Para el doctor en Ciencias Mario Antonio Padilla Torres, experto del Centro de Investigaciones de la Política Internacional, la crisis globalizadora, con impacto en la economía y las finanzas, profundizan los procesos culturales y ecosistémicos, con énfasis después del azote de la pandemia de la COVID-19, que situó al mundo al borde de un descalabro.
Afirma que la situación actual tiene un carácter movedizo, por la crisis general del mundo en su nuevo ciclo, con elementos nuevos como la globalización de la informatización con fines comerciales, económicos, militares, financieros, terroristas y seudoculturales.
Entrevistado por Granma, Padilla Torres considera que se pueden definir cinco grandes contradicciones.
La primera puede denominarse como interimperialista, caracterizada por un nuevo reparto del mundo, posicionamientos hegemónicos en la búsqueda de mercados, productos básicos para el desarrollo y la lucha por manejar los resultados inmediatos que propicia la cuarta revolución industrial.
La segunda de esas contradicciones está enmarcada en los problemas entre países del Norte con los del Sur. Las antiguas metrópolis ponen en práctica nuevos métodos de vasallaje y expoliación, bajo la cobertura de la globalización neoliberal y los resultados a su favor de la cuarta revolución industrial.
La tercera se da entre el capitalismo y el socialismo, porque aún no termina la guerra fría, y existen los mismos instrumentos de presión y los métodos por demostrar que la vía socialista no es viable, y que es un fracaso. Existe un reducto nada despreciable de países socialistas que construyen un futuro próspero con características nacionales propias.
Las contradicciones intrínsecas del capitalismo en su fase superior y última, el imperialismo, se mantienen en cuarto lugar, y por último, la pugna entre los países para tomar el liderazgo regional y que se les tome como potencia mundial.
«Las tendencias actuales y los problemas globales tienen una relación directa, ya que las primeras direccionan las relaciones internacionales, y las segundas ejemplifican las causas y consecuencias de un mundo contradictorio», precisó el estudioso de estos temas.
Las tendencias, dijo, están en la crisis estructural, global y sistémica del capitalismo; en la globalización neoliberal; en la transnacionalización del capital; en el militarismo, con su peligro de una guerra mundial; en los conflictos locales y étnicos; en el cambio climático; en el terrorismo de Estado; en el desarrollo de guerras mediáticas que utilizan el ciberespacio; en el tráfico de personas y los problemas migratorios; en la xenofobia; en la violencia; en el tráfico de drogas; en la inseguridad alimentaria y en la crisis sanitaria generada por la COVID-19.
Debe continuar, agrega, la revolución en la investigación científica, principalmente en la creación, distribución y aplicación de vacunas, y recalcó que urge una mayor solidaridad ante las pandemias, una revisión de la gestión de los servicios médicos, y el fortalecimiento de los organismos multilaterales para trabajar en conjunto.
Padilla Torres aseveró que los problemas globales se multiplicarán si no se logra confianza en las relaciones entre los Estados, «una cuestión lejana aún, máxime cuando la lucha por el posicionamiento geopolítico se hace cada día más visible».
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