El 17 de mayo de 1959 se firmó la
primera Ley de Reforma Agraria. Es la más trascendental de las
medidas adoptadas por la Revolución en su primera etapa, al
beneficiar a más de 100 000 familias campesinas y asestar un
duro golpe al latifundismo y al dominio imperialista sobre Cuba.
Fijó en 30 caballerías (402 hectáreas) el máximo de tierra que
podía poseer una persona.