Un reciente estudio publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte que en al menos uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta tendrá un 40 % de probabilidad de alcanzar, temporalmente, una subida de 1, 5 grados Celsius, por encima de los niveles preindustriales. Según lo planteado en las conclusiones del trabajo, de suceder lo anterior tendría lugar un incremento del deshielo y del nivel medio del mar, junto a la ocurrencia de olas de calor más frecuentes y fenómenos atmosféricos extremos, con mayores repercusiones en la seguridad alimentaria, básicamente en los países en vías de desarrollo. Si el calentamiento global continúa su ritmo actual, en 2060 podría marcar un punto de inflexión, a partir del cual las consecuencias serán irreversibles durante varios siglos, indicó el estudio publicado en la revista Nature…
Tras ocho años de labor, el proyecto Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local, Basal, culminó su etapa de implementación (2012-2020), con resultados muy favorables en apoyo al proceso de adaptación al cambio climático en el sector agropecuario cubano. Liderado por la Agencia de Medio Ambiente (AMA) y el Instituto de Geografía Tropical del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), junto al acompañamiento del Ministerio de la Agricultura, Basal fue implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Dentro de los principales aportes del proyecto Basal figuran haber demostrado la efectividad de las medidas de adaptación en sitios de referencia, al propiciar mejoras en las propiedades físicas de los suelos, mayor eficiencia del uso del agua para riego a nivel de fincas, y el aumento de los rendimientos promedios por hectáreas con la aplicación de buenas prácticas en arroz, frijol y maíz, hortalizas, viandas, pastos y forrajes...
Investigadores de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, descubrieron cantidades inesperadamente grandes de mercurio en las fosas abisales más profundas del océano Pacífico (entre ocho y diez kilómetros bajo la superficie del mar). Estas superan cualquier valor previo registrado en sedimentos marinos remotos, así como en muchas zonas del mundo contaminadas por los vertidos industriales del referido elemento químico. La capacidad de dispersarse con suma facilidad y entrar de igual modo a la cadena alimentaria, unido a su elevada toxicidad, lo hacen muy peligroso para la salud humana.

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