A pesar de las mentiras y las manipulaciones de los grandes medios de comunicación estadounidenses, durante los días de la invasión a Cuba en abril de 1961, 1 113 invasores fueron capturados y condenados en un ejemplar proceso judicial.
Durante la Crisis de Octubre en 1962, la mentira y la manipulación también estuvieron en el arsenal de los agresores, para hacer creer al mundo y especialmente al pueblo norteamericano, una realidad distinta que solo existía en sus mentes malintencionadas. Basta recordar aquellas noticias en esos dos momentos históricos.
 
FALSAS NOTICIAS EN LOS DÍAS DE GIRÓN
La tarde del 19 de abril, la victoria del pueblo cubano en las arenas de Girón, marcaba la primera derrota del imperialismo norteamericano en América Latina.
No obstante, la prensa publicaba falsas noticias de lo que sucedía en Cuba durante esos días. Veamos algunas de ellas:
Nueva York, abril 17. (UPI).–Las fuerzas invasoras han ocupado la ciudad de Pinar del Río, capital de la provincia del mismo nombre. La invasión de las provincias de Matanzas y Santiago (¿?) está progresando favorablemente.
Miami, abril 17. (AP) .–La Isla de Pinos fue tomada por los rebeldes y 10 000 prisioneros políticos fueron puestos en libertad y se plegaron a la rebelión.
México, abril 17. (UPI).–El Primer Ministro Fidel Castro se ha dado a la fuga y su hermano Raúl fue capturado. El general Lázaro Cárdenas gestiona el asilo político de Fidel.
Miami, abril 17. (AP).–Se tienen informaciones de que se lucha en las calles de La Habana.
México, abril 18. (UPI).–El lujoso Hotel «Habana Libre», en la capital cubana, quedó totalmente destrozado después de un ataque aéreo a La Habana.
Miami, abril 18. (UPI).–Fuerzas invasoras aislaron hoy el puerto de Bayamo en la costa sur de la provincia de Oriente.
Tan burdas noticias, plagadas de mentiras y hasta errores geográficos, podrían mover a la risa, si no fuera por el dramatismo del momento histórico que se estaba viviendo.
 
NADA JUSTIFICA LA POLÍTICA DE MENTIR
La edición del periódico Revolución del 12 de noviembre de 1962 esclareció que durante la Crisis de Octubre, la campaña mediática dirigida directamente al pueblo norteamericano y a Latinoamérica fue tan violenta, que incluso fue criticada y cuestionada por los propios medios de prensa estadounidenses.
El 24 de octubre de 1962 el gobierno de Estados Unidos solicitó a los periódicos y estaciones de radio y televisión que fueran cautelosos y discretos al publicar informaciones sobre las Fuerzas Armadas durante «la crisis cubana». Pierre Salinger, entonces Secretario de Prensa de la Casa Blanca, emitió un memorándum que contenía 12 cuestiones de información que consideraba «vitales para nuestra seguridad nacional».
El memorándum decía en una de sus partes: «Durante la tensa situación internacional actual, la Casa Blanca cree que la publicación de tal información es contraria al interés público. Solicitamos a los medios de información pública, de todos tipos, que sean cautelosos y discretos en la publicación de tal información».
En el desarrollo de la crisis algunas publicaciones destacaron que Kennedy y sus asesores cubrieron sus acciones agresivas con una tupida cortina de mentiras para mantener ignorante al pueblo norteamericano.
Para sostener el rígido control de las noticias, el gobierno estadounidense estableció una gigantesca cadena de radio para «bombardear» durante las 24 horas del día a los pueblos latinoamericanos. En cientos de estaciones comerciales fueron suspendidas sus programaciones habituales para ponerlas bajo el control informativo, desde Washington, a través de la planta matriz denominada Voz de los Estados Unidos.
Esa monumental campaña radial significó, de acuerdo con lo divulgado en aquellos días, la inversión de cientos de millones de dólares para indemnizar a los propietarios de las empresas radiales. En aquellos momentos, reconocidos técnicos en la materia afirmaron que jamás se había realizado una «publicidad» de tan enorme costo por gobierno alguno del mundo.
En las transmisiones se anunciaba directamente: «Todas nuestras facilidades han sido puestas bajo el control del gobierno de los Estados Unidos. Nuestra programación normal está suspendida y transmitimos ininterrumpidamente las 24 horas del día con nuestras antenas dirigidas a la América del Sur».
Acerca de esta «propaganda belicista» sin precedentes, la revista norteamericana U.S. News & World Repor publicó un artículo con el título: Noticias controladas: una nueva arma en el arsenal de los Estados Unidos, que decía: «Ha sido admitido ahora: la Administración “controló” las noticias acerca de la crisis cubana y usó las noticias como un “arma”.
Resultado: protesta de los periódicos y advertencias acerca de los peligros de que el gobierno de los Estados Unidos mienta al pueblo norteamericano.
«Tras bastidores, a través de toda la crisis cubana, los reporteros se estuvieron quejando. Dijeron ellos que no solamente se les negaba información sino que también se les desorientaba».
La revista destacó que, el 29 de octubre, Arthur Silvestre, subsecretario de Defensa para asuntos políticos –quien dirigía la entrega de información militar–, admitió públicamente que el gobierno estaba ejerciendo «dirección» y «control» sobre los despachos de prensa como un «arma» para ayudar a forzar la retirada de los proyectiles soviéticos de las bases en Cuba.
Además, clasificó las noticias como «parte de las armas que tiene un presidente en la aplicación de la fuerza militar y fuerzas afines para solucionar un asunto político o para la aplicación de presión política internacional».
La censura ocasionó una rápida protesta por parte de algunos de los principales periódicos del país. The New York Times, en un editorial del 31 de octubre 1962, publicó: «No hay duda que “dirección” o “control” de las noticias es censura descrita en una forma más agradable». Y alertó que: «Un gobierno democrático no puede funcionar si las noticias de ese gobierno y acerca de ese gobierno son por largo tiempo suprimidas, dirigidas, manipuladas o controladas».
El Evening Star, de Washington, también ese último día de octubre, se refirió en su editorial a cómo se habían restringido los informes referentes a la crisis: «A ningún corresponsal de periódico se le permitió estar en el lugar de los acontecimientos. Las facilidades tradicionales ordinariamente brindadas para ese propósito no fueron ofrecidas por razones obviamente falsas. Así que se dejó al Sr. Silvestre y sus ayudantes, cumpliendo órdenes, estamos seguros, el control de lo que se debe publicar».
Posteriormente, se reveló que «fueron ofrecidas solo aquellas porciones de noticias que el Sr. Silvestre y otros manipuladores omniscientes de la opinión pública decidieron, en su infinita sabiduría, que servirían mejor para crear la “imagen” de las actividades de este país que ellos deseaban manufacturar y presentar ante nuestro pueblo y ante el mundo».
El editorial del Star describió el significado de las palabras del Sr. Silvestre como algo «verdaderamente siniestro» al decir: «Puede que el Sr. Silvestre se haya olvidado de un probable resultado de “los métodos que usamos”. Este resultado es que de ahora en adelante el Sr. Silvestre y sus superiores inspiran desconfianza. Lo que ellos digan... puede ser la verdad pero será aceptado con reservas.
«“La clase de mundo en que vivimos” parece ser ahora un mundo en el cual la verdad ofrecida al pueblo norteamericano... es esa parte de la verdad seleccionada por funcionarios públicos con el objeto de componer una imagen deseable».
En Fort Lauderdale, Florida, el Daily News, publicó: «El resultado neto de todo esto es dar... la clara impresión de que hay mucho acerca de esta crisis y de las negociaciones a que dio lugar, que no se han contado todavía. Es obvio... que nuestro gobierno tiene que tener cuidado para no exponer completamente su intención al enemigo. Sin embargo, pensamos que esto difícilmente justifica una política de mentir al pueblo norteamericano».
Así ha sido siempre el modus operandi del gobierno de Estados Unidos. Con mentiras y simulaciones manipularon en aquel entonces y hoy continúan manipulando todas sus acciones terroristas en el mundo. En el presente, conocemos múltiples ejemplos que evidencia a esa prensa plegada al imperialismo –tanto la norteamericana como europea–. Su función se limita a tergiversar verdades e inventar falsas informaciones con las que embaucan a quienes aún creen en sus mentiras.
Tal como lo hacen con Venezuela, en su mezquina intención de desacreditar a la Revolución Bolivariana y a sus dirigentes.


 
                    
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Pedro Paneque Ruiz dijo:
1
19 de octubre de 2017
08:46:04
emilio Fernández lobeiras dijo:
2
5 de noviembre de 2017
04:48:36
Dioelis Delgado dijo:
3
9 de noviembre de 2017
10:41:17
Dolores dijo:
4
9 de noviembre de 2017
15:36:11
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