La redención era casi obligatoria. Bastaron 24 horas para que la riflera Eglyz de la Cruz borrara el trago amargo de plata en la modalidad de tendido y plantara bandera en el 3x20 a 50 metros, su especialidad preferida.
El resto del guión es conocido, oro con respetables 452.5 unidades, inalcanzables para la venezolana Liliana Méndez (447.7) y la también cubana Dianelys Pérez (435.7), segunda y tercera por ese orden.
El peso de la tradición —a excepción de las ediciones de San Salvador 2002 y Mayagüez 2010, donde no participamos— guió cada disparo de Cruz, pues nuestras fusileras han dominado la prueba, desde su inclusión en la edición de la Habana 1982.
Eglys conquistó la Academia de Policía El Lencero, de Xalapa, desde la misma etapa clasificatoria, en la cual con (582-26x disparos en el centro de la diana), igualó la primacía para Juegos Centroamericanos y del Caribe, establecida por la mexicana Gabriela Martínez, en la versión boricua, y quien esta vez tuvo que conformarse con la octava plaza. A Eglys, la secundaron en preliminares la salvadoreña Ivette Pérez (577-23x) y su coequipera Pérez (572-20x).
Para la espirituana de 34 abriles, más de dos décadas en el equipo nacional y quien inició su cosecha con la plata de Maracaibo 1998, significó su cuarta presea en territorio veracruzano, dos de oro, además de una plata y un bronce.
Por seleccionados ganó México, con 1 697 puntos, seguido por Guatemala (1 694) y El Salvador (1 690).
El sólido performance de Eglys y Dianelys afianzó a Cuba en la cima del medallero de este deporte, como prueba de su estirpe, con nueve cetros, cinco platas y otros tantos bronces, a la vanguardia de México (6-4-4), Guatemala (3-4-2) y República Dominicana (2-1-1).
COMENTAR
Responder comentario