METEOROLOGÍA        

(1 de diciembre de 2012)

Atrapado por la meteorología

ORFILIO PELÁEZ

Dicen sus padres que desde pequeño le gustaba mirar la lluvia y el movimiento de las nubes, además de sentir particular curiosidad cuando el viento soplaba fuerte.

El joven meteorólogo Carlos Manuel González Ramírez es uno de los presentadores habituales del estado del tiempo, en el Telecentro Provincial de Mayabeque.

Tan temprana afición por el estado del tiempo se hizo mayor cuando el niño Carlos Manuel González Ramírez, visitó una exposición sobre meteorología en el edificio del Capitolio Nacional y pudo conversar con los investigadores presentes allí.

Como cuenta a Granma, aquello lo impresionó de tal forma que de inmediato fue a ver a Marila Santana, una especialista que promovía la creación de círculos de interés en las escuelas primarias y secundarias, a fin de despertar la vocación hacia esa disciplina científica.

Sin rebasar los diez años de edad, el muchacho logró conseguir varios instrumentos para realizar observaciones meteorológicas y montó una pequeña "estación" en su propia casa en el poblado de Boca de Jaruco, municipio de Santa Cruz del Norte, hoy provincia de Mayabeque.

Allí dispuso de termómetro, anemómetro, pluviómetro, veleta y otros aparatos, los cuales aprendió a manejar enseguida, asesorado por un amigo de la familia.

Tanto se ilusionó que tuvo la ocurrencia de colocar a la entrada de la vivienda un letrero que decía "Instituto de Meteorología". Eso causó tanta gracia entre los vecinos que a partir de ese momento no hubo un día en que dejaran de preguntarle cómo se iba a comportar el tiempo, si llovería o habría calor.

El paso del ciclón Irene en el mes de octubre de 1999 selló su definitiva determinación por convertirse algún día en meteorólogo. Durante su primera escuela al campo en el curso 2000-2001, tuvo la suerte de que el albergue quedara cerca de la estación de Bainoa.

"Busqué la manera de ir casi a diario hasta allí, unas veces en el horario de almuerzo, otras después del trabajo. Los observadores y demás trabajadores me recibían bien, y siempre respondieron las numerosas preguntas que yo les hice, sin perder nunca la paciencia".

Los avatares del destino lo mantienen vinculado a esa instalación, cuando al terminar la secundaria básica ingresa en el Instituto Preuniversitario Ho Chi Minh, situado en la mencionada localidad. Ya en ese momento, Carlos Manuel tenía claro que su camino era lidiar con el estado del tiempo.

RETOS POR VENCER

Al terminar la enseñanza media superior hace las pruebas correspondientes para optar por la Licenciatura en Meteorología. Sin embargo, no lo aceptan en el primer intento y le dan la de Geografía.

Pero estando en el año del Servicio Militar, la doctora Gisell Aguilar Oro lo convence para que vuelva a presentarse a los exámenes de ingreso, pues tenía una segunda oportunidad de hacerlo.

Esta vez obtiene una de las plazas previstas y matricula su añorada carrera en el curso 2007-2008, en el capitalino Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Aplicadas, radicado en la Quinta de los Molinos.

Bajo la tutoría de la propia doctora Aguilar Oro, obtiene la máxima calificación en la defensa de su tesis de diplomado titulada Comportamiento de algunas variables meteorológicas durante la ocurrencia de tiempo severo en la región occidental de Cuba. Al graduarse en el último verano es ubicado en el Instituto de Meteorología.

Para su sorpresa, el pasado 5 de septiembre fue nombrado Jefe del Grupo de Pronósticos de las provincias de Artemisa y Mayabeque.

"En lo personal representa un estímulo, pero a la vez un enorme reto, por lo complejo que resulta predecir el comportamiento de las diferentes variables del tiempo en un país insular y tropical como el nuestro. A lo anterior se suma que por sus particularidades geográficas, en ambos territorios estas tienden a comportarse de manera diferente al resto de las estaciones de la región occidental. Para mí, la temperatura mínima y la nubosidad son las más difíciles de vaticinar".

A sus 24 años, Carlos Manuel expresa que la efectividad actual del pronóstico para las dos provincias citadas ronda el 83 %, cifra inferior a la media nacional. Uno de los principales desafíos del colectivo es subir ese indicador y tratar de acercarnos a los resultados que logran los centros provinciales más aventajados, indicó el joven especialista.

Lo otro, precisa, es poder llegar a emitir con antelación los pronósticos de ocurrencia de tormentas locales severas, principal tema de un proyecto de investigación en el cual trabajo.

¿Cómo te sientes cuando un parte sale mal y, por ejemplo, llueve sin estar previsto?

Se trata de lo peor que le puede suceder a un meteorólogo, pues en nuestra profesión las equivocaciones son públicas, impiden la celebración de diversas actividades al aire libre, y la gente llama para averiguar qué pasó, por qué no se cumplió lo previsto. Cuando eso me ocurre me dan ganas de no salir de la casa, pero siempre la familia y los amigos te dan ánimo y logras salir del bache.

Radioaficionado desde el 2003, miembro del ejecutivo de la Sociedad Meteorológica de Cuba y presentador habitual del estado del tiempo en el Telecentro de Mayabeque —antes lo hizo en el de Santa Cruz del Norte cuando era estudiante—, Carlos Manuel González agradece el apoyo recibido de las profesoras Dania Ojeda, Águeda Labrada y María Josefa Codorniz, así como de las doctoras Gisell Aguilar (su mentora y guía), Maritza Ballester y Cecilia González, los especialistas Armando Caymares, Janny González, Andrés Planas, la joven licenciada Giselle Acosta, y sobre todo de sus padres Manuel y Adis Emilia.

Confiesa querer tener la oportunidad de "rastrear" la trayectoria y evolución de un ciclón tropical que amenace al occidente cubano y salir airoso de la difícil prueba. Sin duda, su camino era la meteorología.

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