31 de Enero de 2012

La conjunción adversativa sino —de si (conjunción condicional) y no (adverbio de negación)— se usa para contraponer un concepto afirmativo a otro negativo anterior: No quiero que venga, sino, al contrario, que no vuelva por aquí. También puede expresar excepción: Nadie lo sabe sino Antonio o equivaler a los adverbios solamente o solo: No te pido sino que me oigas con paciencia.

No debe confundirse con la locución o frase conjuntiva si no, "de otra suerte, en caso diverso": Si no te esfuerzas, fracasarás. Tampoco con el sustantivo sino (del latín signum), "hado, destino".


17 de Enero de 2012

Estamos tan acostumbrados a emplear términos masculinos para referirnos a los oficios, que muchas veces ignoramos que existen sus equivalentes femeninos. Un ejemplo de ello es sastre, sastra, procedente del provenzal o del catalán sartre, sastre, y este del latín sartor. Con sus terminaciones diversas para el masculino y el femenino, se refiere a la "persona que tiene por oficio cortar y coser vestidos, principalmente de hombre". De modo que no constituye un error hablar de la sastra, aunque nos suene un poquito raro.


13 de Enero de 2012

Según leo en el Diccionario panhispánico de dudas y me ratifica Francisco Cortés, lingüista que está al frente de Dicciomed, glucemia o glicemia es “presencia de glucosa en sangre”. En amplias zonas de América —nosotros incluidos— es mayoritaria la segunda variante, más cercana al francés glycémie y al inglés glycemia, y considerada un anglicismo. Se deriva de glucosa, sustancia que debió haber sido nombrada glicosa o gleucosa desde el punto de vista etimológico. De modo que, si bien como derivado de glucosa debiera ser glucemia, el error cometido nos acerca a glicemia. Lo cierto es que el uso y el hecho de que el Panhispánico recoja ambas variantes le dan carta de legalidad a glicemia, aunque no aparezca en el DRAE.


9 de Enero de 2012

Desde 1734, aparece recogido en el Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española —conjunto de todos los diccionarios académicos publicados desde los tiempos de Maricastaña— el término harpa como "instrumento músico de figura triangular... ", "punta cortada en triángulo... ", "garra... " y "ave de rapiña... ". Hoy, las tres últimas acepciones resultan obsoletas y el DRAE vigente define: "harpa f. arpa", lo que significa harpa y arpa son variantes de un mismo concepto y que usted puede escribirla como prefiera; aunque el hecho de que harpa remita a arpa y que la definición aparezca en esta, le da preferencia a arpa, del francés harpe, y, en última instancia del germano harpo, "instrumento musical de forma triangular, con cuerdas colocadas verticalmente y que se toca con ambas manos".


El español nuestro

   

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