Un equipo de investigadores de la Universidad de California, EE. UU., realizó un estudio en tiempo real de los efectos nocivos a la salud ocasionados por la contaminación atmosférica que provoca el intenso trasiego de vehículos. Para ello, los científicos expusieron a ratas de laboratorio de ambos sexos, durante un máximo de 14 meses, a la influencia de aire contaminado extraído de un túnel altamente transitado por medios de transporte ligeros y pesados, localizado al norte de la referida ciudad. Los ejemplares incluidos en la investigación, cuyas edades estaban en el rango de tres, seis, diez y 15 meses, fueron divididos en dos grupos: ratas normales y ratas con un perfil genético que en la versión humana comporta un aumento en el riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer. De acuerdo con los resultados observados, la contaminación atmosférica generada por el tráfico aceleró los rasgos propios de la enfermedad de Alzheimer no solo en los roedores con el perfil genético de riesgo, sino también en las ratas no portadoras de esa condición. Otro descubrimiento importante del estudio es que, a juzgar por los resultados, la contaminación atmosférica generada por el tráfico automotor es un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer en su modalidad de aparición tardía, la más común. Lo anterior podría explicar, en buena medida, el aumento del número de personas afectadas por esa dolencia degenerativa, que en la actualidad es la causa más común de demencia asociada a la vejez en el mundo.
Los investigadores del Instituto de Cibernética, Matemática y Física, Augusto González y Darío León, se convirtieron en los primeros profesionales de esa institución en publicar artículos científicos en la revista Scientific Reports, perteneciente al prestigioso grupo editorial Nature. Los trabajos tratan, por ese orden, de mutaciones que aportan datos sobre el riesgo de cáncer en un conjunto de tejidos y el modelado de la carcinogénesis, y acerca de un estudio de la modificación de la función de distribución de la expresión génica cuando el estado biológico experimenta un cambio. Ambos artículos son fruto de la colaboración con la Universidad de Módena y Reggio Emilia (Italia) y la Universidad de Ciencias Electrónicas y Tecnología (China). En el segundo participan, además, especialistas del Centro de Neurociencias de Cuba.
Basados en modelos del clima y en la comparación de datos correspondientes al Mioceno Medio (hace entre 13 y 17 millones de años), cuando el dióxido de carbono atmosférico y la temperatura global alcanzaron niveles similares a los pronosticados para finales del presente siglo, especialistas de la Universidad Exeter, en el Reino Unido, y del Servicio Meteorológico Nacional Británico determinaron que la capa de hielo de la Antártida era más inestable en el pasado de lo que se pensaba hasta ahora. Tal conclusión pone de manifiesto la preocupante posibilidad de que, ante el establecimiento de un clima más cálido, aumenten las precipitaciones en esa región austral del planeta y ocurra una mayor pérdida de hielo, al reducirse la capacidad del sistema climático para mantener allí una gran capa de masa helada.

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A da dijo:
1
29 de mayo de 2021
23:00:15
Ada Respondió:
1 de junio de 2021
23:52:13
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