Cuba asistirá, finalmente, con seis judocas a los I Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021, tres en uno y otro sexo. La Confederación Panamericana otorgó esos cupos, pues la escuadra de la Mayor de las Antillas no pudo estar en el último evento puntuable rumbo a la cita multideportiva, el pasado mes de agosto, pues siete de sus 12 integrantes fueron positivos a la COVID-19.
Thailién Castillo (HAB, 57 kg), Idelannis Gómez (GTM, 70), Thalía Nariño (SCU, +78), por las mujeres, y Kimy Bravo (HAB, 66), Serguey Rodríguez (SCU, 90) y Omar Cruz (ART, +100), serán los que asuman el reto en los tatamis de Cali.
Sobre las muchachas, su entrenador, Andrés Franco, dijo que «la preparación inició en septiembre, aunque algunas de ellas estuvieron en los entrenamientos de las atletas que nos representaron en los Juegos Olímpicos de Tokio».
Aunque ninguna tiene experiencia internacional «vamos a buscar medallas, hay que pensar en grande. Sabemos que no tenemos las competencias preparatorias necesarias, pero debemos tener metas ambiciosas para lograr un buen resultado», apuntó, y afirmo que han puesto el énfasis en la parte física para enfrentar los combates más allá del límite (cuatro minutos), «pues ese momento, llamado Regla de Oro, es decisivo de cara al resultado».
Los avales de ellas son las medallas de plata de Castillo y Gómez en el pasado campeonato nacional, mientras Nariño fue bronce.
Boannys Chang, preparador del elenco masculino, acotó que «la preparación ha sido la adecuada. Los muchachos se adaptaron a las exigencias de la etapa, y se respira buen ánimo y cohesión».
Entre las principales pretensiones están, «en primer lugar, hacer una valoración con relación a cómo está la categoría juvenil en el continente, con vistas a los ciclos 2028 y 2032, y obtener un buen saldo competitivo, objetivo en el que tenemos confianza».
Recordó que tanto Bravo como Rodríguez optaron por una plaza en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires-2018, cita en la que el primero alcanzó el quinto lugar.