ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Las tejerías, Aragua, Venezuela.–«¡Quítense, pronto!», dijo el viernes pasado el dueño de la cauchera (ponchera), al final de una tarde «pasada por agua» en esta comunidad del aragüeño municipio de Santos Michelena.

Concurrida a esa hora, como es costumbre en Las Tejerías, la esquina donde tenía su negocio el casual emisario de la tragedia, se volvió un enjambre despavorido. Yerlaine González estaba allí, vio al comerciante apuntar con el índice a la quebrada que atraviesa la urbe. «¡Se salió, –repetía el hombre–, miren lo que se nos viene!».

En Las Tejerías, donde el deslave provocó muerte y dolor, hay presencia cubana para tender la mano en la atención médica. Foto del autor

«Solo tuve tiempo de sujetarme de una baranda de hierro», relata Yerlaine. «Todo sucedió de repente, desde lo alto venía la montaña de tierra, y en ella, árboles, grandes piedras, como un furioso mar loma abajo».

Entre las decenas de lugareños que estaban cerca de la mujer, hay muertos y desaparecidos. Ella cree saber cómo sobrevivió: «Fue Dios», repite, mientras cuenta su drama. «Estuve horas aferrada a aquella baranda, sin que nadie pudiera ayudarme; era como una ola de lodo, que me hacía subir y bajar».

Cuando se calmó la avalancha seguí allí, tapiada de lodo hasta las rodillas; ya en la noche una joven me ayudó a salir.  No lloro, mis lágrimas se agotaron; tengo la espalda, la cabeza, las piernas, todo lleno de golpes y moretones; pero estoy viva, y muy bien atendida, ¿sabes?».

De las heridas, y de la presión arterial, «que se me subió hasta 210», Yerlaine se restablece ingresada en el Centro de Diagnóstico Integral (cdi) Cipriano Castro, ubicado en un punto alto de Las Tejerías. «¡Qué suerte tener aquí a estos cubanos! Me atienden buenísimamente bien, Dios los bendiga, ¡cuánto les agradezco!».

Para asistir a los afectados por la tragedia, que ha dejado cerca de un centenar de víctimas entre muertos y desaparecidos, sin contar los destrozos que ocasionó a la infraestructura de la urbe, el Cipriano Castro, único cdi de Las Tejerías, ha recibido refuerzos en medicina, insumos, y personal procedente del cdi más próximo, explica la doctora Rosalía Jiménez, al frente del colectivo.

«Activamos un grupo de respuesta inmediata, que a diario se va a la comunidad, a asistir a la población», detalla la médico. «Hacemos labor de terreno, diagnosticamos rápido, en respuesta preventiva a enfermedades diarreicas y digestivas, además de otras emergencias que suelen ocurrir tras un evento como este».

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