PARÍS.—Las elecciones departamentales francesas, consideradas un test de cara a las presidenciales del 2017, resultaron un nuevo revés para el Gobierno, que sigue perdiendo credibilidad.
Tras la segunda vuelta, efectuada la víspera, la alianza entre la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), liderada por Nicolás Sarkozy; y la Unión de Demócratas e Independientes (UDI), ganó 66 departamentos de los 101 del país, según mostraron los últimos resultados divulgados.
El gubernamental Partido Socialista (PS) y sus aliados, que administraban hasta ahora 61 de esos departamentos, perdieron 25. Se trata de la cuarta derrota electoral consecutiva, tras las municipales, las europeas y las senatoriales del 2014. El ultraderechista Frente Nacional (FN) obtuvo el 21 % de los votos, pero no conquistó ninguna de las demarcaciones.
Cerca de 40 millones de electores fueron llamados a participar en esta elección que concierne todo el territorio francés salvo París y Lyon, ciudades en las que las atribuciones de los departamentos son ejercidas por otras instancias. Según lo previsto, la abstención estuvo en el entorno del 50 %, refirió Prensa Latina.
Los resultados son vistos como una evidencia de la insatisfacción de las personas con la gestión del Ejecutivo de turno, que no ha cumplido la mayoría de las promesas que lo llevaron al triunfo en el 2012.
Estos comicios sirvieron para elegir a 4 108 consejeros, dos en cada uno de los 2 054 cantones distribuidos en 98 departamentos o provincias. Posteriormente, los consejeros designarán a los respectivos presidentes.















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Jean Gabin dijo:
1
31 de marzo de 2015
15:24:57
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