ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Borrar estereotipos culturales y potenciar las verdaderas manifestaciones de las riquezas que identifican a la nación, es una misión compartida entre el Ministerio del Turismo, los artistas y las instituciones culturales. Foto: Alberto Borrego

El incremento sostenido del número de turistas que arriban a Cuba tiene que ver tanto con el crecimiento de las capacidades de alojamiento, las conexiones aéreas y marítimas y el desarrollo de una infraestructura adecuada, pero también de la opinión que se haga, antes y después, el visitante del destino seleccionado para vacacionar.

Tierra pródiga, como otras del Caribe, por las bondades del clima y la naturaleza, Cuba no es solo una opción de sol y playa y nunca lo fue, puesto que antes de 1959, cuando la inmensa mayoría de los turistas provenían de Estados Unidos, se vendieron menos las ardientes arenas de Varadero y mucho las facilidades para el juego, el comercio carnal y el frenesí festivo que presagiaban convertir a la isla, mediante una operación diseñada de conjunto por la satrapía local y la mafia, en una versión antillana de Las Vegas.

Mucho hemos tenido que lidiar, sin embargo, para presentar otra imagen del destino Cuba luego de la refundación de la industria turística desde los años 90 del siglo pasado hasta la fecha.

Lo más fácil es apelar a tópicos y estereotipos, como la silueta de la mulata insinuante que trató en algún momento, manipulada por turoperadores foráneos y domésticos, de servir de gancho promocional, —peligro latente que aflora por resquicios incontrolados— o la estampa paradisíaca de una tierra de maraqueros tropicales dispuestos a compartir un exuberante coctel bajo una palmera.

No se trataba solo de imágenes. La remergencia del sector coincidió con una ardua etapa de resistencia ante las duras condiciones materiales de los 90 en la que hubo gente que perdió el rumbo e hizo trizas valores. Lo más evidente, y contra lo que se ha librado una batalla frontal, fueron los nichos de prostitución, proxenetismo y actividades ilícitas conexas, pero en el subsuelo se enraizaron rémoras que aún se manifiestan en determinadas y marginales prácticas de acoso y rebusque.

He visto —nadie me lo ha contado— en La Habana, Santiago y Holguín guías de turismo de sospechosa voluntariedad, y oído ofrecimientos de toda especie, dichos en baja voz por sujetos que con la mirada detectan la posible presencia de agentes del orden para abortar el asedio.

Contra el malandraje y ciertas lacras que resultan no ser tan subterráneas como parecen, toda prevención es poca y lo amerita un país donde los niveles de seguridad del turista alcanzan cotas impensables en otros lugares de la región.

Pero esa es solo una parte mínima y corregible de la imagen. Otra mucho más compleja pero urgida de encauzar se vincula con la idea que pretendemos que el turista —o los turistas, porque confluyen visitantes de diversas procedencias, hábitos, costumbres, edades e intereses, algo que no siempre se considera— se lleve del país.
Creo se ha entendido, al fin, que pocos, salvo los que prefieren tumbarse en la playa, o desconectar aislados del mundo u optan por instalaciones autosuficientes en las cayerías, vienen a encerrarse en un hotel. El conocimiento del destino está en las ciudades, la calle, la gente, y sobre todo, en la cultura viva de una sociedad portadora de una fuerte identidad que no es congelada, sino en plena transformación y desarrollo.

Sin embargo algunos gestores apuestan todavía por recrear escenografías extemporáneas. Una cosa es preservar y mostrar tradiciones legítimas y otra bien distinta promover desusados figurines y antiguallas ficticias. Ninguno de los personajes que tratan con el turista en nuestras calles se merece el destino de los falsos Lenines que cobran en Arbat por posar en una fotografía ni la reproducción de un cabildo tiene que competir con esos enclaves temáticos del Far West donde se juega a asaltar una diligencia.

Por largo tiempo, desde el V Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la vanguardia intelectual ha insistido en que no hay necesidad de crear una cultura para el turista sino lograr que este se inserte de manera natural y orgánica en la trama cultural del país, la cual tiene mucho que ofrecer, aun cuando se requieran ajustes, replanteos y nuevas proyecciones en sus mecanismos y estructuras organizativas, funcionales y promocionales.

Lo cierto es que en el proceso previo al VIII Congreso de la UNEAC, que sesionará en la capital el 11 y  el 12 de abril próximo, sin excepción, hubo cuestionamientos e insatisfacciones acerca de cómo se refleja la vida cultural en los ámbitos frecuentados por el turismo, que van desde el desaprovechamiento del talento en los espectáculos de los centros recreativos —en muchos lugares todavía prevalece la música grabada— y la baja calidad artística de ciertas representaciones que devalúan las esencias folclóricas hasta las insuficiencias de una información oportuna de los festivales, eventos y programas que puedan atraer a posibles visitantes.

Tales carencias hacen incompleta la imagen cultural de la nación. En lugar de contentarnos con cifras a primera vista alentadoras valdría investigar cuánto más, a partir de la incidencia de nuestras potencialidades culturales, podríamos crecer y estimular el índice de arribos, la duración y repitencia de las estancias y la eficiencia de las operaciones turísticas.

No basta con firmar acuerdos y protocolos entre las instituciones culturales y las autoridades del turismo —documentos conceptualmente irreprochables—, ni de propiciar encuentros interminables y reiterativos en las comisiones que en el seno de la UNEAC abordan en todo el país el tema.

Se impone una relación  fluida y puntual, económicamente fundamentada y culturalmente responsable, que armonice unos y otros intereses en favor de un interés mayor: continuar incrementando el arribo de visitantes al archipiélago y, más importante aún, las utilidades para el turismo y la cultura.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

El Oriental dijo:

1

27 de marzo de 2014

22:56:16


Buenas noches, muy buen articulo, creo que lo que opina el periodistas es lo correcto, sin embargo no es fácil, existen tantos tipos de turistas de acuerdo a las culturas y tradiciones de cada país, ejemplo algunas veces yo me quedo sorprendido con lo que buscan al gunos turistas por ejemplo en Holanda, por eso es que cada cabeza es un mundo, otros lo que les gusta es los casino, no es fácil. Complacer a todos.

Alexis Schlachter dijo:

2

28 de marzo de 2014

07:11:30


Estimado amigo: De nuevo te felicito por tu magnífico y oportuno comentario. Lo que me sorprendió algo inesperado. AL principio te refieres al estado cubano como isla...pero al final del trabajo le llamas archipélago. Ambos términos son totalmente diferentes en geografía. No entiendo por qué motivos usas dos palabras diferentes para calificar a un sólo país.Te agradeceré me expliques esta aseveración doble para lo que sólo tiene un signfciado oficial y claro: el estado cubano es un archipiélago. Gracias por tu amable respuesta, Alexis Schlachter

ROBERTO dijo:

3

28 de marzo de 2014

08:59:43


ES BUEN ARTÍCULO, SIN DUDA, PERO INSISTO MIL VECES EN QUE SE RECLAMA UNA AGRESIVIDAD (si así se acepta el término), UNA AGRESIVIDAD ACORDE CON LAS QUE ENARBOLAN IMPUNEMENTE AQUELLOS QUE PONEN Y DISPONEN A SU REVERENDA VOLUNTAD (e incultura) LO QUE VE Y ESCUCHA EL TURISTA... LAS PALABRAS DICHAS DE FORMA CULTA E INTELIGENTE SON ESCUCHADAS DE MANERA "AZORRADA" POR QUIENES VAN A SEGUIR HACIENDO LO QUE LES PLAZCA EN LO QUE CONSIDERAN SUS RESPECTIVOS MICROMUNDOS. LA RESPUESTA REAL, PALPABLE, CONCRETA: DECLARAR SUS "BUENAS INTENCIONES" Y ASENTIR. HASTA AHORA ESA HA SIDO LA RESPUESTA DEL MINISTERIO DE TURISMO. LÁSTIMA... ROBERTO

ICA dijo:

4

28 de marzo de 2014

10:28:38


Estimado: excelente!!! A esto se puede añadir que lo que buscan los turistas se sabe muy bien y se tienen registros de sus preferencias en casi todas las cadenas que se respetan y tienen cierto trabajo adelantado en lo que concierne a los Sistemas de Gestión de la Calidad. Solo que hay que desenterrarlo y trabajar con esta valiosa herramienta para lograr el cambio. A propósito: Sería bueno que los cubanos desde sus casas, a través de sus líneas teléfónicas y sus PC, tuvieran acceso a estas páginas de Cuba. ¿Podrían ustedes indagar acerca de esta posibilidad?

Darío dijo:

5

28 de marzo de 2014

11:36:36


Concuerdo con Ud. periodista, trabajé años en el sector y considero que es posible siempre que se promueva y se incluya en circuitos o paquetes, donde se cobre el talento cultural y se compartan los ingresos, de hechos los hoteles demandan servicios de música sobre todo, pero los precios están por encima de los presupuestos permitidos y hay que conformarse con menos calidad o grupos de pequeño formato.

jorge oscar usoz dijo:

6

28 de marzo de 2014

16:24:51


Estimado Pedro pienso que lo tuyo es valido tomando como referencia el ideal, pero cuando chocas con la cruda realidad te encuentras que lo de Uds. no es perfecto es perfectible y lo que tu criticas con razón, tratando de mejorar, en un contexto internacional, viven en el mejor de los mundos. Por trabajo, por placer tuve la suerte de viajar bastante y te asuguro que esto es asi. Estuve en la isla hace muy poco, 21 das en La Habana me interrelacione con gente de todos los extractos, nunca pero nunca un problema, seguridad total a cualquier hora, droga casi no existe, fantochadas con respecto a la venta burda de la cultura y tradiciones son pocas, tal vez debería darte la derecha con respecto al sexo, es solapado existe, pero es un nada midiéndolo con cualquier gran urbe. Mi apreciación final con lo que tienen hacen milagros, obviamente hay mucho por mejorar, tiempo al tiempo.

Ulises Mora dijo:

7

28 de marzo de 2014

20:20:20


Estimado Pedro, acabo de leer tu artículo que veo más que necesario desde hace mucho tiempo y que coincide con mi lucha artística y mis aspiraciones con Timbalaye , siempre empeñado en dar a conocer nuestro folclor, los valores y conquistas de nuestro país sin banalidades sea dentro que fuera del mismo, porque como bien dices, nuestra cultura es viva y en constante desarrollo. Aché y que Viva el 8 Congreso de la Uneac. Ulises Mora

Luiz Felipe Haddad dijo:

8

29 de marzo de 2014

19:08:42


Yo, familiares y amigos, hemos estado en Cuba por una semana, en marzo pasado, principalmente en La Habana y Varadero. Fue una buena experiencia, en termos culturales, de relax en excelente playa, y de solidariedad con un pueblo muy semajante al de mi país. Por ese diario, yo saludo el gobierno y todos los hermanos de esa bella y valiente isla caribeña.

Willian dijo:

9

30 de marzo de 2014

15:35:26


Muchas gracias por su articulo, que comparto en su totalidad. Si hay algo que me gustaria comentar y es el hecho de que el turizmo es a su vez, un elemento activo que ha demostrado su nivel de influencia, mas alla del indicador economico. Por Ejemplo, fue por el turismo internacional, que volvimos a la musica tradicional cubana y emergieron figuras que practicamente estaban olvidadas en el ambito sonoro y hasta me atrevo a pensar, que cuando cuba llegue a tener 15 millones de turistas , que lleguen buscando sitios para bailar el son, un chachacha y todo lo que existio, antes de la invacion reguetonera, Pues volveremos a ser una potencia musical y no solo a nivel del caribe, sino mundial. Recido en estambul/ turquia y me llama mucho la atencion como aqui crecen los amantes del baile de parejas , que tubo sus origenes en cuba y que contrasta con el nivel que ha alcanzado la influencia de la musica tecno en cuba. Creo que el desarrollo del turismo sera tambien motor impulsor de mejoras en las condiciones de trabajo del artista cubano y en especial los musicos que sobreviven a base de propinas y que hacen sus presentaciones bajo condiciones que realmente No se corresponden con el aporte al disfrute del vicitante. Seria muy bueno que se implantara un salario justo, para los musicos de la habana vieja y mas que eso, condiciones de trabajos minimas, como un sistema de audio, ect.

Hugo Huguet dijo:

10

31 de marzo de 2014

16:31:48


Turismo Urbano: Holguín - Cuba Desde principios de la década de los 90 se observa una creciente proliferación de literatura e investigaciones dentro del ámbito de la actividad turística orientadas a identificar, describir, analizar y explicar la presencia de un fenómeno, aparentemente, nuevo al que diversos especialistas han denominado, indistintamente, como turismo de ciudad, turismo urbano o turismo metropolitano. Cualquiera que sea el enfoque utilizado, lo cierto es que hoy existe abundante bibliografía en torno a la delimitación de nuevas formas de Turismo, que suelen presentarse como un fenómeno novedoso, cuando la realidad y los antecedentes históricos han demostrado que el viaje y los factores que lo motivan son prácticamente inherentes a la sociedad y han existido, con mayor o menor evidencia, desde tiempos remotos. La afirmación se basa en un aspecto determinante. Si en épocas anteriores las visitas a las ciudades se hacían con cierta espontaneidad sin que mediara ninguna entidad especializada, dígase Agencias de Viajes (AV); los visitantes se desplazaban por sus propios medios donde la publicidad turística era casi nula, o se enmarcaba en la información que nos aportaba la incipiente industria cinematográfica; en la actualidad esta situación ha cambiado drásticamente, pues las ciudades no esperan pasivamente a que se le visite, sino que se preparan y organizan para recibir la visitas. Si antes era suficiente conocer que existía Paris, Roma, Venecia, Londres o Nueva York, hoy es necesario trabajar para que se conozca La Habana, Santiago de Cuba, Holguín o Camagüey, por citar algunas plazas, porque la oferta se ha multiplicado más de 100 veces. Todas aquellas grandes urbes con liderazgo por la cantidad de visitantes renuevan sus productos y rediseñan los existentes cada año. Aclaramos que no pretendemos comparar Holguín con las grandes ciudades del mundo, ni siquiera con La Habana, pero hemos escuchado a muchas personas en múltiples ocasiones, incluyendo a especialistas del sector, expresar que Holguín no tiene nada para mostrar. Planteamiento totalmente errado. El turismo urbano ha de verse como el reflejo de la imagen de la ciudad, pues pone a la luz la identidad de la localidad y ayuda al conocimiento del país. El visitante que viene a nuestras playas y no recorre la ciudad no conoce Cuba. No hay diferencias entre la playa Guardalavaca o playa Esmeralda con una playa en Punta Cana, en República Dominicana, las tres están en el Caribe y tienen atributos similares. Entonces debemos formular la siguiente pregunta ¿Qué debemos desarrollar el turismo urbano, una cultura de consumo o un consumo cultural? Esta interrogante debe gravitar en cualquier programa de turismo de ciudad que se vaya a diseñar. Solo si se concibe un plan tendente a incentivar un consumo cultural de la ciudad tendrá que realizarse sobre la planificación de un trabajo armónico, orgánico, sistemático y holístico, con las riquezas materiales y espirituales que atesora nuestra ciudad. Así mismo, debe tener como base principal la originalidad y la curiosidad; despertar en el turista la sensación de la “diferencia”, de lo “único”, debe disfrutar y sorprenderse de la “experiencia vivida”. Eso es lo que mantiene viva la ciudad desde el punto de vista turístico y lo que permite una sinergia en su condición de atractivo turístico. Fuimos testigos de la sorpresa y sensación experimentada por el entonces Ministro de Cultura Abel Prieto al caminar por la calles de Holguín una madrugada en el marco de las Romerías de Mayo, cuando expresó que “para creer lo que veo, hay que venir a las Romerías”. El escepticismo nos embargó cuando vimos cerrar calles para dar paso al boulevard, que los carros no transitaran más por la calle Libertad. Hoy me alegro de que hubiese existido un polémico “Proyecto Imagen”. Me imagino el gran espacio monumental del maestro Cosme Proenza al lado de Sancho, el Quijote y su Molino; ya tenemos a nuestro Gran Teatro “Eddy Suñol”, donde hemos sido testigos de presentaciones de muy altísimo nivel, la más reciente, fue la de Vladimir Malhakov, uno de los mejores bailarines del mundo, Holguín se reanima y embellece, se planifican nuevos hoteles en el centro de la ciudad, galerías de arte, proliferan restaurantes particulares y estatales pero todo basado en una estrategia basada en lo que queremos lograr y desarrollar. Holguín esta redefiniendo su perfil turístico y el grueso de los visitantes que pernoctan lo hacen a partir de la motivación genérica de su Cultura y sus eventos asociados, están irrumpiendo con fuerza como elemento de atracción primaria y se ha conformado como un elemento esencial en la definición de la ciudad. La enunciación no es un elemento baladí, pues determina, en cierta manera, no sólo los usos turísticos de la ciudad sino también los usos funcionales y sociales por parte de los residentes. Las oportunidades por tanto se centran en la mayor capacidad de generar desarrollo sostenible a partir del turismo urbano. El ejercicio de valoración contingente ha mostrado que la ciudad es un elemento de valor para los demandantes turísticos, pero también para los residentes, que son a su vez parte de lo usuarios de la ciudad y co-responsables en la construcción de su imagen. Futuras investigaciones deberían profundizar en qué elementos de la ciudad crean identificaciones afectivas en los residentes y cuáles no. La relevancia en la definición de la ciudad obliga a que tanto los planificadores públicos, como los agentes turísticos y sociales de la ciudad articulen los consensos necesarios para orientar el dibujo de la misma con la intención de que el turismo urbano sea origen de un desarrollo armónico, sostenible y responsable, y que junto a la capacidad de generar renta y ocupación, responda a las demandas y necesidades de los ciudadanos en términos de concertación social, habitabilidad, identidad colectiva. Mientras tanto nuestro querido Holguín, renace en una campaña que invita a visitarnos: Más holguineros, Más podemos “… para un turismo de paz, de salud y de seguridad, del que puedan disfrutar niños y familias, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad; para un turismo de recreación sana, cultura y descanso; para un turismo sin casinos ni juegos; para un turismo sin desempleados ni limosneros; para un turismo sin drogas ni delitos, en el país que a pasos de gigante avanza ya incontenible hacia una cultura general integral… Fidel Castro 21 de enero de 2003 Holguín, fundada en 1720, se levanta hoy fraguada de historia y encantos. Colón la definió en 1492 como “la tierra más hermosa...”. Su historia desde esa fecha hasta hoy recoge la entrega de sus hijos a la causa más digna de su pueblo: la libertad. Por la presencia de atractivos naturales y culturales es una de las ocho regiones priorizadas en el país para el desarrollo del turismo, por lo que este sector juega un papel importante en el desarrollo económico y social de la provincia http://info-faro.org/articulo/turismo-urbano-holguin-cuba

Ivan dijo:

11

31 de marzo de 2014

16:46:23


Estimado Pedro, me parece muy bueno su artículo y mucho mejor que este particular sea discutido en el congreso de la UNEAC. Hoy Artex cuenta con la Agencia de Viajes Paradiso, que su encargo es precisamente el turismo cultural. Debe ser esta agencia la encargada de mostrar lo mejor de nuestra cultura a quienes nos visitan, creo que cuenta con un personal muy profesional para hacerlo. si el congreso se lo plantea desde esta óptica, le aseguro que el acercamiento a nuestra cultura y nuestras tradiciones será mucho más efectivo. Le agradezco la profundidad de sus razonamientos y sus puntos de vista. Esta mañana lo discutimos en nuestra sucursal.

Enrique dijo:

12

1 de abril de 2014

11:22:06


Interesante artículo, Pedro, que continúa el tema de cultura y turismo, algo que no puede andar separado. Solo pienso que a tu artículo y a cualquier análisis que los gestores del turismo hagan del tema, habría que incorporarle la idea de que turismo, según todos los diccionarios, es viajar por placer, por lo que no solo es turista el extranjero que visita otro país, sino también el nacional que recorre el suyo en búsqueda de sus expresiones culturales. En tu artículo y en las ideas que defiende la UNEAC, está implícito este concepto cuando se insiste en que no hay que crear una cultura para el turismo, pero creo que falta hoy la conciencia de que nosotros también somos turistas cuando queremos recorrer el Casco Histórico de alguna de nuestras principales ciudades, cuando pensamos en irnos unos días a alguno de los polos, cuando vamos a un museo, a un teatro, a un concierto, cuando visitamos el Acuario, cuando quisiéramos “darnos una puñalada” y festejar alguna fecha en Tropicana. Solo que a veces los precios y los diseños, concebidos para el que viene de afuera, no nos agradan. ¿Cuántas veces no hemos escuchado a un visitante lamentarse de que alguna actividad en la que participa está diseñada solamente para el turista extranjero y no se tropieza con un cubano en toda la velada? ¿No has estado tú en el Delfinario de Varadero donde los precios y las restricciones solo permiten al extranjero bañarse con los delfines? Y te lo dicen abiertamente: el baño con los delfines es solo para turistas. ¿Y yo que soy? Eso también es expresión de cultura, creo yo. Seguramente la unificación de la moneda eliminará muchos de estos fenómenos, pero desde hace tiempo Cuba logró unificar algo importante que es el nivel de instrucción, de educación y de preparación de su pueblo que sabe distinguir y buscar, que llena salas y explanadas cuando de buenas expresiones se trata y que sabe evadir los recovecos donde se hacen “ofrecimientos de toda especie”. Como también hay quienes buscan lo pobre, lo insignificante o lo prohibido. Eso no se podrá evitar ni aún en el caso en que los ministerios de Cultura y Turismo coincidan en apreciaciones. Solo que todo el mundo sabe que lo pobre y lo insignificante no perdura y lo prohibido se persigue. Pero en última instancia, la “cultura” que busca el turista en Cuba, ese turista que definen los diccionarios, es la nuestra, la que podamos disfrutar nosotros, porque está diseñada para nosotros desde todo punto de vista. Seguramente también, el día en que se nos considere turistas, el día en que en las estadísticas no se diferencien las cifras de llegadas de visitantes y de turistas nacionales, el día que paguemos por ver algo que valga la pena o no paguemos por rechazar algo que no lo merece, la cultura en el turismo encontrará el nivel que corresponde. Mientras tanto, se seguirán inventando “espectáculos” para el que viene un día y se va al otro, llevándose una idea equivocada del país.

Cultura Popular dijo:

13

1 de abril de 2014

16:37:43


Buenas tardes!!! Muy buen articulo!! Lo Felicito!!! Pero solo quiero reflexionar sobre algo, los turistas que nos visitan e su inmensa mayoría viajan a través de una agencia de viajes (muy pocos lo haces por sus medios) esas agencia de viajes que en su mayoría pertenecen al MINTUR no le interesa el producto cultural cubano, solo como promoción y forma de atraer clientes, pero la realidad es otra, aquí en mi provincia solo se resumen a visitar alguna galería particular y un paseo en Bicitaxis, quedando fuera, museos, proyectos socioculturales, grupos portadores, instituciones de la cultura con alto valor artístico y patrimonial, en realidad a los únicos que les interesa promover los verdaderos valores de nuestra cultura es a la agencia PARADISO, pero por desgracia me han informado que como no son del MINTUR no pueden ser receptivos de turoperadores extranjeros, es decir, los clientes los traes el MINTUR (Cubatur, Cubanacan Viajes, Havanatur, Gaviota Tours con sus respectivos turoperadores) y con ellos hace lo que ellos entiendan, no importa si es un producto fatuo , con poca calidad, eso no les duele, hace unos días hablé con un funcionario de Paradiso, interesándome en estas cuestiones y me explicó que existen muchísimos turoperadores extranjeros interesados en traer clientes a cuba con fines turísticos culturales, pero el MINTUR quien regula la política de representación turoperadora en cuba no les permite que tengan representación en Paradiso. Tenga usted sus propias concluiones!!!!

Canario. dijo:

14

1 de abril de 2014

17:56:55


Muy interesante el artículo, así como las opiniones de los demás lectores. No voy a repetir, aquí y ahora, mis impresiones-positivas y negativas- como turista en Cuba. Lo que sí desearía, humildemente, es avisar a los cubanos de que se cuiden más de la calidad y menos de la cantidad de visitantes a su país. Que no ocurra en Cuba como en Canarias, donde nos llegaron 12 MILLONES de turistas este último año (Frente a los sólo 2 millones de habitantes isleños), una buena parte de los cuales componiendo multitudes de bajísimo poder adquisitivo, cuya presencia masiva, además de afectar gravemente al medio ambiente de nuestras islas (Poco más de 7.000 kms. cuadrados de territorio, frente a los 112.000 de Cuba), impone una paralela demanda-consumo de recursos, servicios, productos... Para hacerse una idea: prácticamente casi toda el agua potable en algunas de las islas más turísticas hay que "fabricarla" por medio de potabilizadoras de agua marina que funcionan con electricidad procedente de centrales alimentadas con derivados del petróleo... la inmensa mayoría de los alimentos se han de importar, como todos los hidrocarburos que se consumen en Canarias... ¿Vale la pena; es un negocio tan rentable, el turismo "a lo loco" y masificado?

Alfonso Cadalzo Ruiz dijo:

15

3 de abril de 2014

10:08:07


Estimado Pedro: Medular el contenido de este comentario. Coincido totalmente contigo en que lo importante es que los turistas se inserten en la realidad cultural presente, y no la creación de una "cultura" para consumo turístico, basada muchas veces en una imagen idílica pretérita. Contamos con una riqueza actual que ha heredado lo mejor de nuestro acervo cultural. Lamentablemente muchos de los que se dedican a la invención de "módulos" culturales para un turismo cultural de "exportación", se afanan en edificar sobre la arena. Lo mejor es que fluya el encuentro con la cultura cubana tal cual es. Sin negar el pasado cultural del que sentimos un orgullo legítimo y que merece ser mantenido entre lo que mostramos.

Carlos Cañas dijo:

16

9 de abril de 2014

11:04:16


Para promover el turismo Cuba deberia ampliar los recursos disponibles para el turista en el Internet. Para gente como yo, que le gusta planear sus visitas, contratar hoteles, y alquilar un coche para seguir su propio itinerario, el Internet es una herramienta esencial. Casi todos los paises tienen facilidades para contactar hoteles, restaurantes, descripcion de lugares a visitar, etc., pero no Cuba. Especialmente hoteles y restaurantes familiares, etc., lugares en donde uno puede conocer la verdadera cultura local y no los "turist traps" que ofrecen las compañias de turismo. Eso es lo que falta.

Carlos Cañas dijo:

17

14 de abril de 2014

15:50:16


Me parece que Cuba debe de ser mas agresiva en promover el turismo a travez del Internet. Como turista que le gusta viajar por cuenta propia, uso el Internet para planear mis viajes, buscar y reservar hoteles, comprar pasajes de avion, hacer reservaciones en restaurantes, reservar alquiler de autos, etc., antes de salir de viaje. Desafortunadamente no hay forma de hacer esto en Cuba. Incluso encontrar hoteles o residencias particulares con cuartos de alquiler es dificil, sino imposible. Cuba tiene mucho que ofrecer culturalmente, su musica, su comida, su arquitectura, etc., y es una lastima que todo esto no se promueva activamente. El Internet es una ventana al mundo que debe de aprovecharse.