MEDICINA             

(17 de marzo de 2012)

Centro de Neurociencias de Cuba

Alta tecnología para derribar silencios

ORFILIO PELÁEZ
pelaez@granma.cip.cu

Más allá de escudriñar en las incógnitas sobre el funcionamiento del cerebro humano, el Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO), mantiene como máxima prioridad la de colocar su arsenal de conocimientos y tecnología de avanzada en función de la atención primaria de salud.

FOTO: RICARDO LÓPEZ HEVIA Las nuevas tecnologías garantizan la obtención de prótesis auditivas de superior calidad, estética y excelente ajuste.

Así ha sido desde que a mediados de la década de los ochenta del pasado siglo, sus investigadores iniciaron los estudios para la detección temprana de trastornos auditivos en niños, cuyo principal soporte radicó en la alta calificación de los especialistas, y en el diseño y producción allí de buena parte de los equipos empleados en tan noble fin.

Fruto de aquellos esfuerzos fueron el surgimiento de las primeras versiones del NEURÓNICA, destinado a evaluar el potencial auditivo y otros indicadores, y del AUDIX, que basado en el uso combinado de la informática y la electrónica, representó un salto cualitativo al poder determinar la presencia de sordera durante el primer año de vida.

Como precisa el doctor en Ciencias Pedro Valdés Sosa, vicedirector del CNEURO, los menores con problemas auditivos en las primeras edades de vida no solo pierden la capacidad de oír, sino también se les dificulta el desarrollo del lenguaje, del pensamiento y del rendimiento escolar en general, además de sufrir de manera frecuente trastornos de adaptación al medio social.

INESTIMABLE IMPACTO SOCIAL

Bajo la guía del Centro de Neurociencias de Cuba, nuestro país acumula una vasta experiencia de cinco lustros en este tipo de pesquisa, la cual en sus comienzos abarcó primero las salas de cuidados intensivos neonatales y pediátricas.

Luego fue extendiéndose al resto de las unidades del sistema nacional de salud y al nivel de atención primaria, en la medida que contaron con el personal calificado y los equipos y programas informáticos desarrollados en el CNEURO. Este trabajo tuvo entre sus impulsores principales a la doctora María Cecilia Pérez, reconocida autoridad en el tema.

Según el criterio defendido por los especialistas, la detección y el tratamiento oportuno de los problemas auditivos posibilitan un desarrollo adecuado de las potencialidades comunicativas e intelectuales en un elevado porcentaje de los pacientes tratados. Lo anterior propicia una mayor incorporación a la vida social y laboral.

El disponer de registros confiables sobre la prevalencia de esta discapacidad en infantes sentó las bases para que Cuba introdujera la cirugía del implante coclear, que hasta el presente benefició a unos 240 pacientes, la mayoría de ellos niños sordos y sordo ciegos.

Se trata de un dispositivo electrónico que al colocarse dentro del oído, posibilita captar los sonidos del ambiente y transformarlos en impulsos eléctricos que llegan al cerebro, restableciendo así la comunicación auditiva.

Tal proceder quirúrgico tiene indicaciones específicas para aquellos casos que presentan muy baja o ninguna entrada auditiva. En el programa de implante coclear participan diferentes instituciones y grupos multidisciplinarios de especialistas.

Como parte del estudio nacional de las personas discapacitadas puesto en marcha en el 2003, el pesquisaje de trastornos auditivos se aplicó de forma masiva en decenas de miles de niños y sus resultados evitaron que muchos de ellos perdieran definitivamente la capacidad de oír, al aplicarles los tratamientos oportunos previstos.

El doctor en Ciencias Pedro Valdés Sosa recordó que Cuba contribuyó con equipos y especialistas a realizar investigaciones similares en Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

NOVEDOSAS SOLUCIONES

Desde finales del 2010, el Centro de Neurociencias de Cuba introdujo avanzadas técnicas de escaneo láser tridimensional (3D), en el diseño y fabricación digital de los moldes y otros aditamentos para prótesis auditivas.

El ingeniero Ernesto Rodríguez Dávila, director de Producción y Servicios Técnicos, explicó que ello posibilita adecuarlas con la más absoluta precisión a las características anatómicas del oído de cada paciente y de los requerimientos de los especialistas en audiología.

"Al personalizar de ese modo las prótesis auditivas, garantizamos los requisitos estéticos y ergonómicos más exigentes, disminuyen a la mínima expresión los desajustes que pueden ocurrir con los métodos convencionales y logramos un servicio de excelencia, acorde con los estándares internacionales vigentes."

Señaló que la significativa disminución en el tamaño de los mencionados dispositivos, su durabilidad y elevada calidad, pasan también por la aplicación de nuevos biomateriales y la introducción de novedosas soluciones, basadas en el empleo de la nanotecnología y otras disciplinas de punta.

Si bien las pesquisas auditivas son quizás la cara más antigua y visible del CNEURO, la institución encabeza hoy los esfuerzos nacionales por impulsar el desarrollo de la Neurotecnología, rama emergente de una promisoria industria encaminada a lograr productos de última generación para el diagnóstico y tratamiento de las disfunciones cerebrales y mejorar el rendimiento mental.

Asimismo, ha sentado pautas en el estudio de la epilepsia, trastornos del aprendizaje, incluida la lectura; autismo y otros problemas conductuales, mientras incursiona en temas de primer nivel mundial, entre ellos el denominado proyecto de Mapeo Cerebral Humano, que permitirá conocer cómo se desarrolla ese vital órgano desde la niñez hasta la vejez y profundizar en el conocimiento de sus enfermedades principales.

 

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