Alemania honra el fair play y Cristiano se despide

Finalmente no hubo pacto en Re­cife. Mucho se había especulado en las previas del choque, porque a Ale­mania y Estados Unidos les bastaba el empate para clasificarse a octavos, sus seleccionadores Joachim Löw y Jürgen Klinsmann —ambos alemanes— son buenos amigos y las circunstancias evocaban sin duda un antecedente ominoso.

El “Partido de la Vergüenza”, aquel en que la Mannschaft venció     1-0 a Austria durante el Mundial de España 1982, habiendo concertado de antemano el resultado final sin atacarse mutuamente, para clasificar a ambos equipos y dejar eliminada a Argelia, mientras el público presente en el estadio los abucheaba con el grito despectivo: “¡Que se besen, que se besen!”?.

Nada de eso, sin embargo, ocurrió por fortuna ahora, lo que es muy de agradecer a ambos técnicos. El propio Klinsmann, de hecho, había adver­tido que saldría a ganar el encuentro, sin hablar hasta entonces con su co­lega de banquillo, y su frase “No es nada personal. Solo son ne­gocios” —tan recurrente en el cine gangsteril— terminó honrando inu­si­tadamente el juego limpio.

Lejos del partido amañado que hu­biera podido ser pues, Alemania venció a un equipo estadounidense que se defendió con uñas y dientes bajo el aguacero de la Arena Per­nam­buco. Y lo hizo, gracias a otro gol de Thomas Müller, que a despecho de la irrupción de Klose en el ataque, volvió a asumir un papel preponderante en­tre los máxi­mos artilleros del torneo, al igualar a Messi y Neymar, con cuatro dianas.

Si Portugal acabó despidiéndose entonces, fue porque su victoria 2-1 sobre Ghana se quedó corta para compensar la diferencia de goles respecto a Estados Unidos, pese a que ambos terminaron abrazados en el segundo escaño del grupo G, con cuatro puntos.

En ese choque, Cristiano marcó, tras un regalito del arquero Dauda, su gol número 50 con la casaca lusa, pero no lo festejó, habida cuenta de su marcha prematura. Y Asamoah Gyan —según los datos del estadístico Míster Chip— superó al camerunés Roger Milla (5) como el africano con más tantos en la historia de la Copa, aunque Ghana quedó eliminada también por primera vez en la fase de grupos en un final bastante convulso, luego de que sus estrellas Boateng y Muntari fueran expulsadas del equipo por indisci­plina.

Entre las noticias de dicha índole, no obstante, ninguna trascendió más que la sanción aplicada al uruguayo Luis Suárez por su “mordisco” al za­guero italiano Giorgio Chielli­ni. Dada la notoria reincidencia de su comportamiento, la FIFA se mostró implacable al suspenderlo nueve partidos oficiales con Uruguay —que lo harán per­derse el resto del Mundial y también la Copa Amé­rica del próximo año, en Chile—, y el de­lantero charrúa, desconsolado, aban­donó la concentración de su equipo entre lá­grimas.

Volviendo sobre aquel partido de 1982, por cierto, quizás solo sea una mera casualidad, pero igual roza la justicia poética: el día que Alemania jugó con todo para honrar el fair play, Argelia también consiguió traspasar por fin la fase de grupos para desafiar al once germano, diez mil y una noches después de verse perjudicada en aquel choque.

Desde 1986, una —y nada más que una— selección africana accedía a los octavos del Mundial. Pero ahora las Águilas Verdes de Nigeria estarán acompañadas por los Zorros del De­sierto argelinos que supieron sacudirse el polvo de la derrota ante la ma­chacona Rusia de Fabio Capello. El fútbol, como los cuentos de hadas, suele ser así y pue­de reservar también noches mágicas para las Cenicientas más modestas, a despecho de los   técnicos especuladores co­mo Capello —el DT mejor pa­gado en Brasil— que solo lo entienden a partir de esquemas de­fensivos para frenar al rival en una pizarra.

El otro duelo en pos de cuartos lo animarán Estados Unidos y Bélgica, y este Mundial se ha quedado a un gol, solamente uno, de romper el récord anotador para la fase de grupos (136 en la edición del 2002).

Resultados. Grupo G: Estados Uni­dos, 0 - Alemania, 1 (Müller, min. 55); Portugal, 2 - Ghana, 1 (Boye, 31 autogol; Cristiano, 79 - Gyan, 57). H: Sudcorea, 0 - Bélgica, 1 (Vertonghen, 78); Argelia, 1 - Rusia, 1 (Slimani, 60 - Kokorin, 6).