Unos cuartos de miedo

Sinceramente, es una lástima que Alfred Hitchcock no esté vivo para presenciar los cuartos de final que se avecinan, porque sin duda habría encontrado material suficiente para rodar un nuevo clásico del suspense. Algo así como una versión futbolera de La habitación del pánico.

Piénsenlo bien. Por supuesto que hay euforia y optimismo en las aficiones de los equipos que avanzan, pero si algo se respira en el ambiente antes de estos partidos es miedo, porque saben que en ellos puede ocurrir cualquier cosa, sobre todo después de emerger de unos octavos que, a golpe de prórrogas y dramatismo, han dejado a más de uno con el susto dibujado en la cara. Nadie, en resumidas cuentas, se siente a salvo.

Teme Brasil que estando como está la selección de Scolari, Colombia le dé un repaso con James Rodríguez, y Colombia que la pentacampeona en un chispazo de Neymar le arruine la fiesta.

“No estamos aquí para dar espectáculo, sino para vencer”, avisó el “10” de la canarinha, que se entrenó normalmente, con sus compañeros, sin aparentes dolores ni el vendaje que hasta el martes llevaba en la rodilla derecha después del choque contra Chile. Mientras, el seleccionador brasileño alineó a Paulinho de nuevo en el once titular, como centrocampista creativo, al lado de Fernandinho, que toma el lugar de medio centro defensivo en lugar de Luiz Gustavo, quien no puede jugar por acumulación de tarjetas amarillas.

Alemania y Francia se miran con ojeriza porque saben que lo suyo será un choque de trenes, evocando aquel histórico encuentro del Mundial de España 1982 en el que la Mannschaft dejó al equipo de Michel Platini mordiendo la amargura en la tanda penales, luego de remontar un 1-3 adverso en la prórroga.

Aunque ahora hasta siete jugadores germanos se encuentran resfriados a dos días del cruce y el entrenador Joachim Löw estudia introducir varios cambios respecto al once que sufrió un calvario ante Argelia, y podría restituir al capitán Philip Lahm a la defensa junto a Mats Hummels, con Sami Khedira en la medular acompañado a Toni Cross y Schweinsteiger, y André Schürrle en la delantera.

Holanda, por su parte, no se fía de los vaticinios que la dan como favorita, porque ha visto cómo Costa Rica, sin complejos, ha derribado ya a más de un “gigante”. Así que la estrella oranje Arjen Robben tuvo palabras de elogio al cuadro tico: “Creo que son un equipo muy fuerte. Debemos prepararnos muy bien si queremos ganarles”. Y de paso salió en defensa del planteamiento táctico implementado hasta ahora por su DT Louis Van Gaal, muy criticado pese a las victorias del equipo debido a su apuesta defensiva. “Creo que es muy funcional. Tal vez no dominamos tanto como estamos acostumbrados, pero sigue siendo muy bueno. Y jugamos cuatro partidos y marcamos 12 goles”, opinó.

En el caso de Argentina, ruega sin duda que Bélgica no consiga atar a Messi y Di María, mientras los Diablos Rojos esperan que esa pareja de zurdos no les vuelva el partido un “infierno”. La selección europea, de hecho, retornó de inmediato a los entrenamientos, por lo que apenas tuvo tiempo de celebrar su complicada victoria sobre Estados Unidos.

“No hay mucho tiempo para recuperarse y tenemos que preparar el duelo con Argentina”, afirmó su el técnico Marc Wilmots, quien agregó que su equipo desafiará a la albiceleste como un bloque. “Suiza demostró cómo jugarles. Lo que vamos a hacer es asegurarnos de que jugamos a gran nivel. Tenemos que literalmente dar todo", sentenció.

Nadie sabe, a fin de cuentas, cómo acabarán los encuentros, pero si algo se puede dar por descontado es que tendrán el vértigo suficiente para sufrir disfrutando.