ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Obra de Lebogang Mashile.

A las puertas de la sesión conmemorativa del vigésimo aniversario de la adopción de la Declaración y el Programa de Durban contra el Racismo y la Discriminación Racial, que reunirá a líderes de la comunidad internacional el próximo 22 de septiembre en la sede de las Naciones Unidas, sería muy conveniente volver a las palabras pronunciadas por Fidel en la ciudad sudafricana.

El primer día de septiembre de 2001, el líder de la Revolución cubana habló, como era de esperar, claro y fuerte, como portavoz no solo de sus convicciones sino de la moral de un país comprometido con la erradicación de todo vestigio y práctica discriminatoria y de las aspiraciones de millones de seres humanos urgidos de reparación, equidad, justicia e inclusión.

«El racismo, la discriminación racial y la xenofobia constituyen un fenómeno social, cultural y político, no un instinto natural de los seres humanos; son hijos directos de las guerras, las conquistas militares, la esclavización y la explotación individual o colectiva de los más débiles por los más poderosos a lo largo de la historia de las sociedades humanas», sentenció Fidel entonces para siempre.

Estados Unidos e Israel boicotearon la conferencia de Durban, soberbiamente irritados por las voces que allí se solidarizaron con la causa palestina y condenaron la represión, ocupación de tierras y desplazamientos a la fuerza del régimen sionista en la Franja de Gaza y Cisjordania, situación que no ha variado, incluso ha empeorado, en las dos últimas décadas.

Acusar de antisemitas y racistas a quienes en aquel momento abogaron por los derechos del pueblo palestino y apostaron por la convivencia pacífica, respetuosa y en pie de igual de dos estados, Palestina e Israel, fue un avieso acto de prestidigitación política, compartido por las cúpulas de Washington y Tel Aviv, al que ahora, ante la conmemoración de la cita de Durban, ha arrastrado a países bajo la esfera de influencia imperial.

El antisemitismo es tan perverso como lo fue el apartheid en Sudáfrica o las teorías y prácticas supremacistas en Estados Unidos o el rechazo antinmigrante en Europa o la violencia que sufren las comunidades afrocolombianas o la marginación a los pobladores originarios en varios países latinoamericanos.

De Durban salió un programa que instó a los Estados a elaborar,  planes nacionales e integrales de acción para erradicar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, llamó a procurar el fortalecimiento de las instituciones nacionales y hacer recomendaciones concretas en materia de legislación nacional y la administración de la justicia, promovió medidas para abordar la discriminación en materia de empleo, salud, políticas y educación, exhortó la implementación de políticas encaminadas a combatir la incitación al odio racial en los medios de información, y sugirió tomar en cuenta instrumentos estadísticos desglosados y estimular proyectos de investigación que sustenten las acciones específicas.

En Cuba, no sin dificultades en un campo donde la subjetividad pesa y la herencia de una nación donde el colonialismo explotó la esclavitud africana y la república neocolonial reprodujo y acentuó patrones racistas, la letra y el espíritu de Durban han tomado cuerpo.

El paso más contundente y de reciente data fue dado en noviembre de 2019 cuando, por acuerdo del Consejo de Ministros, quedó instituido el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, al que tributan 18 organismos de la administración central del Estado e igual número de organizaciones, asociaciones y fundaciones de la sociedad civil. Programa en plena construcción, complejo, integral, científicamente fundamentado, socialmente motivado y en el que se refleja el pensamiento antirracista de Fidel, en sus proyectos y acciones intervienen ministros y directivos del gobierno, académicos, escritores, artistas, activistas sociales y promotores culturales de todo el país.

Fidel lanzó en Durban tres interrogantes de absoluta vigencia a los líderes políticos del mundo: «¿Serán capaces de comprender la gravedad de los problemas del mundo actual, regido en su desarrollo incoherente y desigual por leyes ciegas, el poder colosal y los intereses de las empresas transnacionales, cada vez más grandes, más incontrolables y más independientes? ¿Comprenderán el caos y la rebelión universal que se avecinan? ¿Podrán, aunque lo desearan, poner fin al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas, que son precisamente todas las demás?».

Centenares de millones de seres humanos esperan aún respuestas.

A escala planetaria, el abismo entre enunciación y realización permanece y crece.

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Luis Capo dijo:

1

15 de septiembre de 2021

07:29:24


El "Programa" como documento, ha sido publicado de alguna manera?

Jose Eduardo dijo:

2

15 de septiembre de 2021

13:42:43


En realidad en nuestro país hace falta una fuerte campaña contra estos flagelos, sobre todo la homofobia, hay que ver cuanta homofobia hay enraizada en este país, en las ciudades es un poco menos porque hay más de tolerancia, pero en las zonas rurales da miedo, lo más triste es que las mujeres son más machistas y homofóbicas que los hombres. creánme que es así. Pero las leyes no funcionan solas hay que exigir a los funcionarios que representan al estado a través de las diversas instituciones porque por desgracia, ni la policía, ni los gobernantes a cualquier nivel hacen nada y muchos de ellos son homofóbicos. Ojalá logremos tener un país más inclusivo y se recupere la disciplina social, el respeto y el orden interior que se ha perdido y está provocando una enorme división entre los cubanos, aunque repito las leyes no funcionan solas y hay que comenzar la educación por las familias que la mayoría forman sus hijos sin ningún tipo de valores. Hasta que no se trabaje con las familias y se les exija que eduquen sus hijos de acuerdo a las normas cívicas de nuestra sociedad todo lo que se haga será en vano. Gracias

Gemma dijo:

3

15 de septiembre de 2021

15:24:08


Cuba, históricamente ha luchado contra el racismo y la xenofobia. Queda la satisfacción de que en nuestro país se realizan esfuerzos para eliminar estos flagelos del pasado. No es como dice "don Yotuel", que los negros en Cuba para sobrevivir tienen que ser deportistas o músicos. No, no es así, tenemos políticos, ingenieros, intelectuales, científicos, etc y son negros. Aquí, se les da oportunidades a todos por igual.