ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

En una reveladora carta escrita el 22 de septiembre de 1994 al presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, que había servido de mediador entre Fidel y el presidente estadounidense, William Clinton, el Comandante en Jefe expresó nuevamente su posición favorable a la normalización de las relaciones entre ambos países:  

«La normalización de las relaciones entre ambos países es la única alternativa; un bloqueo naval no resolvería nada, una bomba atómica, para hablar en lenguaje figurado, tampoco. Hacer estallar a este país, como se ha pretendido y todavía se pretende, no beneficiaría en nada los intereses de Estados Unidos. Lo haría ingobernable por cien años y la lucha no terminaría nunca. Sólo la Revolución puede hacer viable la marcha y el futuro de este país». 1

Se podrían mencionar otros ejemplos. Pero estos son más que suficientes para demostrar que la postura de Fidel fue siempre la de estar en la mejor disposición al diálogo y la negociación con el vecino del norte. Sin embargo, siempre insistió, con sobrada razón y teniendo como respaldo el derecho internacional y un conocimiento profundo de la Historia de Cuba, que este diálogo o negociación fuese en condiciones de igualdad y de respeto mutuo, sin la menor sombra a la soberanía de Cuba tanto en el plano doméstico como internacional. Esta es hoy la misma postura –aunque con estilo propio– que ha sostenido el General de Ejército Raúl Castro; así lo ha reafirmado en innumerables discursos e intervenciones públicas.

Seis semanas después de los anuncios del 17 de diciembre del 2014, Fidel, con la experiencia de haber lidiado con diez administraciones estadounidenses, ratificó su posición en cuanto a una normalización de las relaciones con Estados Unidos. «No confío en la política de los Estados Unidos», dijo, teniendo suficientes elementos de juicio para hacer ese planteamiento. Pero también expresó que, como principio general, respaldaba «cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza».2

Mas existe otro mito que también se ha divulgado en torno a la actuación del líder histórico de la Revolución, y es el que señala que la normalización de las relaciones entre ambos países no se alcanzó durante las administraciones de Gerald Ford y James Carter, pues a Fidel le interesó más el papel de Cuba en África que la normalización.

Este enfoque desvirtúa los hechos y sobre todo desconoce la estrategia cubana en política exterior de aquellos años y los móviles de su liderazgo histórico. Fidel jamás vinculó ambos temas. Él manejaba el proceso de normalización de las relaciones con Estados Unidos y el internacionalismo de Cuba en África como cuestiones independientes, ambas de extraordinaria importancia estratégica para Cuba en el plano internacional. Fue Estados Unidos quien estableció esa conexión funesta. Wayne Smith, quien fuera jefe de la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana durante los dos últimos años del mandato de Carter, lo ha expresado de forma magistral:

«Pero el hecho de que Castro no le hubiese dado la espalda al MPLA no representaba una falta de interés en mejorar sus relaciones con los Estados Unidos. De haber sido así, el estímulo brindado por los norteamericanos a las incursiones de las tropas de Zaire y Sudáfrica también hubiese sido un indicio de cinismo de los propósitos del acercamiento de los Estados Unidos hacia Castro. Quizá él así lo pensó, pero optó, en la práctica, por mantener los dos asuntos separados y continuar con el acercamiento, pese al respaldo concedido por los Estados Unidos a las fuerzas que se oponían a los amigos de Castro en Angola». 3

Al respecto también señaló hace muchos años el destacado intelectual argentino Juan Gabriel Tokatlian:

«Lamentablemente Estados Unidos fue el responsable de introducir un elemento perturbador en las relaciones entre ambos países: condicionó las aproximaciones bilaterales a temas y políticas multilaterales, es decir, multilateralizó lo bilateral y bilateralizó lo multilateral. La participación cubana en Angola durante 1975 fue interpretada como un hecho que impedía un entendimiento constructivo entre Cuba y Estados Unidos. Se ubicó este acontecimiento como un factor que inhibía todo acercamiento positivo de las partes. Esto, reiteramos, fue un error lamentable porque colocó el contenido y el sentido del debate bilateral en otra dimensión.

«Y la crítica debe caer en Estados Unidos, pues no fue Cuba quien esgrimió el argumento de mejorar o no las relaciones de acuerdo a si Estados Unidos apoyaba directamente a los regímenes autoritarios de Haití o Filipinas o armaba encubiertamente a Sudáfrica o intervenía en los conflictos de Medio Oriente».4

Robert Pastor, quien se desempeñó como asistente para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional en la época de Carter, comprendió lo fallido de la estrategia estadounidense a la hora de negociar con Cuba y vincular la normalización de las relaciones a la retirada de las tropas cubanas en África y advirtió con gran visión de la perspectiva cubana que ello haría fracasar el proceso de normalización. El 1ro. de agosto de 1977, Pastor le escribió al asesor para Asuntos de Seguridad Nacional, Zbignew Brzezisnki:

«Hemos considerado el aumento de las actividades de Cuba en África como una señal de interés decreciente por parte de Cuba respecto del mejoramiento de las relaciones con los EE.UU., y Kissinger unió las dos cuestiones –la retirada de Cuba de Angola a fin de lograr mejores relaciones con los EE.UU.– solo para fracasar en ambas. Existe una relación entre las dos cuestiones, pero se trata de una relación inversa. Mientras Cuba intenta normalizar relaciones con las principales potencias capitalistas del mundo, Castro también experimenta una necesidad sicológica igualmente fuerte de reafirmar sus credenciales revolucionarias internacionales. No afectaremos el deseo de Castro de influir en los acontecimientos en África tratando de adormecer o detener el proceso de normalización; este es el instrumento equivocado y no tendrá otro efecto que no sea detener el proceso de normalización y descartar la posibilidad de acumulación de influencia suficiente sobre Cuba por parte de los EE.UU., que a la larga pudiera incidir en la toma de decisiones de Castro».

Recordando este importante memorándum, expresaría muchos años después Robert Pastor: «Mi memorándum no persuadió al gabinete, ni al Presidente. En nuestras conversaciones en Cuernavaca y La Habana, yo seguí la política del gobierno de los Estados Unidos más que la que yo había propuesto. Como nosotros aprendimos, mi análisis era correcto». 5

Sostener que la política de Cuba en África era más importante que la normalización de las relaciones con los Estados Unidos y que ello impidió la normalización, parte de un enfoque errado del asunto, al colocarse en la perspectiva de la potencia estadounidense enfrentada a un país pequeño del tercer mundo como Cuba, al cual supuestamente debía interesar más que a Estados Unidos normalizar las relaciones, aunque fuera al precio de renunciar a sus credenciales revolucionarias en el plano internacional, lo que implicaba un menoscabo de su soberanía.

Una lógica más equilibrada del análisis nos lleva a la conclusión de que fue al gobierno de Estados Unidos al que le importó más sus intereses geopolíticos enfrentados a la URSS –especialmente en África– que la normalización de las relaciones con la isla caribeña. Fue Estados Unidos el que estableció un nexo entre ambos temas y el orden de prioridad entre ambos asuntos. Cuba manejó su papel en África y el proceso de normalización de las relaciones de manera independiente y su deseo era avanzar en ambos terrenos. No se le podía poner a escoger entre un asunto y el otro. Ese enfoque era sencillamente un «instrumento equivocado», como había advertido Pastor a Brzezinski.

«Tal vez sea idealista de mi parte –expresó Fidel a Peter Tarnoff y Robert Pastor, dos enviados de Carter, en conversaciones sostenidas en La Habana en diciembre de 1978–, pero nunca he aceptado las prerrogativas universales de los Estados Unidos. Nunca acepté y nunca aceptaré la existencia de leyes diferentes y reglas diferentes».

Notas

1  Véase Carlos Salinas de Gortari: Muros, puentes y litorales. Relación entre México, Cuba y Estados Unidos, Penguin Random House. Grupo Editorial, Ciudad de México, 2017, pp. 125-126.


2  Fidel Castro: Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria, mensaje publicado en el periódico Granma el 26 de enero del 2015.


 3  Wayne S. Smith: La relación entre Cuba y los Estados Unidos: pautas y opciones, en: Colectivo de autores. Cuba–Estados Unidos: dos enfoques (edición y compilación de Juan G.Tokatlian), Cerec, Argentina, 1984, p.38.


4 Juan G. Tokatlian: Introducción, en: Colectivo de autores. Cuba–Estados Unidos: dos enfoques (edición y compilación de Juan G.Tokatlian), Cerec, Argentina, 1984, pp. 16–17.

5  Entrevista realizada a Robert Pastor (vía correo electrónico), 5 de abril del 2009.

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Joel Ortiz Avilés dijo:

1

16 de agosto de 2017

07:39:58


Tenemos que estar orgullosos de ser cubanos y ver vivido momentos gloriosos junto a la generación de hombres y mujeres que llevaron a vía de hechos el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, lidereados por el mejor discípulo de Martí; nuestro invicto y siempre joven Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. No podemos olvidar el legado de Fidel y menos ahora. Las relaciones en iguales condiciones, sin pretenciones de ningún tipo, ni ingerencia en los asuntos internos nuestros, con el respeto al destino escogido por nuestro pueblo de llevar adelante la obra de la revolución socialista próspera y sostenible; serán las condiciones en que estaremos de acuerdo; sin dejar por un instante nuestra condicón de internacionalista y de luchar por un mundo mejor. En cumplimiento del juramento del concepto de revolución; que encierra en sí, todos los preceptos por los que generaciones enteras dieron su vida, para ver una Cuba hermosa, libre, independiente, soverana, perfectible y dialéctica; continuaremos luchando por mantener nuestra arma secreta la unidad.....unidad....unidad. Gracias Elier por los dos materiales que escribiste tan bien argumentados y claros como el agua........ Cuando nuestro Comandante en Jefe dijo....«No confío en la política de los Estados Unidos»......también lo pensé como cubano de “a pie” y la vida nos a dado la razón......!!!!!!!Venceremos!!!!!!!!

jpuentes dijo:

2

16 de agosto de 2017

12:40:55


Aclarando a Jorge (3) de la Parte Primera: Yo no creo que Fidel haya tenido parte de responsabilidad en estos temas. Repito: muchos fueron los actores que participaron en las negociaciones. Y sí me queda claro que en algunos momentos nos demoramos en contestar a algunas iniciativas, que muchas no sólo partieron del gobierno de los estados unidos, sino también de iniciativas privadas. Y subrayo "nos demoramos", no quiere decir que no respondimos. Hay que aclarar que estamos partiendo de una epoca muy particular. Que el impacto de la Revolución Cubana fué fuerte en la región. Que después de los ´90 los EU se ofrecian para "ayudarnos" en la epoca de crisis y que no era mas que una muestra de un chantaje politico bien elaborado y que por suerte nunca caimos en la trampa. Hay que hablar de la influencia de Henry Kinssiger, de Paul Austin, Robert Pastor, a la sazon un experto en negociaciones al mas alto nivel y hasta Jesse Helms, y de algunas damas como Lisa Howard, entre otros. Está documentado en el libro "La diplomacia encubierta con Cuba" que hubo situaciones en que la parte cubana solamente hablaba de la eliminación del Bloqueo como unica y sola condición. Fué un tiempo muy corto que los cubanos comprendieron que esa tampoco era una vía inteligente, que habia otras vias para no detener el proceso. Cuando los cubanos querían negociar tras bambalinas, bilateralmente, los Estados Unidos le ponían su couta de externalización de las conversaciones. Fidel, en todo momento demostró la mas absoluta voluntad para que las cosas tomaran un rumbo normal. Pero se encontró con una retahila de condicionamientos que laceraban, incluso, el espiritu de la propia normalización.

jpuentes dijo:

3

16 de agosto de 2017

16:10:53


Bueno al leer sobre estos temas, no sabía que existía ese mito. Para mí estaba claro que los EU estaban chantajeando al gobierno cubano con la salida de las tropas cubanas de Africa. Pero hay otros elementos que aportaron al desentendimiento. LBJ y Nixon no soportaban ni a Fidel ni a la revolución cubana. Pero en este último caso la aversión era mutua. La autosuficiencia de Nixon hacia Fidel fué conocida. Nixon consideraba a Fidel joven inexperto y lo subestimó. También se esgrimió por algún tiempo, por la parte cubana el asunto de la eliminación del Bloqueo como condición sine qua-non, sin la exploración de otras vías para ir suavizando las diferencias. Ambos presidentes estadounidenses mantuvieron los prejuicios del fantasma del comunismo, al maximo nivel, como tema recurrente en las conversaciones. Ciertamente Africa ocupó grandemente la actividad de la Alta Dirección del país durante un buen tiempo, precisamente cuando se estaba realizando la salida de nuestras tropas por acuerdo con el gobierno Angolano, pero surge lo de Zaire, en ese preciso momento con francia y marruecos y sudafrica por el sur. Angola nuevamente pide ayuda y solicita parar la salida. Estaba en juego la independencia de Angola. No obstante aun ante la dificil situacion presentada y compromisos surgidos de momento, que iban mas allá de "un deber elemental de internacionalismo", para Fidel la normalización seguía teniendo un caracter prioritario. Vuelvo y repito: fueron muchos los elementos que coadyuvaron a la paralización y continuación de las conversaciones tras bambalinas. A Fidel no le quedó un solo recurso para colaborar. Incluso recurre a amistades, como es el caso de Salinas de Gortari, Gabriel García Marquez y hasta el presidente de la Coca Cola, Paul Austin. Circunstancias politicas de la epoca y hasta la pericia de los actores naturales también incidieron en los resultados y desempeñaron roles importantes en las negociaciones. Espero que este autor, en la medida del espacio que disponga, los mencione.

Joel Ortiz Avilés dijo:

4

16 de agosto de 2017

17:43:05


Tenemos que estar orgullosos de ser cubanos y ver vivido momentos gloriosos junto a la generación de hombres y mujeres que llevaron a vía de hechos el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, lidereados por el mejor discípulo de Martí; nuestro invicto y siempre joven Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. No podemos olvidar el legado de Fidel y menos ahora. Las relaciones en iguales condiciones, sin pretenciones de ningún tipo, ni ingerencia en los asuntos internos nuestros, con el respeto al destino escogido por nuestro pueblo de llevar adelante la obra de la revolución socialista próspera y sostenible; serán las condiciones en que estaremos de acuerdo; sin dejar por un instante nuestra condicón de internacionalista y de luchar por un mundo mejor. En cumplimiento del juramento del concepto de revolución; que encierra en sí, todos los preceptos por los que generaciones enteras dieron su vida, para ver una Cuba hermosa, libre, independiente, soverana, perfectible y dialéctica; continuaremos luchando por mantener nuestra arma secreta la unidad.....unidad....unidad. Gracias Elier por los dos materiales que escribiste tan bien argumentados y claros como el agua........ Cuando nuestro Comandante en Jefe dijo....«No confío en la política de los Estados Unidos»......también lo pensé como cubano de “a pie” y la vida nos a dado la razón......!!!!!!!Venceremos!!!!!!!!

elier dijo:

5

17 de agosto de 2017

08:07:59


Jpuentes, gracias por sus comentarios. Solo que en un artículo como este aunque sea en dos partes es imposible mencionarlo todo. Si desea profundizar le recomiendo libro ´"De la confrontación a los intentos de normalización". La política de los Estados Unidos hacia Cuba, editorial ciencias sociales, 2014, de mi autoría junto a Esteban Morales. Creo tiene la virtud que logramos consultar y utilizar cientos de documentos estadounidenses, pero tambien numerosos documentos de los archivos cubanos. Ahí está la historia de Paul Austin como mensajero, aunque luego publiqué un texto mucho más amplio en Cubadebate, bajo el título: Fidel, Carter y las misiones secretas de Paul Austin. Actualmente estamos ampliando en una tercera edición libro publicado en el 2014 con nuevas revelaciones. Saludos, elier

jpuentes Respondió:


17 de agosto de 2017

18:23:16

Perfecto. Buscaré ese libro, si tiene algún link donde descargarlo... por favor. De su obra no conocía mucho, pero sí de Esteban Morales. Lo conocí después de aquella diatriba sobre raza y racismo. Esto que usted publica es un tema amplio, ademas de abarcar un periodo largo de la historia de Cuba y de los EU. Es un placer contar con sus investigaciones y sus estudios. Saludos.

emilio Fernández lobeiras dijo:

6

18 de agosto de 2017

12:20:39


Comentaba en la primera de las reflexiones sobre las intenciones del Gobierno revolucionario, de mantener las relaciones, por canales de discrecionalidad de las mismas y los obstáculos, desde un primer momento, que como freno contenían las mismas. El primer obstáculo lo era el Presidente de la Administración Estadounidense D. Eisenhower, casualmente descendiente de alemanes, asentados en el estado de Pensilvania. El susodicho presidente venía con un curriculum forjado en la guerra, ya que fue general de cinco estrellas durante la segunda guerra mundial. Su belicismo le llevó, a crasos errores políticos, como el de tratar de frenar en su momento a la antigua URSS, creando un cerco escalonado de pactos, como la SEATO, la OTAN, de la cual fue su primer comandante. Inaugura una era, teniendo como vicepresidente a Richard Nixon, con planes belicistas hacia el final de su mandato y preparando en coordinación con la CIA el llamado Plan Bissel, a raíz del triunfo de la Revolución Cubana, y viendo que las presiones económicas no funcionaban. El plan consistía en crear una invasión a la isla, con el objetivo de crear una supuesta "cabeza de Playa" con desafectos Batistianos, que en una primera oleada llegaron a USA. Este plan del Imperio le es traspasado en su defecto a la administración demócrata de John F. Kennedy, el cual la modifica dicha administración demócrata. Se trata de emplear por el expresidente mencionado 26 a 28 aviones bombarderos B 26 y se redujeron a 18. Trazan un plan de disfrazar a uno de dichos aviones como que desertaba de la aviación revolucionaria, pintándolo con las siglas de la aviación cubana, pero no coló, al denunciar la misma el entonces ministro de Relaciones Exteriores cubano RAUL ROA la maniobra. Ese presidente en una ocasión, ante la ONU. Casualmente quiso emplear en su locura belicista, el recurso atómico contra Corea del Norte en aquella época. Fue el iniciador y propiciador de los golpes de Estado en América Latina, el primero de los cuales sucedió en Guatemala. Como dijera Don Quijote a Sancho "con la Iglesia hemos topado"--- las intenciones por CUBA eran conducidas CERTERAMENTE por El Comandante en Jefe Fidel, más sin embargo el obstáculo mayor lo constituía el Imperio, dispuesto a no transar en los primeros y posteriores momentos.

emilio Fernández lobeiras Respondió:


19 de agosto de 2017

04:35:30

Tras el fracaso de Playa Giron, la captura de 1,100 prisioneros, es cuando más belicista el imperio se muestra contra Cuba. Utiliza agresivamente a la marioneta de estados americanos como ariete contra la revolución llamada OEA empiezan o empieza a funcionar planes desestabilizadores de emisoras subversivas, como Radio Swam, y la actitud digna que tuvo Cuba de salirse de la OEA.

Dante Milla Ormaeche dijo:

7

19 de agosto de 2017

16:25:33


Fidel siempre será recordado como un gran revolucionario, un gran estadista, nunca antepuson su soberanía de su patria a intereses subalternos. Cuba viene sufriendo un bloqueo criminal por parte de EEUU, y que incluso 191 países en la ONU se opusieron y votaron en contra de esta canallada y los únicos que se opusieron fueron su agresor y su aliado los sionistas fascistas, que vienen asesinando y quitándoles sus territorios a los Hermanos Palestinos que dignamente también resisten la arremetida criminal del sionismo pese al rechazo de la ONU. Los cubanos serán siempre un pueblo digno que sabrán defender su país de las pretensiones criminales del Imperialismo más rapaz y criminal de todos las épocas. En fin en Cuba se ha consolidado la revolución. "Viva el pueblo heroico de cuba"

emilio Fernández lobeiras dijo:

8

21 de agosto de 2017

16:51:57


Tras el magnicidio del presidente Kennedy, el fracaso de la invasión de Play Giron y gracias a la ayuda que supo dar la URSS a Cuba, en la adquisición de armas como los tanques T-54 gracias a los cuales fue rechazada la invasión, a Bahía de Cochinos, fue el resorte o detonante que empleó el Imperio Norteño, para justificar y desacreditar a La Revolución Cubana, en cuanta reunión o foro internacional La Voz Cubana, denunciara los atropellos del imperio. USA siempre a jugado al policia bueno y policia malo. Cuando hacia políticas internas de mejoría, para ganar votos, hacia políticas duras contra la URSS y Cuba, o países progresistas. Llega la hora de los vice presidentes: Lyndon B johnson, sucede a Kennedy, tras el magnicidio del 63. Hereda, como heredó JFK, los conflictos bélicos que se habían gestado, en décadas previas, como el de Vietnam, Cuba, la caída de sus asociados en el medio Oriente. A la par, mientras aparecían dos bloques o sistemas políticos en el mundo, se constituía un bloque de países no alienados en 1955, con cumbres, distintas en países de oriente en Europa, y la más importante La VI cumbre en La Habana, dónde fue elegido El Comandante en Jefe FIDEL Castro, como Presidente del movimiento de Países No Alineados, sucediendo en aquellos momentos, la guerra de Liberación Angolana, desde años antes. Si Cuba en su momento fue ayudada, era hora de devolver y proteger a una nación Africana, que se defendía en su autenticidad a través del movimiento MPLA. Es compleja la situación, transcurrida, desde el fracaso por parte del Imperio, de la invasión contra Cuba. Agudizó el cerco a La Revolución en todos los frentes, económico, de Foros regionales, diplomáticos etc. ..Sin embargo, tal y como dice Elier en su libro, el Comandante, con discreción, y reservas, siempre tuvo, a pesar de circunstancias geopolíticas, el mantener contacto, y moderación en la persuasión, de que un nivel de relaciones era posible, siempre y cuando, se respetara la soberanía y voluntad del pueblo cubano a ser libre.

emilio Fernández lobeiras dijo:

9

22 de agosto de 2017

23:52:10


Un ejemplo de la magnanimidad cubana, lo constituyó precisamente en el año 1979, de la devolución de los fallecidos pilotos y norteamericanos por cierto, que fueron abatidos, durante la invasión por el imperio a Playa Giron, conservando los cuerpos, por mas de dieciocho años, de willy ray y frank leo broward, que fueron devueltos a los familiares, y en acto de generosidad y grandeza de La Revolución Cubana. Luego los infundios contra Cuba continuaron. Después de Johnson que sucedió a JFK, y que agravó el intervencionismo americano en indochina, con los incidentes del Golfo de Tonkin, llega tras unos pocos años, el peor de todos dentro de las administraciones americanas, nada más y nada menos que Richard Nixon, verdugo del VIETNAM HEROICO, y acérrimo enemigo de Cuba. De ahí que decía, que llegaba la hora de los vice presidentes, siendo ese señor vice de EISSENHOWER en la primera etapa de lucha de La Revolución Cubana y de Defensa contra el Imperio Norteño.