(17
de marzo de 2012)
Centro de
Neurociencias de Cuba
Alta tecnología para derribar
silencios
ORFILIO PELÁEZ
pelaez@granma.cip.cu
Más allá de escudriñar en las incógnitas sobre el funcionamiento
del cerebro humano, el Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO),
mantiene como máxima prioridad la de colocar su arsenal de
conocimientos y tecnología de avanzada en función de la atención
primaria de salud.
Las
nuevas tecnologías garantizan la obtención de prótesis auditivas de
superior calidad, estética y excelente ajuste.
Así ha sido desde que a mediados de la década de los ochenta del
pasado siglo, sus investigadores iniciaron los estudios para la
detección temprana de trastornos auditivos en niños, cuyo principal
soporte radicó en la alta calificación de los especialistas, y en el
diseño y producción allí de buena parte de los equipos empleados en
tan noble fin.
Fruto de aquellos esfuerzos fueron el surgimiento de las primeras
versiones del NEURÓNICA, destinado a evaluar el potencial auditivo y
otros indicadores, y del AUDIX, que basado en el uso combinado de la
informática y la electrónica, representó un salto cualitativo al
poder determinar la presencia de sordera durante el primer año de
vida.
Como precisa el doctor en Ciencias Pedro Valdés Sosa,
vicedirector del CNEURO, los menores con problemas auditivos en las
primeras edades de vida no solo pierden la capacidad de oír, sino
también se les dificulta el desarrollo del lenguaje, del pensamiento
y del rendimiento escolar en general, además de sufrir de manera
frecuente trastornos de adaptación al medio social.
INESTIMABLE IMPACTO SOCIAL
Bajo la guía del Centro de Neurociencias de Cuba, nuestro país
acumula una vasta experiencia de cinco lustros en este tipo de
pesquisa, la cual en sus comienzos abarcó primero las salas de
cuidados intensivos neonatales y pediátricas.
Luego fue extendiéndose al resto de las unidades del sistema
nacional de salud y al nivel de atención primaria, en la medida que
contaron con el personal calificado y los equipos y programas
informáticos desarrollados en el CNEURO. Este trabajo tuvo entre sus
impulsores principales a la doctora María Cecilia Pérez, reconocida
autoridad en el tema.
Según el criterio defendido por los especialistas, la detección y
el tratamiento oportuno de los problemas auditivos posibilitan un
desarrollo adecuado de las potencialidades comunicativas e
intelectuales en un elevado porcentaje de los pacientes tratados. Lo
anterior propicia una mayor incorporación a la vida social y
laboral.
El disponer de registros confiables sobre la prevalencia de esta
discapacidad en infantes sentó las bases para que Cuba introdujera
la cirugía del implante coclear, que hasta el presente benefició a
unos 240 pacientes, la mayoría de ellos niños sordos y sordo ciegos.
Se trata de un dispositivo electrónico que al colocarse dentro
del oído, posibilita captar los sonidos del ambiente y
transformarlos en impulsos eléctricos que llegan al cerebro,
restableciendo así la comunicación auditiva.
Tal proceder quirúrgico tiene indicaciones específicas para
aquellos casos que presentan muy baja o ninguna entrada auditiva. En
el programa de implante coclear participan diferentes instituciones
y grupos multidisciplinarios de especialistas.
Como parte del estudio nacional de las personas discapacitadas
puesto en marcha en el 2003, el pesquisaje de trastornos auditivos
se aplicó de forma masiva en decenas de miles de niños y sus
resultados evitaron que muchos de ellos perdieran definitivamente la
capacidad de oír, al aplicarles los tratamientos oportunos
previstos.
El doctor en Ciencias Pedro Valdés Sosa recordó que Cuba
contribuyó con equipos y especialistas a realizar investigaciones
similares en Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.
NOVEDOSAS SOLUCIONES
Desde finales del 2010, el Centro de Neurociencias de Cuba
introdujo avanzadas técnicas de escaneo láser tridimensional (3D),
en el diseño y fabricación digital de los moldes y otros aditamentos
para prótesis auditivas.
El ingeniero Ernesto Rodríguez Dávila, director de Producción y
Servicios Técnicos, explicó que ello posibilita adecuarlas con la
más absoluta precisión a las características anatómicas del oído de
cada paciente y de los requerimientos de los especialistas en
audiología.
"Al personalizar de ese modo las prótesis auditivas, garantizamos
los requisitos estéticos y ergonómicos más exigentes, disminuyen a
la mínima expresión los desajustes que pueden ocurrir con los
métodos convencionales y logramos un servicio de excelencia, acorde
con los estándares internacionales vigentes."
Señaló que la significativa disminución en el tamaño de los
mencionados dispositivos, su durabilidad y elevada calidad, pasan
también por la aplicación de nuevos biomateriales y la introducción
de novedosas soluciones, basadas en el empleo de la nanotecnología y
otras disciplinas de punta.
Si bien las pesquisas auditivas son quizás la cara más antigua y
visible del CNEURO, la institución encabeza hoy los esfuerzos
nacionales por impulsar el desarrollo de la Neurotecnología, rama
emergente de una promisoria industria encaminada a lograr productos
de última generación para el diagnóstico y tratamiento de las
disfunciones cerebrales y mejorar el rendimiento mental.
Asimismo, ha sentado pautas en el estudio de la epilepsia,
trastornos del aprendizaje, incluida la lectura; autismo y otros
problemas conductuales, mientras incursiona en temas de primer nivel
mundial, entre ellos el denominado proyecto de Mapeo Cerebral
Humano, que permitirá conocer cómo se desarrolla ese vital órgano
desde la niñez hasta la vejez y profundizar en el conocimiento de
sus enfermedades principales.
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