María Luisa García Moreno


30 de junio de 2008

El término pote, según refiere María Moliner, en su Diccionario de uso del español, tiene dos acepciones básicas: "vasija de barro o cerámica, cilíndrica, que se emplea para beber o guardar /vasija de cerámica que se utiliza en las farmacias para contener sustancias". Procede del catalán pot, y este del prerromano pûttus, "bote o tarro". De pote procede popurrí, calco del castellano olla podrida. Esteban Rodríguez Herrera en su Léxico mayor de Cuba, lo considera un vocablo equivalente a "puchero, olla o cocido", y explica que, aunque de uso escaso, en un sentido muy familiar y coloquial, equivale a comida.


28 de junio de 2008

El uso de policlínico / policlínica —tema en el que insiste un lector, aunque me remite el trabajo publicado por Fernando Carr, en Bohemia— es un problema de variante regional. En España y quizá en otros lugares de nuestra América se llama policlínica a lo que en Cuba llamamos policlínico. Ya es hora de que aprendamos a defender nuestra variante, aunque no esté recogida en diccionarios —no es el caso de policlínico, que aparece en el Breve diccionario de la lengua española, elaborado por nuestro Instituto de Literatura y Lingüística y publicado por la Biblioteca Familiar—. Este lector me remite la frase de Seco que ya he repetido: "La lengua es de la comunidad que la habla" y la comunidad cubana usa policlínico. Por cierto, según varios diccionarios, se formó mediante la anteposición de la palabra griega polis (ciudad) y no polys (muchos).


26 de junio de 2008

El término calendas —al que me referí al hablar de bisiesto y por el que me pregunta un lector— da nombre al primer día de cada mes del antiguo calendario romano: En realidad, y aunque los antiguos romanos heredaron e incorporaron a la suya la cultura griega, en el calendario griego, no existían las calendas. Por eso, hablar de las calendas griegas, constituye una ironía, pues se alude a un tiempo que no ha de llegar nunca. De este término se deriva calendario.


25 de junio de 2008

Las antiguas máquinas de escribir no podían colocar la tilde sobre las mayúsculas y esa dificultad técnica trajo como consecuencia que muchas personas pensaran que no la llevaban, puesto que no la veían nunca en los textos impresos. Por suerte, la computación permite salvar esa dificultad de carácter técnico y hace mucho tiempo ya que está definido en la normativa ortográfica de la lengua española que las mayúsculas sí llevan tilde. Por tanto, escriba: Ángel, Álvaro, Índice, etcétera


23 de junio de 2008

La palabra ochavo, -a, por la que me pregunta un lector, procede del latín octavus; antiguamente se empleaba como sinónimo de octavo. Aunque tiene otras acepciones, daba nombre a una moneda de cobre española, que pesaba un octavo de onza y tenía un valor de dos maravedís; fue mandada a labrar por Felipe III, y con el valor primitivo pero menos peso, se siguió acuñando hasta mediados del siglo XIX. Es expresión relativamente común no tener un ochavo y puede nombrar también una cosa insignificante, de poco o ningún valor. Es palabra de muy poco uso.


21 de junio de 2008

La palabra homeostasis, es en Biología el "conjunto de fenómenos de autorregulación, que conducen al mantenimiento de la constancia en la composición y propiedades del medio interno de un organismo" y procede de dos elementos compositivos griegos: el primero, homeo-, significa "semejante, parecido" y el otro, "posición, estabilidad"; mientras que hemostasia, en Medicina, se refiere a la "detención de una hemorragia de modo espontáneo o por medios físicos, como la compresión manual, o químicos, como los fármacos" y se deriva del elemento compositivo griego hemato- (y sus variantes hemo-, hema-, hemat-), que significa "sangre". No tienen nada que ver una y otra.


17 de junio de 2008

Ya en otra ocasión me referí a los latinismos que perviven en nuestra lengua cotidiana. Hoy un lector me pregunta el significado de algunos: statu quo, "en el estado en que", en la diplomacia, estado de cosas en un determinado momento; álter ego "el otro yo", se usa como "persona en quien otra tiene absoluta confianza, o que puede hacer sus veces sin restricción alguna. || 2. Persona real o ficticia en quien se reconoce, identifica o ve un trasunto de otra. El protagonista de la obra es un álter ego del autor; ipso facto, "por el hecho mismo, inmediatamente, en el acto"; sui géneris, "de su género o especie".


16 de junio de 2008

Una querida amiga me pregunta por el término megaconcierto. No está aceptado aún, de la misma forma en que no lo está megabyte; pero mega- y megalo- son elementos formadores de palabras, que significan "grande" o "amplificación". Podemos apreciarlos en megafonía (conjunto de micrófonos, altavoces, etc.) y megáfono, megalito (monumento de piedra sin labrar; lito, "piedra") y megalítico, megalomanía (manía de grandeza) y megalónomo, megalópolis (ciudad gigantesca). También significa "un millón de veces" y con nombres de unidades de medida, forma el múltiplo correspondiente: megaciclo o megaherzio (MHz) y megavatio (MV) —recuerden que los símbolos de las unidades de medida no llevan punto.


11 de junio de 2008

No son sinónimos deleznable y detestable; pero no está excluido que en determinadas circunstancias o contextos puedan usarse como tales, porque ambos lo son de despreciable. El primero significa "Despreciable, de poco valor. || 2. Poco durable, inconsistente, de poca resistencia. || 3. Que se rompe, disgrega o deshace fácilmente. || 4. Que se desliza y resbala con mucha facilidad", y detestable, "abominable, execrable, reprobable, condenable, aborrecible, pésimo, infame, odioso, exasperante, repelente, atroz, despreciable, insufrible".


10 de junio de 2008

Infestar e infectar no son sinónimos. Infestar se refiere a "invasión de macrorganismos parásitos en la parte interior o exterior de un cuerpo"; "destrucción por actos de bandidaje" (Los piratas infestaron las costas caribeñas.); "abundancia invasiva de plantas o animales perjudiciales" (Los ratones infestaban la casa.) y "exceso de personas o cosas" (Los manifestantes infestaban las calles próximas.). Infectar es "invadir los microrganismos patógenos —aquellos que producen enfermedades— como virus o bacterias" (El virus de la gripe ha infectado a millones de personas.) y, en sentido figurado, "corromper moralmente a una persona" (El ansia de dinero infecta la sociedad capitalista.).


9 de junio de 2008

En español contamos con libertad para organizar la oración, a diferencia del inglés, idioma en el que se debe colocar siempre sujeto, verbo, etc., y donde la negación también tiene un lugar específico. Pero la libertad de que disfrutamos tiene límites que impone la lógica. Estas expresiones que me envía un lector son buena muestra de ello, casi son un chiste: "Se vende jaula para pollos de tres pisos"; "Compré un collar para el perro, que me costó muy caro". Como editora es uno de los errores que más suelo encontrar: el orden de los elementos contribuye a la claridad de las ideas.

El español nuestro

   

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