
María Luisa García Moreno
29 de abril de 2009
A veces ocurre que palabras que hoy no tienen
ninguna relación entre sí, etimológicamente sí la tienen. Es el caso
de los términos teatro, teoría y teorema, por
ejemplo. La primera procede del griego théatron, derivado de
theáomai, que significa "miro, contemplo" y tiene una raíz
común con theöréö, "miro, contemplo, medito, examino,
estudio", de donde procede teoría. Por su parte, teorema
proviene del griego theörëma, "meditación, investigación".
Como puede ver, son parientas muy cercanas, pues en todas está
presente la idea de la contemplación y la meditación, del estudio y
la reflexión.
28 de abril de 2009
Continúan saliendo a la luz nombres de profesiones
en su versión femenina. Entre nosotros no resultan comunes
fiscala y bombera; sin embargo, ambos aparecen en el
Diccionario de la Real Academia Española. Claro, aunque no fuera
así, para referirnos a una mujer que realiza una actividad, cuyo
masculino emplea el sufijo -ero o su variante culta –ario,
se admiten ambas terminaciones: -ero, -era; -ario,
-aria. Del mismo modo, el diccionario académico en su
vigésimo tercera edición, por ahora digital, recoge azafato,
azafata como "persona —hombre o mujer— encargada de atender a
los pasajeros a bordo de un avión, un tren, etc."; "empleado de
compañías de aviación, viajes, etc., que atiende al público en
diversos servicios" y "persona que, contratada al efecto, ayuda a
quienes participan en asambleas, congresos, etc".
23 de abril de 2009
Un deportista puede quedar a la zaga en una
competencia; un país, en el desarrollo científico-técnico, porque
zaga, del árabe saqah, significa "retaguardia", "parte
trasera de algo", "último cuerpo de tropa en marcha", "jugador que
va en último lugar"; por eso, zaguero, -a, es el
jugador que ocupa la parte trasera de la cancha. Su homófono saga,
del alemán Sage, se refiere a "cada una de las leyendas
poéticas contenidas en las dos colecciones de primitivas tradiciones
heroicas y mitológicas de la antigua Escandinavia" y, por extensión,
a "todo relato novelesco que abarca las vicisitudes de dos o más
generaciones de una familia".
22 de abril de 2009
Una avispada lectora se percató de que dije que
incluso era una preposición, aunque no está incluida en la lista que
todos, como una cancioncilla, aprendemos de memoria en la escuela.
Resulta interesante aclarar que el lingüista Manuel Seco, en su
Diccionario de dudas de la lengua española (1967) añade cuatro
preposiciones: excepto, incluso, mediante y salvo.
Quizás no se incluyen habitualmente porque como se puede ver en la
definición que copio del DRAE —"incluso, -a. (Del lat.
inclusus). adj. Contenido dentro de una cosa, o que está
implícito en ella. || 2. adv. m. Con inclusión, inclusivamente. ||
3. prep. Hasta, aun."—, incluso puede ser adjetivo, adverbio,
preposición y hasta conjunción. Y, bueno, ¡claro! si aun
equivale a incluso, equivale a su función.
20 de abril de 2009
Autóctono se aplica a los organismos naturales
de un país, no introducidos ni naturalizados, sino indígenas o
nativos [... ] cuya presencia no se debe a la intervención del
hombre. Según la doctora Ángela T. Leiva Sánchez, en su libro Las
palmas en Cuba, a las especies autóctonas también se les puede
denominar nativas. Cuando las autóctonas se encuentran
restringidas solo a un territorio entonces se denominan endémicas.
Sinónimos de autóctono son: natural, indígena
nativo, originario, oriundo y aborigen.
Según el tabloide Naturaleza geológica de Cuba (primera
parte): "Especies indígenas son todas las que habitan en Cuba
y llegaron acá por medios naturales, pero pudieran habitar en otros
territorios [... ] las especies endémicas cubanas son
aquellas especies indígenas que viven solamente en Cuba". Si no se
protegen los organismos endémicos, su desaparición sería definitiva,
pues no existen en otros lugares del planeta.
14 de abril de 2009
Según el DRAE, el adjetivo endémico, -a,
término biológico, define aquello que es "propio y exclusivo de
determinadas localidades o regiones". Científicos cubanos precisan
el término en diferentes trabajos: Fernández Milera y Martínez
Fernández: "especies animales o vegetales propias o exclusivas de
una región geográfica determinada"; Berovides Álvarez y Gerhartz,
"especie u otro grupo taxonómico que solamente se distribuye en una
localidad, zona, país o región específica"; Lourdes Mugica y otros,
"especie que solo vive en un país o región"; González Alonso y
otros: fauna endémica: la "que habita exclusivamente en
determinada región"; Rodríguez Schettino y otros: endemismo:
"condición de las especies que viven solamente en determinados
lugares. Puede ser en el ámbito regional, nacional o local".
6 de abril de 2009
Entre los errores más comunes en el uso de la
preposición a se encuentra el emplearla como nexo de un
complemento directo, a no ser que este indique persona. Debemos
decir: golpeó la pared y golpeó a su oponente, vi
un ferrocarril y vi al nuevo compañero, por ejemplo. En
muy raras ocasiones se permite el uso de la a con el fin de
evitar ambigüedad: Sostiene a la voluntad la esperanza. En
este ejemplo, si no usáramos la preposición, no podríamos definir
cuál es el sujeto y cuál el complemento directo. También es correcto
usarla cuando el complemento directo es un nombre propio geográfico
sin artículo (Visitamos a Santiago de Cuba.), aunque es
bastante habitual en América no emplear esa a (Visitamos
Santiago...).
4 de abril de 2009
Con respecto a inicialar me cuenta un lector que desde antes
del triunfo revolucionario, era común en los bancos que cada
operación interna diaria fuera inicialada al asentarse en las
hojas de trabajo. Cada trabajador tenía su contenido de trabajo y
debía inicialar las operaciones —rutinarias o no— en las que
participaba. Ello lo identificaba, pues entrañaba una
responsabilidad. Cada persona tenía una especie de garabatico propio
—que no necesariamente eran sus iniciales—, perfectamente conocido
por los demás. Y se empleaba también el término refrendar,
cuando un superior, en señal de chequeo o autorización, inicialaba
una operación a realizar o ya hecha por un subordinado.
3 de abril de 2009
Las palabras indexar e indizar son
variantes de un mismo concepto: "hacer índices, registrar
ordenadamente datos e informaciones, para elaborar su índice". Por
supuesto, proceden de índice, que etimológicamente significa
"tabla de un libro" y "dedo índice" y procede del latín index,
hoy término prácticamente en desuso. Durante la Edad Media, el
Index era el conjunto de obras prohibidas por la Inquisición,
entre las cuales figuraron algunas de las mejores del pensamiento
humano. Hoy, la Unesco tiene un Index Translationum o
repertorio de obras traducidas en todo el mundo. También la
especialidad de enfermería cuenta con su índex bibliográfico.
2 de abril de 2009
Las palabras indexar e indizar son
variantes de un mismo concepto: "hacer índices, registrar
ordenadamente datos e informaciones, para elaborar su índice". Por
supuesto, proceden de índice, que etimológicamente significa
"tabla de un libro" y "dedo índice" y procede del latín index,
hoy término prácticamente en desuso. Durante la Edad Media, el
Index era el conjunto de obras prohibidas por la Inquisición,
entre las cuales figuraron algunas de las mejores del pensamiento
humano. Hoy, la Unesco tiene un Index Translationum o
repertorio de obras traducidas en todo el mundo. También la
especialidad de enfermería cuenta con su índex bibliográfico.
1 de abril de 2009
Un lector, acucioso estudioso del idioma y sus
curiosidades me envía palabras de 17 y 18 letras:
irrespetuosamente e irresponsablemente, ambas de siete
sílabas, y también de siete sílabas y 15 letras: indirigibilidad,
en la que la vocal "i" se repite seis veces. Otra muy larga es
multidireccionabilidad, nueve sílabas y 22 letras. Se refiere el
lector a la palabra más corta, con dos sílabas y dos letras: oí,
en la cual hay hiato y que, muy probablemente, sea el vocablo
bisílabo más corto que existe en nuestro idioma.
El español nuestro |