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30 de julio de 2011
La pareja de homófonos hojear/ojear
suele crear dificultades porque, a veces, ambas acciones se realizan
de forma simultánea; sin embargo, el primero se deriva de hoja
y el segundo, de ojo. Hojear significa "mover o
pasar ligeramente las hojas de un libro o de un cuaderno", "pasar
las hojas de un libro, leyendo deprisa algunos pasajes" y "dicho de
las hojas de un árbol: moverse"; mientras que ojear es "mirar
a alguna parte", "lanzar ojeadas a algo" y "mirar superficialmente
un texto". Por cierto que ojear, del árabe hispano, tiene una
segunda entrada con las siguientes acepciones: "ahuyentar la caza
con voces, tiros, golpes o ruido, para que se levante, acosándola
hasta que llega al sitio donde se le ha de tirar o coger con redes,
lazos, etc." y "ahuyentar de cualquier manera a personas o
animales".
23 de julio de 2011
La Academia Cubana de la Lengua fue creada el 19 de
mayo de 1926, con el objetivo de trabajar por la conservación y
purificación de lo logrado en la variedad cubana de la lengua y el
estímulo al desarrollo de la lengua literaria, así como la promoción
del aporte cubano al español general. A lo largo de su historia ha
sido presidida por figuras de renombre, tales como el eminente
profesor Enrique José Varona, el intelectual José María Chacón, la
insigne poetisa Dulce María Loynaz, el investigador y crítico
Salvador Bueno y el escritor Lisandro Otero. Roberto Fernández
Retamar, director de la Casa de las Américas, es su actual
presidente. A 85 años de fundada, la Academia Cubana de la Lengua
cuenta con 25 académicos de número, entre los cuales se encuentran
significativas personalidades de la cultura cubana.
22 de julio de 2011
El término conversatorio es un americanismo.
Se usa en Colombia y Perú, con el sentido de "mesa redonda" o "grupo
de personas versadas en alguna materia"; en Honduras es "rueda de
prensa" y, en Cuba, Ecuador, México, Panamá y República Dominicana,
"reunión concertada para tratar un tema".
Algo similar ocurre con el término lépero,
-a, que en América Central y México es "soez, ordinario, poco
decente"; en Ecuador, "muy pobre, sin recursos"; en Nicaragua,
"ladrón" y en Cuba, "astuto, perspicaz", "hábil para engañar o
evitar el engaño, o para lograr artificiosamente cualquier fin".
Así de diverso es nuestro español.
21 de julio de 2011
Les recuerdo, amigos, que según el concepto de
variante regional, determinadas palabras se emplean más en una
región que en otra o su significado varía. Ese criterio podrá
apreciarlo con facilidad a través de seriales televisivos argentinos
y colombianos que pasan por la TV; pero no en los brasileros, en los
que los parlamentos son traducidos a un español correcto, pero de
nadie.
Al respecto me escribe una lectora, quien refiere
que escucha mucho en documentales trasmitidos por la tele, el empleo
del término calmo como sinónimo de "calmado". Ella misma se
encargó de buscarlo en el DRAE: "Dicho de un terreno o de una
tierra erial: sin árboles ni matas", "calmado, tranquilo, en
descanso". No lo usamos mucho; pero es correcto.
19 de julio de 2011
Con la nueva Ortografía se propone como mejor
adaptación al español de la voces inglesas whisky o
whiskie, la forma wiski, más cercana a la original que
güisqui, la cual no recibió aprobación de los hablantes.
Esperemos que esta nueva propuesta se arraigue en el uso. (Por
cierto también han sido castellanizados los nombres de otras
bebidas: champán, del francés champagne, y vermú
o vermut, del alemán Wermut, "ajenjo".)
Otras con k que se reafirman son: búnker,
kamikaze (del japonés kamikaze, "viento divino"),
karaoke, kayak, okapi ("mamífero rumiante, de la misma familia
que la jirafa, aunque con el cuello y las patas más cortos"),
kilo...
16 de julio de 2011
Me comenta una lectora acerca del verbo
instrumentalizar, que aparece en el DRAE como "utilizar algo o a
alguien como instrumento para conseguir un fin", mientras que en el
Larousse reza: "transformar en instrumento para un fin
determinado, manipular" y el Vox precisa: "considerar (a una
persona o cosa) como un instrumento válido para conseguir algo". Por
otra parte, su similar instrumentar, mucho más usado entre
nosotros, significa: en cirugía, "proporcionar al cirujano los
instrumentos que precisa en una intervención"; en música, "arreglar
una composición para varios instrumentos" y en tauromaquia,
"ejecutar las varias suertes de la lidia".
14 de julio de 2011
Con extremo retraso me llega la carta de una
lectora, que me hace dos preguntas: 1. ¿Qué función realiza en el
sintagma: (con)
espejos de almidón esta última palabra? El
sintagma en su conjunto funciona como complemento circunstancial y
el sustantivo almidón modifica a espejos que es el
núcleo del sintagma; su función es la de modificador de otro
sustantivo. 2. ¿Una preposición va siempre seguida por un
sustantivo? No: Tengo aún trabajo por hacer. Vamos a
pensar. El tema del sustantivo está tratado de forma muy asequible
en la Gramática, de Otilia de la Cueva.
9 de julio de 2011
No he dicho que sea obligatorio escribir juntos los números
cardinales menores de cien, sino que se pueden escribir en una sola
palabra —cuarentaiocho o cuarenta y ocho—. Cada quien
elige, pero es bueno marchar con los tiempos. Reitero que debe
tenerse en cuenta que, al unirlos, la conjunción y se
transforma en i: veintisiete, treintaiuno,
noventainueve y, que además las palabras compuestas formadas
se ajustan a las normas generales de acentuación: cincuentaidós,
sesentaitrés.
7 de julio de 2011
En español, la terminación -mente se emplea
para convertir adjetivos en adverbios. En ocasiones se le añade a
alguna palabra que puede funcionar como adjetivo o adverbio (solo,
rápido...), lo cual contribuye a diferenciar la función que realiza
en un texto dado. Añadir la terminación -mente a un adverbio
como casi no solo es innecesario, sino disparatado. ¿Pensarán
quienes titularon "Casimente aquí" un programa de la televisión que
constituye un chiste atentar contra el idioma?
1 de julio de 2011
Aunque, al menos hasta la publicación del
Panhispánico (2005), la palabra desapercibido -a, se
definía en el sentido de "desprovisto" y "desprevenido" y, según la
norma culta, se consideraba erróneo su uso como "inadvertido o no
percibido", es precisamente esa acepción la que se ha generalizado y
resulta hoy no solo aceptada sino, prácticamente, la única que se
emplea, por lo general en la expresión pasar desapercibido
("no ser notado o percibido"). Dicho lexicón define:
desapercibido -a. "Inadvertido o no percibido".
El español nuestro |
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