Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu
La reaparición del publicitado fenómeno de El Niño en el Pacífico
Ecuatorial centra el interés de los estudiosos del clima, dada su
comprobada influencia en el comportamiento de los patrones
meteorológicos globales.

Bajo
la influencia del ENOS, en marzo de 1983 el litoral norte de la
capital sufrió una inundación costera de gran magnitud, por
penetración del mar.
Definido como un aumento de la temperatura
superficial del mar por encima de lo habitual, en una amplia franja
de agua que se extiende desde la zona central y oriental de la
región antes mencionada hasta las costas de Sudamérica, el "terrible
infante" suele surgir acompañado por cambios a gran escala de la
presión atmosférica superficial entre los océanos Índico y Pacífico:
la llamada Oscilación del Sur.
Lo anterior explica que los científicos prefieran
nombrar ENOS a ese complejo proceso de interacción océano-atmósfera,
capaz de provocar sequías extremas en diferentes lugares del orbe y
lluvias torrenciales en otros, desplazamientos de especies marinas,
brotes de enfermedades y pérdidas de cosechas, por citar algunos de
sus más notables daños.
El término de El Niño fue acuñado por pescadores
peruanos en la segunda mitad del siglo XIX, debido a que la
corriente marina cálida casi siempre era observada en las costas del
país sudamericano a finales del mes de diciembre.
Si bien las primeras evidencias sobre los efectos
del fenómeno en Perú se remontan al año 1525, los investigadores han
encontrado información geológica que datan su existencia desde
tiempos milenarios.
Generalmente, aparece en intervalos comprendidos de
dos a siete años. Los ENOS más intensos ocurridos en los últimos
tiempos son los correspondientes a los periodos 1982-1983, y
1997-1998, en los cuales murieron miles de personas en diferentes
partes del planeta, y las pérdidas económicas fueron astronómicas.
El doctor Ramón Pérez, jefe del Centro del Clima del
Instituto de Meteorología, dijo a Granma que la mayoría de
los modelos de predicción sugieren que el calentamiento del mar en
el Pacífico Ecuatorial continuará en los próximos meses, y para
fines del presente año y principios del 2010, El Niño podría
alcanzar la categoría de moderado.
Recordó que bajo la influencia del ENOS, el periodo
seco en Cuba suele ser más lluvioso de lo habitual, y en ocasiones
registra un incremento en la entrada de frentes fríos, acompañados
de activas bandas de nublados con tormentas eléctricas y otras
condiciones de tiempo severas, fundamentalmente de enero a abril.
De manera general, ello está asociado a la formación
de una mayor cantidad de bajas extratropicales en el Golfo de México
durante la etapa invernal. Así ocurrió por ejemplo en el primer
trimestre de 1983.
Según indicó el especialista, desde el comienzo del
verano el fenómeno ha sido uno de los protagonistas principales de
la limitada actividad ciclónica registrada en la cuenca del
Atlántico (solo seis organismos tropicales con nombre se han formado
hasta ahora).
El Niño, apuntó el doctor Ramón, propicia la
permanencia de fuertes vientos desfavorables al desarrollo de
tormentas tropicales y huracanes en la atmósfera superior, al
impedir que la energía pueda concentrarse en la incipiente
circulación del aire en la vertical.
Las mencionadas corrientes actúan como si
descabezaran el cuerpo del meteoro, reduciendo al mínimo sus
probabilidades de desarrollo. Casi siempre en años con ENOS el
número de estos sistemas disminuye de manera significativa en el
área geográfica comprendida por el Atlántico Norte, el Golfo de
México y el mar Caribe, y aumenta en el Pacífico oriental.
Pero de ninguna manera, aclaró, ello significa que
Cuba no pueda ser azotada por algún ciclón en lo que resta de
temporada.
Los investigadores del Centro del Clima mantienen un
monitoreo permanente sobre la evolución de este verdadero engendro
de la pareja océano-atmósfera.
Quizás para finales de octubre o principios de
noviembre, sepamos con mayor certeza si nuestro benigno invierno
transcurrirá a merced de los caprichos del bien llamado Niño
"diabólico" del clima.
Relación de
algunos años con apariciones de El Niño |
1972-1973
1976-1977
1982-1983
1986-1987
1992-1993
1997-1998
2001-2002 |