Escándalo tras escándalo, Donald Trump continúa su camino en una administración que, según los documentos filtrados del embajador británico en Washington, Kim Darroch, las relaciones entre sus funcionarios son de «peleas a cuchillo».
Los memos filtrados «por autores desconocidos» despertaron la ira de Trump, quien, cual superhéroe de Marvels, fulminó de un tuitazo al embajador, que solicitó su renuncia.
El Gobierno británico, según refiere Sputnik, ha abierto una investigación profunda para esclarecer cómo y quién accedió, distribuyó y filtró las comunicaciones confidenciales de la Embajada en Washington.
Se especuló inicialmente sobre la injerencia de fuerzas hostiles en la operación de filtrado de los memos, incluso algunos medios insinuaron nombres de «eternos culpables» en la trama, sin embargo, funcionarios británicos apuntan a una filtración política más que a un pirateo informático, según informó el Comité Parlamentario en Exteriores.
«Temo que haya más filtraciones», respondió a los diputados sir Simon McDonald, secretario permanente en la Cancillería.
El diplomático sugiere no descartar a Trump por su capacidad para lidiar con los escándalos y «emerger de las llamas, maltrecho, pero intacto, como Arnold Schwarzenegger en las escenas finales de The Terminator».
Muchas cosas quedan por decir, lo cierto es que de nuevo el gran showman se coloca frente a las cámaras, se apropia del escenario y saca de circulación a un ¿aliado incómodo?, usa sus cartas en un juego que, a nuestro entender, le trasciende, en un movimiento político donde lo que está sobre el tapete es el escenario futuro de un país, incluso del continente europeo.
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R PONS dijo:
1
12 de julio de 2019
07:57:17
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