ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Granma

Siete y veintiocho de la mañana del miércoles. Un miércoles que estremeció a La Habana en diferentes partes de su cuerpo de ciudad. Ciudad de luto multiplicando, en caravana, el «hasta siempre».

Fue esa la hora en que el reloj se detuvo para los capitalinos reunidos en las inmediaciones de Paseo y 23. Fue ese el minuto cero de su último saludo allí, al hombre que borró un pretérito de ignominia y les dio un presente y un futuro de dignidad. Les enseñó a compartir el pan y a hacer de la coherencia una tradición. A mirar con la frente en alto y a desconocer reverencias impuestas; a no doblar las rodillas ni la ética. A ser dignos ante todo y por encima de todo. Y a defender la libertad como a los sueños.

Es difícil hablar de Fidel con el dolor atravesado en la garganta; es difícil escribir de su último desandar por La Habana ―como dice una canción— «con la emoción apretando por dentro».

Un gran cordón humano cubrió su derrotero, no hubo espacio vacío ni rostro indiferente. Lágrimas a coro. Voces entrecortadas repitiendo «Yo soy Fidel», llamándolo por esas cinco letras que resumen lo más elevado de un sentimiento nacional. De un pueblo y una historia que no puede contarse sin volver siempre a él. Porque no existe sin él.

Silencio y llanto colmaron la ruta. Respeto profundísimo y pesar mayúsculo. Quizá él no quiso vernos así de deshechos, sino con la misma expresión encendida de su primera Caravana de la Libertad. Pero se estrujaba el corazón al ver tanta grandeza en un espacio que se le hacía, por mucho, pequeño.

Igual, la gente no pudo contenerse. Banderas en alto y con las almas rotas, gritaron cuanto pudieron. Si los momentos fueran versos, los de esa hora de este miércoles en Paseo y 23 debieron decir como aquel poema de nuestro Nicolás Guillén al Che, recordado por Fidel en sus Reflexiones del 16 de junio del 2012: «Espéranos. Partiremos contigo. Queremos morir para vivir como tú has muerto, para vivir como tú vives…».

Si, en cambio, esa hora se tornara letrero, no sería otro que el escrito con sangre por el joven miliciano Eduardo García Delgado, en abril de 1961. El mismo letrero que se grabó en los muros de la historia para no desprenderse del tiempo: Fidel. Y si ese instante se dibujara canción, me atrevo a nombrar a Silvio y a entonar «El necio».

La Plaza amaneció como mismo transcurrió su anterior noche. Colmada de pueblo, de ideas, recuerdos. Con las palabras de amigos del mundo inundando el sentimiento y compartiendo el amor, la admiración, el respeto.

Y entre tanto enardecimiento, me permito volver a ese retrato del presidente Correa cuando detuvo el lente en la dimensión de su grandeza: «La mayoría te amó con pasión, una minoría te odió; pero nadie pudo ignorarte. Algunos luchadores en su vejez son aceptados hasta por sus más recalcitrantes detractores, porque dejan de ser peligrosos; pero tú ni siquiera tuviste esa tregua, porque hasta el final tu palabra clara y tu mente lúcida no dejaron principios sin defender, verdad sin decir, crimen sin denunciar».

«Bertolt Brecht decía que solo los hombres que luchan toda la vida son imprescindibles. Conocí a Fidel y sé que jamás buscó ser imprescindible, pero sí que luchó toda la vida —rememoraba Correa—. Nació, vivió y murió con “la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio”.

«Nosotros seguiremos jugando a lo perdido y tú seguirás vibrando en la montaña, con un rubí, cinco franjas y una estrella».

Lo reconoció incluso más de seis décadas atrás Sarría, el teniente de las fuerzas de Batista que le salvó la vida: «Las ideas no se matan, las ideas no se matan». Nada más cierto. Como que tu ejemplo vive, revive, se sabe imperecedero.

Quizá por eso aprendimos a ser fidelistas antes que comunistas. Son así de incalculables las estampas de tu espontáneo magisterio. Quizá por eso, evocando a Chávez, te hiciste el mejor autorretrato, el de un hombre que «no luchó para vivir; vivió para luchar».

Cuando ahora tu viaje te devuelve camino al Santiago que te vio triunfar, avanza contigo, Comandante, una Caravana de gloria y de orgullo. Y te vas —en una ida que es pura metáfora porque solo podrás convertirte en presencia permanente—, libre como nos hiciste, invicto como naciste. «Libre como el viento». Definitivamente libre y eterno.

Este último miércoles de noviembre, La Habana habló por Camilo para, con la fuerza de «Cienfuegos», responderte con intensidad de multitud: «Vas bien, Fidel». Te lo asegura tu pueblo.

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pedro dijo:

1

1 de diciembre de 2016

14:37:18


Hermosisimo articulo. Fidel es un hombre eterno. no conoce de siglos. Esta alli donde la lucha es mas intensa, con el indio, con el mestizo con el negro. Es el comandante de todos nosotros por eso siempre lo amaremos.

Ibis Avila dijo:

2

1 de diciembre de 2016

15:47:12


El artículo hace que la emoción brote. Despedir a Fidel es muy duro, pero queda un pueblo digno, rebelde y salvado por él. Ahora a continuar y a repensarlo a él día a día, recordando en la acción que todos somos FIDEL.

Annia Muñoz Frometa dijo:

3

1 de diciembre de 2016

16:16:22


Comandante .Es difícil hablar de Fidel con el dolor atravesado en la garganta me permito volver a ese retrato del presidente Correa cuando detuvo el lente en la dimensión de su grandeza: «La mayoría te amó con pasión, una minoría te odió; pero nadie pudo ignorarte. Algunos luchadores en su vejez son aceptados hasta por sus más recalcitrantes detractores, porque dejan de ser peligrosos; pero tú ni siquiera tuviste esa tregua, porque hasta el final tu palabra clara y tu mente lúcida no dejaron principios sin defender, verdad sin decir, crimen sin denunciar».Por lo cual tu pueblo querido y todos los pueblos del mundo te seguiran donde quiera que este y rediran homenaje y siempre diran (Comandante Hasta la Victoria Siempre).

carlos dominguez dijo:

4

1 de diciembre de 2016

16:37:45


Hasta siempre Comandante, ahora sera la estrella que seguiremos y que brillara en el firmamento, gracias por el ejemplo de lucha, siempre sera nuestro norte, nuestra conciencia, Patria Libre

Maximiliano Cuchietti dijo:

5

1 de diciembre de 2016

16:52:00


Pude terminar de leer el artículo, en voz alta, con un nudo en la garganta y lagrimas en los ojos. Gracias Fidel por demostrarnos que se puede hacer un mundo mejor. Desde Argentina, ¡¡¡¡Hasta siempre Comandante!!!!

iraldo dijo:

6

1 de diciembre de 2016

17:19:39


fidel vive cuba sigue

raul dijo:

7

1 de diciembre de 2016

17:21:00


dificil es escribir sobre fidel,despues de tanto tiempo acostumbrado a verlo estar,recuerdo en estos momentos el 1974 cuando por primera vez vesti un uniforme de las FAR y ese olor de piel de mis botas y el aroma de mi uniforme lo vuelvo a sentir hoy,cada vez que me vesti en mi servicio militar en la base aerea de san antonio,sentia un fidel un guia y hoy despues de tantos lustros vivo en alemania y he vuelto a ser joven,no tengo 60 tengo 17 y asi siento nuevamente el olor de mis botas a piel cruda,el aroma de mi uniforme,recuerdo mi jefe subalterno teniente cordero,recuerdo al sargento popo,cuando cuidabamos el cielo en el primer congreso,duele este momento,se los aseguro, descanse en paz fidel castro.

Leonel Ochoa Castillo dijo:

8

1 de diciembre de 2016

17:55:01


Nuestro líder de la Revolución cubana paso de la mortalidad a la inmortalidad, consciente de que nos dejó su legado. '' HASTA LA VICTORIA SIEMPRE''

Leonel Ochoa Castillo dijo:

9

1 de diciembre de 2016

17:57:28


Realmente nuestro líder de la revolución es único e insustituible. Gracias comandante por existir, gracias por tu legado, gracias por tus convicciones.

Eduardo Torne dijo:

10

1 de diciembre de 2016

18:05:50


Fidel, como a mi propio padre tambien, ruego que Dios no te olvide en el venidero dia de la resurreccion(Juan 5: 25-29) para que sigas viviendo aqui en el paraiso en la tierrra, amen.

Lázaro R. Roque Sánchez dijo:

11

2 de diciembre de 2016

09:15:18


Ha muerto físicamente EL MAS GRANDE DEFENSOR DE LOS HUMILDES, sus ideas y sus sueños son inmortales, los cienfuegueros demostramos con creces nuestro inmenso cariño, respeto y admiración por nuestro COMANDANTE EN JEFE, cuando se hable, en cualquier rincón del mundo y en cualquier tiempo futuro, sobre los seres inmortales de todos los tiempos en la historia de la humanidad, estará brillando con luz propia el nombre de FIDEL ALEJANDRO CASTRO RUZ, a sus Ordenes Comandante en Jefe, Hasta la Victoria Siempre...

Olga Lidia hechavarría López dijo:

12

2 de diciembre de 2016

10:49:01


Yo estuve ahí, cómo no estar para decir hasta pronto a mi comandante. He llorado mucho, a pesar de que "a los héroes se les recuerda sin llanto", pero es que es duro pensar en lo que ha sucedido. Yo nací con la Revolución y crecí escuchando sus discursos, me formé con su ideal. Es difícil saber que ya no estará más, aún cuando lo lleve todo en mi corazón. Me queda la satisfacción de decirle a mis niestos que aún no han nacido: no conocí a Martí, pero viví el momento de Fidel Castro. Me siento orgullosa de ser cubana porque pude coincidir con él en este espacio del tiempo. Hasta siempre Comandante.

alexander dijo:

13

2 de diciembre de 2016

11:59:27


Hasta la victoria siempre Comandante faro y guía de esta Revolución y de este pueblo,eterno guerrillero,te queremos siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones.Viva Fidel .Porque vive y vivirá por siempre.

Annia Muñoz Frometa * Tabaco- Gtmo dijo:

14

2 de diciembre de 2016

20:20:52


Querido pueblo de Cuba hoy estamos viviendo con un dolor tan grande de perder a nuestro lider a nuestro padre, pero el deve de vivir para siembre en nuestro corazones *Porque cuando un pueblo energico y viril llora la ijusticia tiembla *Hasta la Victoria Siempre Comandante(El pueblo grita energicamente *YO SOY FIDEL , YO SOY FIDEL)