(20
de febrero de 2003)
Vigías del clima
ORFILIO PELÁEZ
FOTOS: JOSÉ M. CORREA
Aún bajo la sombra de la
incertidumbre, la probabilidad de que la actual tendencia al
calentamiento global de la atmósfera derive en un cambio climático
irreversible inquieta a muchas personas en el mundo de hoy.
Parte
del colectivo de investigadores y técnicos del Centro del Clima
del Instituto de Meteorología.
Y es que, según indica
el informe Perspectivas del medio ambiente mundial 2002,
emitido por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), en el recién finalizado siglo XX la temperatura media del
planeta ascendió en cerca de 0,6 grados Celsius y los años noventa
fueron posiblemente el decenio más cálido desde 1861 a la fecha.
Otros signos de "alarma
climática" son el aumento del nivel del mar de 10 a 20 centímetros
durante los últimos cien años, mayor frecuencia de sequías y
episodios de lluvias torrenciales, y las recientes noticias de
reportes de deshielo en zonas de glaciares.
Tanto el hombre, como
los ecosistemas y la economía, son particularmente sensibles a los
cambios climáticos, pues si estos ocurriesen, repercutirían en la
producción mundial de alimentos, se agravaría aún más la
disponibilidad de agua, podrían extinguirse muchas especies de la
flora y la fauna, y cambiarían la distribución geográfica y la
propagación de muchas enfermedades transmitidas por vectores, por
citar algunas de sus consecuencias.
PREDECIR PARA MITIGAR
Mantener bajo estrecha
vigilancia la evolución del clima en Cuba, conocer su variabilidad y
determinar los factores que lo modulan, son partes esenciales del
trabajo del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, por
cierto, una de las aristas más importantes de la amplia actividad
científica que desarrolla esa institución.
Según explica su
director, el doctor en Ciencias Ramón Pérez, predecir con suficiente
tiempo las probables variaciones y tendencias del clima es vital
para la agricultura, pesca, salud humana y veterinaria, recursos
hidráulicos, construcciones, turismo y otros renglones de la
economía y los servicios.
Por ejemplo, a partir de
la información recibida de la red de estaciones meteorológicas del
país y de otras fuentes de datos, el centro elabora un boletín
mensual de Vigilancia del Clima, en el que para cada una de las tres
regiones (occidental, central y oriental ) se ofrece un pronóstico
sobre estimados de lluvia y el comportamiento de las temperaturas en
sus variables de máxima, mínima y media.
Con esos elementos,
precisa el especialista, los sectores cuya labor se vería
perjudicada por estos factores pueden adoptar de manera preventiva
las medidas más efectivas para reducir al mínimo posible los daños,
ya se trate de crear condiciones para el mejor drenaje de los
terrenos agrícolas, modificar calendarios de siembra de algunos
cultivos o tomar en cuenta el comportamiento del clima en la
ejecución de obras constructivas.
Durante los últimos
años, los investigadores y técnicos del singular centro obtuvieron
un grupo de resultados de interés científico, social y económico,
entre ellos el modelo de predicción del evento ENOS (El
Niño/Oscilación del Sur), la determinación de las principales
variaciones climáticas ocurridas en el país desde la década de los
setenta a la fecha, y los estudios acerca de la influencia del clima
sobre la salud.
Sobresalen como aportes
notables de estas investigaciones el diseño de un pronóstico
biometeorológico para predecir con antelación cuándo deben esperarse
incrementos en los casos de asma y otras afecciones respiratorias, y
la confirmación de que desde principios de los años setenta, Cuba
también registra una tendencia al calentamiento de la atmósfera, más
evidente en la ocurrencia de valores medios de temperaturas mínimas
por encima de lo habitual.
SEQUÍA S.O.S.
Mención aparte lo tiene
el estudio Causas de la sequía en Cuba y su pronóstico, un
proyecto desarrollado en diferentes etapas por el Centro
Meteorológico de Camagüey y el del Clima del Instituto de
Meteorología, el cual mereció la categoría de Ponencia Relevante en
el reciente XIV Fórum de Ciencia y Técnica.
El
doctor Braulio Lapinel obtuvo premio relevante del XIV Fórum de
Ciencia y Técnica por el estudio Causas de la sequía en Cuba y su
pronóstico.
El trabajo, cuyo autor
principal es el doctor Braulio Lapinel, toma en cuenta de manera
integral todos los factores que de una u otra forma influyen en el
inicio, repetibilidad, intensidad, duración y cese de los procesos
de sequía, entre ellos los cambios en los patrones estacionales de
la circulación atmosférica, mayor o menor humedad relativa,
presencia del ENOS, condiciones físico-geográficas y otros.
La ejecución de este
proyecto permitió crear una importante base de conocimientos y
elaborar un conjunto de técnicas y procedimientos de avanzada, para
en base a ese soporte, desarrollar un sistema integrado de
vigilancia, alerta temprana y pronósticos de la sequía, que ha sido
aplicado y validado de manera exitosa entre 1998 y el 2002.
Estos mecanismos
posibilitan a los productores poner en marcha a su debido tiempo los
planes de mitigación de los efectos nocivos de la sequía, que de
acuerdo con estadísticas de la Organización Meteorológica Mundial
(OMM), ocupan el primer lugar en cuanto al monto global de las
pérdidas económicas y daños a la población, por encima incluso, de
cualquier otro evento meteorológico causante de desastre.
Por su provechosa
utilidad, el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO ha
recomendado extender las aplicaciones de este resultado cubano al
resto del área de Centroamérica y el Caribe, sin duda, un importante
reconocimiento a la creatividad de los "centinelas del clima" de la
Mayor de las Antillas. |