MAIQUETÍA, Venezuela.-Al pie de la escalerilla del A340-600, en la misma pista del aeropuerto donde diez días antes los despidió esperanzado, el ministro del Poder Popular para el Petróleo de este país, Tareck El Aissami, los recibió orgulloso, «porque ustedes representan a la Venezuela que expresa socialismo en sus valores de profunda hermandad, cooperación, y solidaridad».
Los recién llegados (42 hombres y una mujer) son bomberos y técnicos de la compañía Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), los que, fundidos en un solo frente con cubanos y mexicanos, cuando la base de Supertanqueros de Matanzas ardía, desafiaron la muerte.
Vencieron, y aquí están, de vuelta, «con la misión cumplida, enalteciendo el orgullo venezolano y fortaleciendo una vez más la unidad entre nuestros dos pueblos», destacó El Aissami.

Ante el embajador de la Isla, Dagoberto Rodríguez Barrera, aseguró que «frente a cualquier adversidad, en cualquier circunstancia, estaremos al lado de Cuba; sabemos que ustedes siempre estarán al lado de Venezuela».
El diplomático cubano, por su parte, reiteró el agradecimiento al presidente Nicolás Maduro, a su ejecutivo y a todos los venezolanos y venezolanas, porque «en un momento tan difícil, su invariable solidaridad con Cuba se tradujo en una respuesta muy rápida; sin vacilación nos tendieron la mano, a riesgo de sus propias vidas».
Con ese acto, y sin darse cuenta quizás, «ustedes se convirtieron en paradigmas de los sueños de nuestros precursores», aseveró.
«Han regresado vencedores a su patria, pero quedan en los corazones cubanos», agregó.
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