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27 de abril de 2011
Me consulta un asiduo colaborador acerca de las
estructuras ser y estar consciente. Según el
Panhispánico: "El adjetivo consciente, del latín
consciens, -entis, "tener conciencia de¼
" se construye con el verbo estar cuando significa ‘que no se
ha perdido el conocimiento’ y con el verbo ser cuando
significa ‘saber algo o tener conciencia de ello". Hasta ahí,
coincide con otros diccionarios como el prestigioso María Moliner.
No obstante, reconoce el Panhispánico, "en el español
americano no es infrecuente, en este último caso, el uso de estar",
lo que en buen español quiere decir que este empleo propio de
América, recogido ya en un lexicón académico, ha alcanzado
aceptación.
22 de abril de 2011
Del interesante material acerca del uso de las preposiciones que
me hizo llegar un lector tomo algunos ejemplos para insistir en que
es incorrecta la supresión de la preposición de en referencia
a sitios geográficos como provincia de Mayabeque, cabo de
San Antonio... También es errónea la supresión de la preposición en
expresiones comunes: baño de María, agua de lluvia,
ayer por la noche, estudio de caso... Se llama
dequeísmo a la adición innecesaria de la preposición, por
ejemplo delante de subordinadas sustantivas en función de
complemento directo: pensar que... y no pensar de que... Se
conoce como antidequeísmo a la supresión de la preposición
necesaria: convencido de que... y no convencido que... Como
ya he dicho otras veces, el empleo de las preposiciones genera
frecuentes errores en el habla común.
12 de abril de 2011
El término ingesta, del latín ingesta
y este de ingerere, "ingerir", en Biología se refiere a la
"dieta o conjunto de sustancias que se ingieren". Algunos de sus
sinónimos son: alimento, comida, bolo,
sustento, ración, porción, bocado, e, incluso,
absorción y nutrición. Ingestión, del latín ingestio,
-onis, es la "acción de ingerir"; mientras que indigestión,
del latín indigestio, -onis, es "falta de digestión",
"trastorno que por esta causa padece el organismo". Ninguno de los
dos es sinónimo de ingesta y constituye un soberano disparate
expresar que alguien padece una ingesta.
9 de abril de 2011
Una vez más, son familia y se parecen, pero no son
idénticos: el adjetivo inmóvil, del latín immobilis,
significa "que no se mueve", "firme, invariable", mientras que su
similar, el también adjetivo inamovible, quiere decir "fijo,
que no es movible" y, según el Diccionario de uso del español
de María Moliner, "se aplica a los cargos que no están sujetos a
traslados forzosos o que no pueden ser quitados al que los ocupa.
Fijo, de plantilla". Como ven, la diferencia está no tanto en el
significado, como en el empleo.
8 de abril de 2011
Me pregunta un lector dónde lleva la tilde la
palabra ínterin: pues bien, es esdrújula y, por tanto, la
tilde va en la antepenúltima sílaba; procede del latín interim,
"tiempo que dura el desempeño interino de un cargo"; significa "en
tanto, entretanto". Comúnmente se usa en frases al estilo de "en ese
ínterin". Su plural es invariable: los ínterin.
Recuerdo que, en cierta ocasión, una publicación nuestra intentó
iniciar una sección con ese nombre, la cual apareció por tres
semanas consecutivas, cada vez con la tilde en una sílaba diferente.
6 de abril de 2011
Aunque solo he encontrado conveniar, "acordar
una persona o entidad algo con otra mediante un convenio", en el
Diccionario ejemplificado del español de Cuba (inédito), de
Antonia Ma. Tristá y Gisela Cárdenas, lexicógrafas del Instituto de
Literatura y Lingüística (ambas fallecidas), hay que reconocer que
es palabra que gana adeptos. Según la Fundación del español
urgente (Fundéu), "existe, por cuanto se usa y está bien
formada. No obstante, todavía no figura en los diccionarios. Se
emplea tanto por hablantes de España como de América. Y como tantas
otras veces, el fenómeno se desarrolla paralelamente en portugués,
donde, sin registro lexicográfico, desplaza en el uso a voces con
arraigo en la lengua como acordar, concertar o
ajustar".
2 de abril de 2011
Aunque nada nos recuerde hoy su etimología,
oportuno viene de puerto. Aparecida por primera vez en
castellano hacia 1440, la palabra procede del latín opportunus,
"cómodo", "bien situado", propiamente "viento que conduce al
puerto". Está formada por op "hacia" y portus
"puerto", literalmente, "hacia el puerto". Hoy se emplea como
adjetivo, para referirse a algo "que se hace o sucede en tiempo a
propósito y cuando conviene" o que resulta "ocurrente y pronto en la
conversación"
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