
París.–Hoy Cristián lo verá, seguramente en la televisión, y también se sentirá mirado y amado. Antes de salir hacia acá nos dijo que su familia ha sido el sostén de esa fina puntería y el centro, como el de la diana, de todas sus motivaciones. Con seguridad y franqueza, Hugo Franco se dispone hoy a entrar en la historia olímpica de su Patria, en los Juegos de París-2024.
«He tenido la posibilidad de estar dos veces en el campo de competencia, que tiene dos locaciones, una el campo en el que competiré mañana (hoy), y otro que estará destinado a los partidos, los cuales serán en dos jornadas».
Cada día ante las dianas es un reto. «Por ejemplo, el de este jueves, es para buscar la mejor posición en el ordenamiento de los 64 arqueros participantes, una buena faena permitiría una mejor ubicación y, en consecuencia, debería enfrentarme a un rival de menos consideración en los matches de eliminación directa».
Consciente del reto, este joven, quien nos contó que más bien era muy intranquilo de muchacho, y que le gustaban la pelota y la lucha, nada tiene que ver con la precisión y el autocontrol de un arquero; está claro que las flechas que dispare en la salida de hoy solo podrían acomodarlo para ese primer duelo, pero sabe que, de vencer esa segunda instancia, ya cuando estén los 32 primeros, cualquier adversario que le toque será un verdadero Robin Hood, dada la calidad de los competidores en esta lid bajo los cinco aros.
El tiro con arco requiere de una gran concentración y destreza, a fin de soportar los nervios, pues un solo error cuesta la competición. Los eventos individuales de los Juegos comienzan con la ronda de clasificación en la que cada uno de los 64 arqueros dispara 72 dardos, para determinar así su clasificación de cara al cuadro de eliminación simple. El arquero mejor clasificado se enfrentará al 64, el segundo lo hará con el 63, y así sucesivamente.
«Te había dicho en La Habana, y ahora aquí te lo repito: voy a vivir esta gran experiencia, la disfrutaré a plenitud. Será muy emocionante. No sé si te fijaste en la majestuosidad del escenario, con pantallas gigantes, una cámara sobre raíles, y una bella escenografía en todas las áreas del campo, desde la línea de tiro hasta el más mínimo detalle».
Franco fue muy franco al decir que será impresionante disparar frente a esas dianas, flanqueadas por el Museo de las Armas. «Nunca he estado en un lugar así».
Interrogado sobre los vientos, que ayer se dejaron sentir en la capital francesa, dijo que han cambiado mucho y en varias direcciones. «Son condiciones que tenemos que enfrentar, no hacemos nada con lamentarnos».
Será este joven de Pinar del Río quien asuma el honor de estrenar a la delegación cubana en esta ciudad, llena de cordones de seguridad, en la que sus pobladores, si bien se sienten orgullosos de acoger al mundo deportivo, se resienten por las restricciones de movimiento, en el mismo lugar en que viven.
Hugo lo hará en un día que ha sido de gran significación para la historia olímpica de su país. Hoy se cumplen 48 años de la gran victoria de Alberto Juantorena, en Montreal-1976, a quien le llamamos el elegante de las pistas, por su invencible estilo, cual si fuera el más preclaro de los caballeros que han besado las pistas con sus pies. Pero también celebramos, este 25 de julio, el aniversario 44 de la primera medalla dorada de una mujer latinoamericana, cuando María Caridad Colón hizo surcar, bajo el cielo de Moscú, en 1980, su ganadora jabalina.
Cristián también sabe que su papá está aquí, y que él vuela en sus flechas, empujándolas al centro de la diana, en el diez. Lo ayudan los latidos, desde el vientre de su mamá, de Valentina, porque así se llamará su hermana. No será solo él quien lance las flechas, ellos también lo harán, y con sus retoños, Cuba será un arco vencedor.
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