Como explica la doctora Lourdes Álvarez, el rayo se
produce cuando el movimiento ascendente y descendente del aire
contenido dentro de una nube del tipo cúmulo nimbo, de gran
desarrollo vertical y alto contenido de humedad, forma cargas
eléctricas positivas y negativas, que al acumularse en exceso,
origina una descarga en forma de chispa (el relámpago).
Esta puede circular dentro de la propia nube, entre
dos nubes de tormenta, o entre una de estas y la superficie de la
tierra. Cuando el chispazo desciende a una temperatura tan elevada,
choca con el aire mucho más frío de los alrededores y se produce ese
impresionante estruendo llamado trueno.
Al ser la velocidad del sonido mucho menor a la de
la luz, precisa la especialista, siempre veremos primero el
relámpago, y después escucharemos el trueno. La distancia a partir
de la cual comienza a oírse el rugido provocado por la caída de un
rayo oscila de 10 a 20 kilómetros, en dependencia de las
características del entorno donde nos encontremos.
Los resultados de las investigaciones hechas en
nuestro país sobre el tema revelan que las tormentas eléctricas
aparecen por lo general alrededor del 15 de mayo en lo adelante, y
se extienden hasta la última decena de octubre. El momento pico
ocurre entre la última quincena de agosto y la primera de
septiembre.
Suelen ser más frecuentes al norte de Pinar del Río,
hacia el interior de las provincias habaneras y Matanzas, y en las
zonas montañosas de las regiones central y oriental, localizándose
los puntos de máxima actividad en Veguitas, Pinares de Mayarí y
Tapaste. La hora más propicia es las cuatro de la tarde, mientras el
número máximo anual de días con tormentas eléctricas puede alcanzar
los 130 en algunos lugares.
¿Qué hacer ante una tormenta eléctrica?
Varios son los consejos propuestos por la doctora
Álvarez para que las personas puedan protegerse si son sorprendidas
por una tormenta fuera del hogar.
Lo recomendable, apuntó, es refugiarse dentro de una
edificación o automóvil, que tenga las ventanillas cerradas. Esto
último constituye la opción más segura, pues en los vehículos cuyas
ruedas son de goma, las cargas eléctricas circulan por el exterior
del metal y dejan en el interior un campo eléctrico nulo, fenómeno
denominado Jaula de Faraday.
Nunca debe caminarse bajo condiciones meteorológicas
tan peligrosas, y mucho menos correr si se tiene la ropa mojada,
pues se crean una turbulencia en el aire y una zona de convección,
que pueden atraer la descarga eléctrica.
Esta tiende a caer sobre el punto más elevado, de
ahí que si la persona está en un descampado es aconsejable ponerse
de cuclillas e inclinar la cabeza sobre la rodilla, y taparse los
oídos.
Tal posición debe mantenerse hasta que pase la
severidad de la tormenta. Jamás debe buscar protección debajo de un
árbol, en la boca de una cueva, o en un saliente rocoso. Si uno está
dentro de un grupo de personas, lo más correcto es separarse.
Otras acciones aconsejables son quitar del cuerpo
todo componente metálico y alejarse de vallas, alambres y cercas
portadoras de ese tipo de material; tampoco montar caballo,
practicar deportes en espacios abiertos, ni hablar por teléfono.
Asimismo, debemos salir inmediatamente del agua si
estamos dentro del mar, río, embalse o piscina. Evitar a toda costa
BAÑARSE EN EL AGUACERO cuando esté tronando, algo que
desafortunadamente suele verse mucho durante el verano.
Los rayos también pueden inutilizar de por vida
equipos electrodomésticos (televisores, radios, refrigeradores,
lavadoras), así como computadoras, módem y otros aparatos creados
por el desarrollo científico y tecnológico, de ahí la importancia de
desconectarlos de la corriente o de las líneas telefónicas, según el
caso.
Sin duda, en el tema de las descargas eléctricas las
imprudencias también suelen pagarse bien caras.