México y Arabia Saudita se despidieron del Mundial en un duelo que hasta el pitazo final se mantuvo en constante ataque.
Los mexicanos, que llegaban a este duelo con una unidad por el empate ante Polonia, dependía de una victoria abultada para avanzar a los octavos de final. Ante la falta de gol en sus dos presentaciones iniciales y el buen funcionamiento de sus rivales de turno, se auguraba un partido complicado.
No obstante, pareciera que lo dejaron todo para este juego y contabilizaron un total de 26 remates (11 entre los tres palos) por 15 (5) entre los dos primeros juegos. La apuesta de Gerardo Martino resultó muy ofensiva, sin embargo, se fueron al descanso sin abrir el marcador.
Para la segunda parte, en apenas dos minutos alcanzaron su primer gol del torneo. Henry Martín mandó el balón al fondo de las redes, tras un tiro de esquina. Cinco minutos después, Luis Chávez anotó un auténtico golazo, al enviar el balón de tiro libre cercano a la escuadra superior derecha.
El propio Chávez tuvo al menos otros tres disparos desde fuera del área, pero el portero Al Owais se vistió de héroe para evitar la goleada.
El marcador no les favorecía. Aunque tenían en ese momento los mismos puntos y la misma cantidad de goles a favor y en contra que Polonia, acumulaban más tarjetas amarillas que los europeos. El tercer gol no llegó, sin contar el anulado a Hirving Lozano por fuera de juego.
Salem Al-Dawsari, al 90’+5, anotó por Arabia Saudita un gol que celebra la buena imagen que ofrecieron en esta Copa del Mundo. Su tanto fue lapidario para las aspiraciones de los aztecas.
México no pudo llegar al anhelado quinto partido y por primera vez desde la edición de 1994 se quedan fuera de octavos.
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