La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló este viernes que entre 2020 y 2021, los dos primeros años de la pandemia de COVID-19, se perdieron 336,8 millones de años de vida.
La muerte prematura de millones de personas marca este cálculo, pues «en promedio, cada muerte atribuida directa o indirectamente a la pandemia de COVID-19 a finales de 2021 provocó una pérdida de más de 22 años de vida».
Un reporte de la agencia DW señala que esto equivale a más de cinco años de pérdida de vida por segundo.
En su informe anual de estadísticas, la OMS agrega que desde entonces el número de muertos por COVID-19 ha seguido subiendo, aunque a un ritmo más lento.
Justamente esta desaceleración motivó que la OMS eliminara su nivel máximo de alerta, aunque advirtió que la enfermedad no ha desaparecido.
El balance oficial de fallecimientos atribuidos a la enfermedad es actualmente de 6,9 millones de personas.
La cifra incluye las muertes directas por coronavirus y también los fallecimientos ocasionados por el impacto de la pandemia en los sistemas de salud.















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