Luego de promulgada la Ley de Reforma Agraria en mayo de 1959 por el Gobierno Revolucionario cubano, la administración estadounidense respondió con una serie de medidas económicas que afectaban el normal desempeño de la Isla en las principales áreas de la producción y de los servicios.
Desde hacía muchos años, la Mayor de las Antillas estaba atada de pies y manos por numerosas empresas, principalmente yanquis, que saqueaban y controlaban toda su economía para beneficio propio.
Como contundente y radical solución revolucionaria, el 7 de agosto de 1960, cuando se clausuraba en La Habana el I Congreso de Juventudes, en horas de la madrugada, el entonces primer ministro Fidel Castro anunció que el Gobierno Revolucionario, en uso de sus derechos soberanos, nacionalizaba un grupo de esas firmas expoliadoras.
Al amparo de la Ley No. 851 del 6 de julio de 1960, se dictó, un mes después, el 6 de agosto de 1960, la Resolución No. 1 del Poder Ejecutivo de la República de Cuba, la cual disponía la nacionalización de 26 empresas yanquis radicadas aquí.
El listado quizá no reflejaba en su conjunto el volumen de las tierras que algunas de ellas explotaban. Si las separamos por el número de caballerías (una caballería equivale a 13,42 hectáreas, que es la medida reconocida por el Sistema Internacional) que poseía cada una, podemos apreciar con toda nitidez lo siguiente:
- Ocho latifundios, con más de 4 000 caballerías cada uno, controlaban 61 240 caballerías de tierra, una extensión mayor que la antigua provincia de La Habana.
- Trece latifundios, con más de mil caballerías y menos de 3 000, controlaban 22 209 caballerías.
- Diecisiete latifundios, con más de 200 caballerías y menos de mil, controlaban 7 048 caballerías.
En total, 90 497 caballerías de las mejores tierras cubanas estaban en manos de latifundios yanquis, donde se asentaban miles de campesinos que eran explotados en la más absoluta miseria.
Solo la United Fruit Sugar Company era propietaria de los dos mayores centrales azucareros de Cuba: el Boston (hoy Nicaragua), con 2 963 caballerías, el 75 % del área total de tierras del municipio de Banes, donde estaba instalado, y el Preston (hoy Guatemala), con 5 191caballerías, ambos en la actual provincia de Holguín. Poseían, entre los dos, 8 160 caballerías de tierra, que equivalen a 1 094 kilómetros cuadrados de territorio cubano.
Los propietarios de la empresa azucarera yanqui pretendían que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) les pagara por sus propiedades más de 30 millones de pesos, pero los peritos del INRA, de acuerdo con la cifra reflejada en la Declaración Jurada, por el amillaramiento de sus tierras, certificaban sus valores en seis millones de pesos.
Además, la Ley 851 estipulaba una forma de pago compensatorio a todos los afectados por las nacionalizaciones, mediante Bonos de la República emitidos por el Estado cubano; pero el Gobierno de Estados Unidos impidió, exprofeso, el cobro de la indemnización a sus ciudadanos.


Fuentes:
Las empresas de Cuba 1958, por Guillermo Jiménez Soler
Periódico Hoy, abril de 1960
Revista Bohemia, 10 de julio de 1960
COMENTAR
victor ramos dijo:
1
7 de agosto de 2020
20:35:46
Pepe garza dijo:
2
7 de agosto de 2020
21:35:48
Carlos I Respondió:
9 de agosto de 2020
14:40:16
Responder comentario