos de los delegados participantes en la sesión final del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba…».

Además de ello, al hablar acerca de los cuadros, sus palabras avisan que –justo por la complejidad de su trabajo– van a ser necesarios «mayores conocimientos que nunca de la historia y la economía», ya que «basta leer las noticias que llegan todos los días de todas partes para comprender que la ignorancia y la superficialidad son absolutamente incompatibles con las responsabilidades políticas».

¿Qué es ser un cuadro ahora mismo (o cómo describir el serlo en el futuro previsible)? Creo que un buen modo de comenzar a entenderlo es reunir en haz todo cuanto hemos escrito en este artículo, pero también agregar en el cuadro: la posesión de una muy amplia cultura que le permita comprender las particularidades, problemas y desafíos del desarrollo científico-tecnológico en el mundo de hoy; la voluntad de estudiar, investigar y mantener una actualización permanente en lo tocante al desarrollo de la creatividad y las políticas de innovación; la capacidad de identificar, en especial dentro de sectores populares, particularidades conductuales y socio-sicológicas asociadas a situaciones de vulnerabilidad económica y social; la preparación y capacidad para sostener diálogo permanente con la intelectualidad científico-técnica, administrativa y artístico-literaria; la presencia y diálogo permanente con los medios masivos de comunicación, acerca de problemas medulares para aquellos a quienes guía; el deseo de escuchar a la masa, escuchar sus demandas y críticas, así como aprender de ella.

Tal como anotó Fidel en ese breve texto del año 2010: «la educación de los cuadros será la tarea más importante que los partidos revolucionarios deberán dominar. No habrá jamás soluciones fáciles…».

Vale la pena pensarlo, una y otra y otra vez.

 

La educación de los cuadros será la tarea más importante que los partidos revolucionarios deberán dominar. No habrá jamás soluciones fáciles. Foto: Juvenal Balán

Fuentes:

Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto de entrega de premios a los ganadores del concurso de canciones populares inspiradas en la Revolución, en el Teatro «García Lorca», el 19 de septiembre de 1961.

Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto por el X aniversario de la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas, efectuado en el Teatro «Chaplin», el 23 de agosto de 1970.

Castro Ruz, Fidel. El IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba. En: http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2010/04/08/el-ix-congreso-de-la-union-de-jovenes-comunistas-de-cuba/amp/

Castro Ruz, Fidel. Mensaje del Comandante en Jefe. En: Reflexiones de Fidel (tomo 5). Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado: La Habana, 2008.

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Joel Ortiz Avilés dijo:

1

21 de abril de 2021

08:15:58


¿Desde cuando se utiliza la palabra "cuadro" para identificar a un dirigente en Cuba?..... Ya en 1961 el Che hablaba del Cuadro, como columna vertebral de la revolución y lo caracterizaba. En mi opinión personal; es la "radiografía" más exacta sobre cómo debe ser un directivo. La Resolución aprobada en el VIII Congreso del PCC, resultado de un análisis muy debatido y rico en contenido y profundidad; traza la estrategia a seguir en todos los componente y algoritmo del proceso por el que debe lógicamente transitar un Cuadro de la Revolución .....en Cuba. Recalco en Cuba...porque nosotros, no nos parecemos a nadie; nuestro proceso es único en su construcción Socio-Político; estamos sometidos a presiones constantes y prolongadas por años; con geopolítica milimétrica tan cercanas al enemigo como una cerca de alambre y minas antipersonales en la Base Naval de Guantánamo;con carencias materiales de todo tipo y un pueblo combativo, aguerrido, valiente y acostumbrado a ser liderado por hombres y mujeres com mayúscula; por lo tanto ..... la "bara" con que calibramos a los cuadros en nuestro país.....!!!!está alta,alta, muy alta !!!!!... y no nos podemos equivocar.

Ania iribar dijo:

2

21 de abril de 2021

14:36:48


Un cuadro hoy significa aplicar con exactitud el concepto d revolución, expresado por el Comandante en jefe. Muy valiosos y buenos cuadros politicos tenemos al frente del Partido. Pero aún tenemos q perfeccionar más la preparación d los cuadros administrativos y d gobierno en los territorios si queremos que sean cuadros politicos .

VAE Respondió:


22 de abril de 2021

08:56:44

Cuadro de direccion. Un papel emancipador y de liderazgo, que pocos saben llebar con exito, pero que en realidad hoy por hoy es critico e indeceable por el mal trabajo y poca cantera, asi como la imposision de estos que no cuentan con liderasgo ni buena conducta, espero que se comienze a trabajar mas profundamente este tema y se logre despojar al paiz de este mal y se contruyan cuadros responzables que no solo se dediquen al disfrute propio

Yolanda dijo:

3

22 de abril de 2021

02:15:38


Muy buena reflexión pero los cuadros tienen que conocer la misión y la visión de su empresa y cada año revisarla y ver con visión futurista que más puede aprovechar inutilizar esa empresa para hacer , o para producir o para brindar un nuevo servicio. Los cuadros deben escuchar ideas de los trabajadores y de los jóvenes y no frenar , hay ideas incompletas que con otras formas de complementarla pueden llegar a la solución de un problema. Los cuadros tienen una misión también en cuanto. Años administrativos de chequear y evaluar a obreros encargados de ser la.cara y la imagen de cada empresa como auxiliares de limpiezas, mantenimientos y otros que deben mantener la.empresa funcionando y prestando imágenes y servicios fe calidad. Los cuadros deben ser más observadores de sus técnicos para ver quién tiene más actividad y mejor desempeño en su labor. Los.cuadros deben ser capaces de informar a las masas de cuando un trabajador tiene problemas de salud o familiares para en colectividad apoyarlos o ayudarlos. Son muchos aspectos humanos en los que debe mejorar o.elegirse un cuadro.

Victor Angel Fernandez dijo:

4

22 de abril de 2021

09:29:58


Ser cuadro hoy en Cuba (y hace mucho tiempo) pasa por salir de su zona de confort y entrarle a los problemas de frente. TOCARLOS, por muy calientes que sean y hasta alguna que otra vez, quemarte los dedos.

Félix dijo:

5

22 de abril de 2021

11:15:06


Muy buenos comentarios pero a parte del sacrificio del resultado del esfuerzo hay que ser realistas después que te esfuerzas y tienes resultados cuando fallas te tiran para un lado y más nunca servistes para nada como.me ha pasado a mi, el otro tema PREPARACIÓN existe un peloteo a las personas en muchos lugares y a todos los niveles con la mala preparación de las personas que el pueblo se queja mucho de esto a pesar del burocrátismo que existe como me ha pasado a mi en este momento si los cuadros no se preparan y no son políticos simplemente son cuadros militares ordenó y mando. Saludos

MARIBEL dijo:

6

23 de abril de 2021

10:13:35


Me gusto que nuestro presidente profundizara en estos momentos de la vida que estamos enfrentando diera el toque directo a los cuadros, dode nos hace falta ver la realidad de muchos errores cometidos y otros estan vigentes ya que muchos estan como cuadros solo por cubrir el espacio ya que no se encuentra aquel que verdaderamente debe suplir el cargo y tenemos que enfrentarnos a estupideces porque no entienden de lo que uno le habla a punto de que hacen sus caprichos respaldados por cuadros inconpetente mas superiores agadesco al gobierno de cuba la buena seleccion del presidente que hoy en dia nos guia.

Felo dijo:

7

26 de abril de 2021

14:48:24


Han sido muy importantes los criterios emitidos durante el congreso del PCC sobre lo que debe ser un cuadro en la Cuba Socialista. Hemos tenido durante todo el período revolucionario magníficos cuadros en todas las esferas de la sociedad. Pero también han existido personas en esa posición que nunca debieron llegar hasta ahí. No es lo mismo ser un cuadro que ocupar un cargo con la nomenclatura de cuadro, y esta deficiencia se ha dado principalmente por elementos subjetivos. Albergo la esperanza de que el Partido, mediante el sistema de trabajo adecuado logre que la designación para ocupar un cargo de cuadro se haga adecuadamente, porque violar los requisitos para hacerlo, a la postre, le hace mucho daño a la Revolución. Cuando un cuadro se corrompe, arrastra a otros compañeros con él, casi siempre ha sido así, y el daño que provoca es inmenso, según el poder de decisión que ostenta. En otros casos, cuando los cuadros son insensibles e incompetentes embarcan a cualquier organización y disgustan a los trabajadores.

miguel dijo:

8

28 de abril de 2021

18:21:45


Los debates en el Congreso fueron profundos, ahora bien: Cómo hacer para que en cada territorio los cuadros sean cuadros?. La propia comisión debe crear subgrupos para cada territorio y que estos hagan una revisión de cada dirigente desde los mas de abajo hasta llegar a la provincia, revizar cómo llegó al cargo asi como quien lo promovió, tiempo de permanencia al frente de esa u otra responsabilidad, resultados obtenidos, abalados por criterio de subordinados y trabajadores por encuestas con caracter privado asi como un examen sobre historia de nuestras luchas, en fin toda la rigurocidad que requiere la situación actual y muy importante, esos subgrupos no pueden ser de la provincia o territorio objeto de la revición. Limitar la asgnación de motos y vehículos, y se verá cuantos de los que hoy trabajan a caprichos se mantendran en los puestos.Aquellos que demuestren sentido del sacrificio personal,la austeridad, iniciativa propia para resolver los problemas, contacto y atención a obreros y población en general, sencillez, honestidad, altruismo, valores morales y políticos serían los cuadros que con su trabajo y apoyo de las masas lográn que nuestra sociedad prospere y le entreguemos un mejor pais a nuestros nietos.

michel yoanner Brito García dijo:

9

4 de mayo de 2021

08:28:56


Es primordial tener presente el concepto REVOLUCIÓN, en el se resumen todos los aspectos a tratar cuando nos refererimos a un dirigente utilizando la palabra "CUADRO", es sumamente importante para los tiempos presentes y futuros.

joalgoro dijo:

10

6 de mayo de 2021

08:16:48


Cada año los cuadros firman el Código de Ética, pero muchos no cumplen con este, en gran parte de los hechos delictivos y de corrupción administrativa están involucrados directivos y en ocasiones el máximo directivo de la entidad, considero se debe inhabilitar de por vida a los que cometan estos hechos para salvar la Revolución.

Rafael Borges dijo:

11

10 de mayo de 2021

07:34:11


Muy buenos saber que las maximas autoridades del pais se preocupan por la politica y continuidad de los cuadros pero en la base hay muchos que no respetan ni lo diccho en un Congreso ni lo planteado en los estatutos del PCC, violan y no les pasa nada, entonces como se sienten aquellos que tiene muy bien definido entre sus ideales el concepto de Revolución y no son valorados por estos cuadros puestos como Directores, son ellos los que estan bien cuando no viven ni sienten por lo que dirijen. Es para sacar concluciones y ponerse a pensar cuando jovenes consagrados a su trabajo como yo nos vemos en situaciones asi y ver que se tiene la razón y no te la otorga aquel porque no cuadras.