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			María Luisa García Moreno 
			
			 
			
			
			31 de octubre de 2008 
			
			Por estos días se realiza el 21 Festival 
			Internacional de Ballet de La Habana en homenaje al aniversario 60 
			de nuestra compañía; hablemos, pues, de ballet, nombre que se 
			da a la danza teatral desarrollada en Italia durante el renacimiento 
			y cuya técnica consiste en posiciones y movimientos estilizados que 
			conforman un sistema bien definido, aunque flexible. También se 
			aplica a la agrupación o compañía. Los pasos fueron denominados y 
			codificados por primera vez en Francia; por ello, el francés es el 
			lenguaje internacional del ballet; de ahí: adagio, 
			arabesque, demi-plié, fouetté, grand jeté,
			partenaire, pas de deux y otras. 
			
			 
			
			
            30 de octubre de 2008 
			
			Los comunicadores —lo he dicho en más de una 
			oportunidad— no podemos darnos el lujo de cometer determinado tipo 
			de errores, menos, si trabajamos para los niños: el adverbio 
			interrogativo adónde es tónico y se escribe siempre con tilde 
			a diferencia del relativo adonde/ a donde, que se escribe 
			junto cuando el referente o antecedente está expreso, es decir, 
			cuando estamos en presencia de una subordinada adjetiva, y separado, 
			cuando encabeza una subordinada adverbial. Así la sección de un 
			conocido programa infantil —como bien apunta un lector— debería 
			titularse ¿Adónde vamos? 
			 
			27 de octubre de 2008 
			
			
            
			He recibido muchas preguntas y comentarios acerca de los símbolos 
			de las unidades que integran el Sistema Internacional de Unidades de 
			Medidas (SI) —cuyas unidades básicas y sus símbolos son: metro 
			(m), kilogramo (kg), segundo (s), amperio (A), 
			kelvin (K), mole (mol) y candela (cd)—; las 
			suplementarias: radián (rad) y estereorradián (sr), y 
			algunas de las derivadas: hertz o hercio (Hz), coulomb o 
			culombio (C), volt o voltio (V), farad o faradio 
			(F), ohm u ohmio (0), siemens (S), henry o henrio
			(H), tesla (T), lumen (lm); lux (lx). El 
			símbolo del watt o vatio, unidad de potencia eléctrica, es W. 
			Y recuerden son símbolos y no abreviaturas: no llevan punto. 
			Agradezco esta información a Dorcas Rodríguez, del Instituto de 
			Metrología. Las formas castellanizadas las he tomado del DRAE y son 
			perfectamente válidas; usarlas o no es un asunto de elección. 
			 
			
			
			23 de octubre de 2008 
			
			Según el Diccionario Panhispánico de Dudas, 
			se ha extendido enormemente el uso figurado de a nivel de + 
			sustantivo, así como el de a nivel + adjetivo. Ambas 
			construcciones son admisibles siempre que en ellas la palabra 
			nivel conserve de algún modo la noción de "altura" o de 
			"categoría u orden jerárquico", lo cual ejemplifica el mencionado 
			lexicón: "Han decidido establecer relaciones diplomáticas a nivel de 
			embajada", "No existía un programa de rehabilitación a nivel 
			nacional". Sin embargo, se rechaza el empleo de esta frase cuando no 
			está presente ninguna de estas nociones y se usa, indebidamente, con 
			los sentidos de "con respecto a", "en el ámbito de", "entre" o "en". 
			Los cubanos abusamos de esta expresión y ello se vuelve monótono y 
			repetido. 
			 
			
			
            
			22 de octubre de 2008 
			
            
			Se habla de elección en términos del idioma cuando de una palabra 
			existen dos variantes y corresponde al hablante escoger cuál 
			prefiere. Estos casos se dan, fundamentalmente, en palabras de doble 
			acentuación o de simplificación de escritura, como por ejemplo: 
			trasmitir y transmitir, así como todos sus derivados. 
			Claro, no pierda de vista que otra tendencia —en todos los aspectos 
			de la vida y también del idioma— es la de la economía: ¿para qué 
			escribir de más? 
			 
			
			
            
			21 de octubre de 2008 
			
            
			El Diccionario de la Real Acedemia Española (DRAE), de 
			acuerdo con la tendencia a simplificar, recoge: cabaré —así 
			sin la t— del francés cabaret, "lugar de esparcimiento 
			donde se bebe y se baila y en el que se ofrecen espectáculos de 
			variedades, habitualmente de noche"; carné, del francés 
			carnet, "documento acreditativo que se expide a favor de una 
			persona, provisto de su fotografía"; bisté o bistec, 
			del inglés beefsteak, "lonja de carne de vaca o de puerco 
			asada en parrilla o frita"; paté, del francés pâté, 
			"pasta comestible, untable, hecha a base de carne o hígado, 
			generalmente de cerdo o aves" y otros.
			 
			 
			
			
			
            
			20 de octubre de 2008 
			Un asiduo colaborador me llama la atención sobre la 
			expresión niños sin amparo filial, que hemos usado 
			habitualmente para referirnos a los menores que carecen de padres u 
			otros adultos que los cuiden y se responsabilicen de ellos. El 
			adjetivo filial quiere decir "de los hijos", entonces 
			amparo filial significa "amparo de los hijos", y no hay niños 
			con hijos. Sería mucho más adecuado hablar de amparo parental 
			—de los parientes— o familiar. Sí sería correcto, por 
			ejemplo, hablar de ancianos sin amparo filial. Este error se 
			halla bien enraizado entre nosotros, incluso, institucionalmente; 
			sin embargo, no es más que un error. 
			 
			
			
            
			18 de octubre de 2008 
			
			Hay palabras como política, información,
			contenido, capacidad, periferia, calidad..., 
			que cuando se aplican a unidades deben escribirse en singular y no 
			en plural. Es preferible hablar del "contenido de un libro" y no de 
			"los contenidos¼ "; de "la política" y no 
			de "las políticas"; son palabras que por su sentido dan una idea de 
			generalidad. También las hay que, como sustantivos, se emplean 
			siempre en plural: víveres, comestibles, afueras,
			alrededores, anales, nupcias, exequias,
			gárgaras, trizas, tinieblas, modales, 
			vituallas, espejuelos y otras. 
			 
			
			
			
            
			17 de octubre de 2008 
			
			
			La palabra ambages, del latín ambages, 
			significa "rodeos de palabras" o "circunloquios", por ejemplo: 
			"Habla sin ambages, dime lo que sea". También "Rodeos o caminos 
			intrincados, como los de un laberinto". Se emplea en plural. Es la 
			única palabra con esa terminación que se escribe con g. Su 
			similar garaje, del francés garage, hace mucho, mucho 
			fue asimilada por nuestra lengua y españolizada su grafía; por 
			tanto, se ajusta a la regla y se escribe con j. Significa 
			"local destinado a guardar automóviles" y "taller de reparación de 
			vehículos".  
			 
			
			
            
			15 de octubre de 2008 
			
			
			
			Se anunció el nombramiento de la primera mujer 
			para el obispado de la iglesia anglicana y la Fundación del 
			Español Urgente (Fundéu) considera que obispa es la forma más 
			adecuada para hacer el femenino. Según explica el lingüista José 
			Martínez de Sousa en su Diccionario de usos y dudas del español 
			actual: "[¼ ] en otras religiones 
			existen mujeres consagradas a las que se da el nombre de obispas, 
			palabra en principio correcta [¼ ]". 
			Continúan creciendo los nombres femeninos relacionados con oficios, 
			profesiones y cargos. 
			 
			
			
			14 de octubre de 2008 
			A propósito del verbo acceder me escribe 
			un lector, quien piensa que resulta incorrecto usarlo como tener 
			acceso. Sin embargo, así aparece recogido en el Diccionario 
			de la Real Academia Española, que en su tercera y cuarta 
			acepciones dice: "3. Entrar en un lugar o pasar a él. || 4. Tener 
			acceso a una situación, condición o grado superiores, llegar a 
			alcanzarlos". Y también en el Diccionario Panhispánico de Dudas 
			de la Lengua Española, que define: "consentir en lo que alguien 
			solicita o propone, entrar a un lugar y alcanzar o tener acceso a 
			algo inmaterial". Una vez más reitero, que el idioma es un organismo 
			vivo, que crece y se desarrolla, que se transforma con el uso que de 
			él hacemos los hablantes: de ahí nuestra responsabilidad.  
			 
			
			
			8 de octubre de 2008 
			Muchas personas me escriben criticando errores 
			que han encontrado en este periódico o en otras publicaciones. Por 
			lo general tienen razón y es responsabilidad de los comunicadores 
			hacer un uso adecuado de su herramienta de trabajo: el idioma. Solo 
			espero que quienes se dedican a "cazar" los errores que se cometen 
			en los diferentes medios que hacen uso de la lengua oral o escrita 
			tengan en cuenta también los muchos aciertos y valoren —como dice el 
			coordinador de la Fundación del Español Urgente, Alberto Gómez Fong—, 
			"cuántas palabras y cuántas páginas de periódico, cuántas horas de 
			noticiarios de radio y televisión hay que repasar para encontrar" 
			cada gazapo. 
			 
			
			
			6 de octubre de 2008 
			
			Lo he dicho varias veces: el idioma es un 
			organismo vivo y cambiante. Muy recientemente, la Fundación del 
			Español Urgente, organización que luego de muchos años de trabajo en 
			pro del idioma ha conquistado una sólida autoridad, recomendó el 
			empleo de aterrizar para referirse a "cualquier nave voladora 
			que, tras una maniobra de descenso, se pose en tierra firme o sobre 
			cualquier pista o superficie que sirva a tal fin", con lo cual 
			asumió tierra como nombre común, equivalente a ‘superficie, 
			suelo’ —incluida la de un portavión—, y no como el nombre propio del 
			planeta. También criticó, con referencia a la llegada a Marte de la 
			nave espacial Phoenix, el uso por algunos medios de 
			comunicación de amartizar o amartizaje. 
			 
			2 de octubre de 2008 
			Me reprochaba un lector que dijera que la palabra 
			kilobyte no está aún aprobada, porque él la encontró en el 
			Larousse. Primero, aunque muy prestigioso, este diccionario no es 
			"académico", o sea de la Real Academia de la Lengua Española. 
			Segundo, si supiera cuántas palabras usamos cotidianamente y no 
			están aprobadas: alien; antibélico, -a; archiconocido; audiolibro; 
			balletómano; bla bla bla; científico-técnico, -a. Y que 
			conste, los ejemplos escogidos no son de los más nuevecitos. 
			 
			1 de octubre de 2008 
			
			En medio de esta agitada temporada ciclónica, vale 
			la pena referirnos al tema. La palabra ciclón, viene del 
			inglés cyclone y este del griego kyklóö, que 
			significa "doy vueltas", por los remolinos característicos de estos 
			fenómenos tropicales; todos ellos se derivan, en última instancia, 
			de ciclo, del griego kýklos y, por cierto, pertenecen 
			a la misma familia que cíclope, palabra formada de la 
			combinación de cyclops –öpis y öpos, "ojo", por el gran ojo 
			circular del cíclope —¿tendrá que ver con el ojo del huracán?—.
			Huracán procede del taíno antillano hurakán; 
			tormenta, del latín tormênta, "tormento", y temporal,
			del francés antiguo tormente, "desgracia". 
			 
			
			
        
                  
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