"CAPÍTULO 15
"El Almirante Mullen compareció ante el Comité de Servicios
Armados del Senado para su audiencia de confirmación con vista a un
segundo mandato de dos años, dos días después de la primera sesión
dedicada a la estrategia. En su alegato el Almirante se refiere a la
estrategia sugerida por McChrystal y añade que esto ‘probablemente
signifique más tropas’.
"Cuando Obama supo del testimonio de Mullen, le hizo saber a su
equipo cuán descontento se sentía al saber que Mullen públicamente
estaba apoyando la estrategia de McChrystal. El Almirante declaró
que ‘el talibán había crecido tanto en tamaño como en complejidad’,
y que por eso apoyaba los esfuerzos encaminados hacia una
contrainsurgencia con los recursos adecuados. ¿Acaso el Almirante
ignoraba lo que Obama había dicho apenas dos días antes? ¿No le
había dicho el Presidente a todos los presentes, Mullen incluido,
que ninguna de las opciones parecía adecuada, que era necesario que
ellos desafiaran sus propias presunciones y que iban a tener cuatro
o cinco sesiones de debate sobre este asunto? ¿Qué era lo que estaba
haciendo el principal asesor militar del Presidente al informar
públicamente estas conclusiones preliminares?
"En la reunión de los principales del Consejo de Seguridad
Nacional se evidenciaba que estaban furiosos. Los Generales y
Almirantes constantemente le están cerrando el paso al Presidente.
"Emmanuel comentó que lo que se movía entre el Almirante y
Petraeus no era correcto, que todo el mundo había apoyado
públicamente la noción de que hacía falta enviar más tropas. El
Presidente ni siquiera había tenido una oportunidad.
"Morrell opinaba que Mullen podía haber evitado la controversia
en su audiencia, simplemente diciendo que su función era la de
asesor militar principal del Presidente de los Estados Unidos y del
secretario de Defensa, y que debía darles sus recomendaciones a
ellos primero en privado antes de anunciarlas públicamente y que no
consideraba adecuado compartirlas antes con el Comité.
"Morrell pensaba que todo era parte de la compulsión que sentía
Mullen por comunicar, fortalecer la prominencia y la estatura de su
posición. Tenía una página en Facebook, una cuenta en Twitter,
videos en YouTube y un sitio web llamado ‘Los viajes con Mullen: una
conversación con el país’.
"El propio Mullen al salir al lobby descubrió que él mismo
era el tema de una acalorada controversia.
"Emmanuel y Donilon le preguntaron: ¿Cómo se supone que nosotros
enfrentemos este asunto? Tú has dicho esto, y ¿qué debemos decir
nosotros?
"Emmanuel agregó que esta noticia iba a hacer titulares en todos
los noticieros nocturnos.
"Mullen quedó sorprendido. La Casa Blanca sabía de antemano lo
que él iba a decir, pero en su testimonio no había dado cifras
específicas de tropas. Fue tan amorfo como pudo. Pero en su
audiencia de confirmación él tenía que decir la verdad y la verdad
era que él compartía la noción de la necesidad de una
contrainsurgencia. ‘Eso es lo que yo pienso’, dijo. ¿Cuál era su
alternativa?
"Donilon se preguntaba por qué Mullen había tenido que usar la
palabra ‘probablemente’, y por qué no había dicho ‘no sé’. Eso
hubiera sido mejor.
"El titular de la primera página de The Washington Post de
la mañana siguiente rezaba: ‘Mullen: 'Probablemente' se necesiten
más tropas.’
"Obama convocó al General retirado Collin Powell a una reunión
privada en la Oficina Oval el 16 de septiembre. Siendo Republicano,
Powell le había dado un fuerte apoyo a Obama durante su campaña.
"Refiriéndose a Afganistán, Powell le comentó que no se trataba
de una decisión que se tomaba una sola vez, que ésta era una
decisión que iba a tener consecuencias para una gran parte de su
gobierno. Le recomendó: ‘Sr. Presidente, no se deje presionar por la
izquierda que quiere que usted no haga nada. No se deje presionar
por la derecha que quiere que usted lo haga todo. Tómese su tiempo y
decida usted mismo.’
"Y también le recomendó que no se dejara presionar por los medios
de prensa, que se tomara su tiempo, que recopilara toda la
información que necesitara para garantizar que después se iba a
sentir cómodo con la decisión tomada.
"Si usted decide enviar más tropas, o si eso es lo que usted
piensa es necesario hacer, asegúrese de comprender bien qué es lo
que van a hacer esas tropas y trate de tener alguna certeza de que
el envío de tropas adicionales va a redundar en un éxito. Usted no
puede garantizar el éxito en un teatro de operaciones tan complejo
como el de Afganistán, que se complica cada vez más con el problema
de Pakistán al lado.
"‘Usted tiene que garantizar que la base de este compromiso suyo
va a ser sólida, porque en estos momentos es un poco suave’ dijo
Powell, refiriéndose a Karzai y a la corrupción generalizada que
existe en su gobierno.
"El Presidente no apoyaba plenamente una operación de
contrainsurgencia, porque eso significaba asumir la responsabilidad
de Afganistán por un largo período de tiempo.
"El Presidente dijo que cuando se recibiera la valoración hecha
por McChrystal, era evidente que todo el mundo tenía que reunirse en
un salón a fin de garantizar que todo el mundo estuviese cantando a
partir del mismo cantoral.
"El 29 de septiembre Jones convocó a los principales del Consejo
de Seguridad Nacional para un debate de dos horas, a modo de ensayo
para la reunión del día siguiente, sin la presencia del Presidente.
"Cualquiera que hubiese visto un video de la reunión
probablemente se alarmaría. Ocho años después de haber comenzado la
guerra, aún se batallaba por definir cuáles eran los objetivos
principales.
"Biden había escrito un memorando de seis páginas exclusivamente
para el Presidente, cuestionando los informes de inteligencia sobre
los talibanes. Los informes presentaban al Talibán como el nuevo Al
Qaeda. Como los talibanes eran los que combatían contra los
estadounidenses, se había hecho usual que los árabes, los uzbecos,
los tayikos y los chechenios cruzaran hacia Afganistán para lo que
ellos llamaban ‘el verano del yihad’.
"Biden indicó que estas cifras eran exageradas, que el número de
combatientes extranjeros no sobrepasaba los 50 o los 75 cada vez.
"El miércoles 30 de septiembre el Presidente celebró la segunda
reunión para analizar el problema de Afganistán y Pakistán. Esta vez
el grupo de asistentes era mayor. Petraeus estaba presente.
"El Presidente preguntó: ‘¿Hay alguien aquí que piense que
debemos irnos de Afganistán?’ Todos quedaron en silencio. Nadie dijo
nada.
"‘Bien’, dijo el Presidente, ‘ahora que podemos prescindir de
eso, continuemos.’
"Obama también quería alejarse del tema de Afganistán durante el
resto de la sesión.
"‘Comencemos por lo que nos interesa, que es realmente Pakistán,
no Afganistán’, dijo. ‘De hecho, si quieren, les pueden decir a los
líderes pakistaníes que no nos vamos a ir de Afganistán.’
"Obama estableció las reglas para el resto de la sesión.
‘Realmente quiero centrarme en los Estados Unidos. Considero que
existen tres objetivos claves. Uno de ellos es proteger a los
Estados Unidos, a sus aliados y a sus intereses en el extranjero.
Dos, la preocupación acerca de la estabilidad y las armas nucleares
en manos de Pakistán. Y si estoy centrando mi atención en los
Estados Unidos, ¿existe acaso alguna diferencia entre los peligros
que emanan de Al Qaeda o del Talibán?’
"Lavoy y Petraeus hicieron sus intervenciones. MacChrystal hizo
una presentación sobre lo que él llamaba ‘El Camino’ hacia su
valoración inicial.
"Obama expresó: ‘Bien, ustedes han hecho su trabajo, pero hay
tres nuevos acontecimientos: los pakistaníes se están comportando
mejor; la situación en Afganistán es mucho más seria que lo que
anticipábamos; y las elecciones afganas no dieron como resultado el
punto de viraje que esperábamos —un gobierno más legítimo.’
"Biden favorecía el presupuesto, impugnado por el Presidente, de
que Pakistán evolucionaría de la misma forma que evolucionaría
Afganistán.
"Robert Gates proponía tener en cuenta los intereses en el
exterior y los aliados.
"Hacia el final de la reunión Hillary preguntó de qué forma se
utilizarían las tropas adicionales, a dónde irían, si iban en
calidad de asesores, y cómo se aplicarían las lecciones aprendidas
en Irak.
"Los análisis de inteligencia al más alto nivel nunca fueron
concluyentes acerca de una acción en Afganistán en estos momentos.
Un Afganistán completamente desestabilizado tarde o temprano
desestabilizaría a Pakistán. De modo que la interrogante ante el
Presidente y su equipo era la siguiente: ¿Podían los Estados Unidos
asumir ese riesgo?
"Gates se reunió con el embajador pakistaní, Haqqani, en los
Estados Unidos. Tenía que hacerle llegar un mensaje explícito del
Presidente: no nos íbamos de Afganistán. Haqqani se refirió a una
larga lista de cosas que el ejército pakistaní necesitaba. El
Congreso había aprobado un fondo de 400 millones de dólares en mayo
para mejorar el arsenal de la contrainsurgencia. Haqqani abordó el
problema de los 1 600 millones que los Estados Unidos le debían al
ejército de Pakistán por permitirle llevar a cabo operaciones
militares a lo largo de la frontera. Después del 11 de septiembre,
los Estados Unidos habían creado una cuenta de gastos a favor de
Pakistán y de otros países, llamada Fondo de Apoyo a la Coalición,
con la cual se les reembolsaba a los aliados por la ayuda prestada.
"CAPÍTULO 17
"Obama se reúne con un grupo bipartidista de aproximadamente 30
líderes del Congreso con el fin de darles una información
actualizada sobre la revisión de la estrategia.
"Varios legisladores criticaban el enfoque de Biden que defendía
una ofensiva antiterrorista. Lo interpretaban como una forma de
reducir la presencia de los Estados Unidos.
"Biden aclaró que no estaba defendiendo una política que
implicara una operación realizada sólo con el uso de Tropas
Especiales.
"El Presidente tuvo que aclarar que nadie estaba hablando de
abandonar Afganistán.
"McCain dijo que sólo esperaba que la decisión no fuese tomada a
la ligera y que respetaba el hecho de que la decisión la debía tomar
Obama como Comandante en Jefe.
"Obama le respondió: ‘le aseguro que no estoy tomando ninguna
decisión a la ligera. Y usted tiene toda la razón. La decisión la
tengo que tomar yo y yo soy el Comandante en Jefe.’
"Obama continuó diciendo: ‘nadie siente tanta urgencia en tomar
esta decisión —y hacerlo de la manera correcta— como yo.’
"Ese mismo día a las 3:30 de la tarde Obama volvió a reunir a su
equipo para analizar la situación de Pakistán.
"El consenso dentro de la comunidad de inteligencia era que la
situación en Afganistán no se iba a resolver si no había relaciones
estables entre la India y Pakistán.
"Mullen apuntaba que los programas de colaboración entre los
ejércitos de los Estados Unidos y Pakistán habían ascendido a casi 2
000 millones al año, por concepto de equipamiento, entrenamiento y
otras empresas.
"Hubo sugerencias de abrir nuevas instalaciones en Pakistán con
el fin de infiltrar fuentes de información en las tribus e incluir a
asesores militares estadounidenses en las unidades pakistaníes.
"Obama aprobó todas las acciones en el terreno. Era inusual
recibir una orden inmediata del Presidente, pues hasta el momento en
las sesiones de trabajo se hablaba mucho y no se tomaban decisiones.
"CAPÍTULO 18
"Por fin McChrystal tenía la oportunidad de presentar su opción
para el incremento de tropas sólo ante los principales (Obama no
estaba presente) el 8 de octubre.
"La esencia de su exposición, con 14 diapositivas, era que las
condiciones en Afganistán eran mucho peor que lo que se pensaba, y
que sólo una ofensiva contrainsurgente que contara con plenos
recursos podía remediar la situación.
"Jones dijo que había preguntas aún sin responder, y anotó en su
libreta que era imposible poner en práctica cualquier estrategia
para Afganistán que no abordara el problema de los santuarios en
Pakistán.
"McChrystal planteaba tres opciones:
"1. de 10 000 a 11 000 efectivos para entrenar a las fuerzas de
seguridad afganas.
"2. 40 000 efectivos para proteger a la población.
"3. 85 000 efectivos para el mismo propósito.
"McChrystal aclaró que el objetivo en este caso no era derrotar
al talibán sino degradarlo, o sea, impedir que volviesen a tomar el
control de partes claves del país.
"Hillary preguntó si era posible llevar a cabo la misión de
degradación con un menor número de tropas, y el General le respondió
que no, que él abogaba por los 40 000 efectivos.
"Al día siguiente Obama despertó con la noticia de que le habían
otorgado el Premio Nobel de la Paz.
"Esa misma tarde a las 2:30 el Consejo de Seguridad Nacional en
pleno tendría una sesión de trabajo con el Presidente. Éste comenzó
la reunión pidiéndoles a todos que le dijeran qué debía hacerse con
la guerra.
"Lavoy comenzó hablando sobre Pakistán y su obsesión con la
India, y que los pakistaníes tenían reservas acerca del compromiso
de los estadounidenses.
"McChrystal dijo que a menos que la misión cambiara, él
presentaba las mismas opciones.
"Eikenberry resumió en 10 minutos sus opiniones, que eran
bastante pesimistas. Coincidía con el hecho de que la situación se
estaba deteriorando y que era necesario enviar más recursos, pero
pensaba que la ofensiva contrainsurgente era muy ambiciosa.
"Gates recordó que todos se habían abrazado a sólo tres opciones:
"1. Contrainsurgencia, es decir, construcción de la nación.
"2. Antiterrorismo, que muchas personas piensan se trata de
misiles lanzados desde un buque en el océano.
"3. Antiterrorismo plus, la estrategia propuesta por el
vicepresidente.
"Pero evidentemente había más opciones y no sólo estas tres.
Gates agregó que era necesario redefinir el objetivo y que
probablemente los Estados Unidos estaban tratando de lograr más que
lo que se podía alcanzar.
"Petraeus concluyó: ‘Nosotros no vamos a destruir al Talibán,
pero necesitamos negarle el acceso a zonas pobladas y líneas de
comunicación claves para contenerlos.’
"Biden preguntó: ‘¿Cuál sería el mejor estimado de tiempo para
que las cosas marchen en la dirección correcta? Si dentro de un año
no hay un progreso palpable, ¿qué hacemos?’
"No hubo respuesta.
"Biden insistió: ‘Si el gobierno mejora y ustedes reciben las
tropas, ¿cuál sería el impacto?’
"Eikenberry respondió que si bien los últimos cinco años no
habían sido muy esperanzadores, había habido pequeños progresos, y
que se podía capitalizar en ellos, pero que no se debían esperar
avances significativos en los próximos seis a doce meses.
"CAPÍTULO 19
"Le tocaba el turno a Hillary en la reunión del 9 de octubre.
Hillary dijo que el dilema era decidir qué era lo primero, si más
tropas o un mejor gobierno; que para evitar el colapso se
necesitaban más tropas, pero que ello no garantizaba el progreso.
"Preguntó si era posible el logro de los objetivos en Afganistán
y Pakistán sin el compromiso de enviar más tropas. Ella misma
respondió que la única forma de lograr que el gobierno cambiase era
enviando más tropas, pero que aún así no había garantías de que esto
diera resultado.
"Añadió que todas las opciones eran difíciles e insatisfactorias
y agregó: ‘Nosotros sí tenemos un interés de seguridad nacional en
garantizar que el Talibán no nos derrote. Lo mismo ocurre con la
destrucción de Al Qaeda, que sería difícil sin Afganistán. Es una
opción extremadamente difícil, pero las opciones son limitadas, a
menos que nos comprometamos y obtengamos una ventaja psicológica.’
"Mullen se hizo eco de otros comentarios de línea dura. Dennis
Blair sugirió que la política interna podía ser un problema por el
número de bajas, pues el mes anterior la cifra había ascendido a 40,
el doble de la del año anterior. Él se preguntaba si valdría la
pena. La respuesta era que el pueblo lo iba a apoyar en tanto
creyera que había logros.
"‘Por primera vez el Presidente tendría una estrategia elaborada
por el gabinete de guerra en pleno, y podremos decirle al pueblo de
los Estados Unidos lo que estamos haciendo’, dijo.
"Panetta opinaba lo siguiente: ‘Usted no se puede ir. No puede
derrotar al Talibán.’ ‘Ellos no estaban hablando de la posibilidad
de implantar una democracia al estilo de la de Jefferson en
Afganistán’, decía Panetta, quien consideraba que ésta era la base
para reducir la misión de los Estados Unidos y aceptar a Karzai a
pesar de sus defectos. Según Panetta, la misión era luchar contra Al
Qaeda y garantizar que no existieran santuarios. Era necesario
trabajar con Karzai.
"Susan Rice dijo no haber tomado aún una decisión, pero que
pensaba era necesario reforzar la seguridad en Afganistán para
derrotar a Al Qaeda.
"Holbrooke dijo que se necesitaban más tropas; la cuestión era
saber cuántas y cómo utilizarlas.
"John Brennan preguntaba qué era lo que se trataba de lograr,
pues las decisiones en materia de seguridad que se adoptaran aquí
serían aplicadas también en otras regiones. Si se tratara de un
gobierno no corrupto, que prestara servicios a toda la población,
eso no se iba a lograr mientras él estuviese vivo. ‘Es por eso’,
decía él, ‘que las palabras 'éxito', 'victoria' y 'ganar' complican
nuestra tarea.’
"Habían transcurrido ya dos horas y media. El Presidente dijo que
esas reuniones habían dado como resultado una definición útil del
problema, que estaba emergiendo una nueva definición.
"‘Esto no lo vamos a resolver hoy’, dijo Obama. ‘Ya hemos
reconocido que no podremos derrotar completamente al Talibán.’
"Obama dijo que si aprobaba el envío de 40 000 tropas, eso no
bastaría para una estrategia de contrainsurgencia que cubriera a
todo el país.
"Obama preguntaba si era posible llevar a los afganos al punto de
que les permitieran a los Estados Unidos retirarse en un período de
dos, tres, cuatro años.
"‘No podemos mantener un compromiso por tiempo indefinido en los
Estados Unidos’, dijo Obama. ‘No podremos mantener el apoyo interno
y el de nuestros aliados sin dar ninguna explicación que incluya los
límites de tiempo.’
"Holbrooke regresó a su oficina en el Departamento de Estado,
donde el personal se quejaba de que se mantenían despiertos toda la
noche redactando análisis que nadie se leía.
"Holbrooke respondió que la persona a la cual estaban dirigidos
sí se los leía. Que las noches en vela no habían sido en vano y que
debían preparar un nuevo paquete de informes para el Presidente."
Así concluye la síntesis de los capítulos 15 al 19, de los 33 que
contiene "Las guerras de Obama".
Ayer se anunciaba la publicación, casi simultánea, de otro libro,
"Conversando conmigo mismo", con prólogo de Barack Obama. Pero esta
vez la edición verá la luz en 20 idiomas. Según se afirma, contiene
cartas y documentos importantes de la vida de su autor: nuestro
conocido y estimado amigo Nelson Mandela.
En los años finales de su cruel encierro, Estados Unidos
convirtió el siniestro régimen del apartheid en potencia
nuclear, suministrándole más de media docena de bombas nucleares,
destinadas a golpear las fuerzas internacionalistas cubanas, para
impedir su avance en el territorio ocupado por Sudáfrica en Namibia.
La aplastante derrota del ejército del apartheid en el Sur de
Angola dio al traste con el infame sistema.
Nuestros representantes en España prometieron adquirir y enviar
de inmediato ejemplares del libro, cuyo lanzamiento estaba anunciado
para hoy 12 de octubre. Pero casi a las seis de la tarde nada se
sabía todavía, porque era feriado en España y las librerías no
vendían. Se cumplía el 518 aniversario del día en que nos
descubrieron y España se convirtió en imperio.
Prosigue mañana.

Fidel Castro Ruz
Octubre 12 de 2010
7 y 12 p.m.
El imperio por
dentro (Primera parte)
El imperio por
dentro (Segunda parte)