Investigadores de las universidades Carlos III de Madrid, en España, y Johns Hopkins, en EE. UU., crearon un modelo informático que simula el crecimiento de los tumores de mama, desde una perspectiva biomecánica. Según lo publicado por los autores del prometedor resultado en la revista científica mensual Acta Biomaterialia, lo anterior les permitió proyectar cómo las células cancerosas se multiplican, invaden y logran reproducirse con mayor o menor rapidez, en dependencia de lo rígido y poroso que sea el tejido circundante al área de la mama, donde surgió la neoplasia, y de la fortaleza de las uniones celulares. El estudio abre las puertas al diseño de tecnologías que permitan conocer la mecánica del tumor, lo cual constituye una información relevante a la hora de seleccionar el esquema terapéutico para combatir el cáncer…
Inaugurado el 8 de mayo de 1887, el Laboratorio Histobacteriológico e Instituto de Vacunación Antirrábica de La Habana, fue una institución de relevante importancia en el desarrollo de las ciencias médicas en Cuba a finales del siglo XIX. Su creación obedeció a la iniciativa del doctor Juan Santos Fernández Hernández, reconocido pionero de la Oftalmología en nuestro país, quien, interesado en aplicar en la Mayor de las Antillas los métodos y descubrimientos del sabio francés Louis Pasteur, envió a París a los doctores Diego Tamayo, Francisco Vildósola y Pedro Albarrán, a fin de que se entrenaran y llegaran a dominar algunos de aquellos procederes, avanzados para la época, en el campo de la Bacteriología. Como aparece en el libro Historia de la Ciencia y la Tecnología en Cuba, de un colectivo de autores encabezado por el doctor Pedro Marino Pruna, tras el regreso de los tres médicos tuvo lugar la apertura del flamante centro, que radicó en la Quinta de Toca, en la avenida de Carlos III, lugar de residencia de Santos Fernández. Allí se logró producir, antes que en ningún otro país de América, y con la misma calidad al obtenido en el laboratorio de Pasteur, el suero antirrábico en el propio año 1887, vacuna que era gratis para los pobres, y cuyo empleo redujo, de forma significativa, la mortalidad por esa enfermedad…
Un equipo de científicos de las Universidades de Harvard y Washington demostró que una fisura de diez kilómetros y medio de largo, extendida sobre una plataforma de hielo antártica, es la de más rápido crecimiento observada hasta el presente. La enorme fragmentación se formó en 2012, en el glaciar Pine Island, de la Antártida occidental, y su velocidad de expansión fue estimada en unos 130 kilómetros por hora. Tomando en cuenta ese dato, los especialistas creen que la capa de hielo de la Antártida occidental ya ha comenzado un proceso de derretimiento que será irreversible en todos los escenarios posibles, y culminará con su entrada en el mar.









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