(6
de abril de 2006)
Fórmulas para ganar
salud
BIONAT genera
alimentos especiales de significativo impacto social. La falta de
equipamiento indispensable impide satisfacer la demanda
MARIAGNY TASET
AGUILAR
Cuba cuenta con una
prestigiosa institución científica poco conocida cuyo objeto social
la convierte en única de su tipo en el país: el Centro de
Investigaciones de Bioelementos Naturales doctor Juan Bruno Zayas (BIONAT),
situado en Ciudad de La Habana. La entidad se distingue por generar
fórmulas que incluyen vitaminas, minerales y antioxidantes, y
enriquecer con ellas varios alimentos destinados a casos especiales.
El
doctor Valdés atribuye el déficit en la distribución de los
nutrientes, a limitaciones con equipos y materias primas aprobados
para una mayor producción.
En entrevista para
Granma, el doctor en Ciencias Naturales Jesús Valdés Figueroa,
director del centro y autor principal de los estudios, explicó que
allí investigan y desarrollan tales productos para el consumo
humano, considerados funcionales porque nutren, energizan y
favorecen la actividad metabólica del organismo. Su función esencial
consiste en revitalizar células y órganos, y ajustar o mantener el
balance mineral del cuerpo.
Las fórmulas para
enriquecerlos, agregó, contienen sustancias orgánicas y elementos
como calcio, magnesio, fósforo, extraídos de fuentes naturales,
provenientes de nuestras flora y fauna marinas y terrestres. La
obtención, concentración y notable estabilidad (más de 10 años) de
estos complementos nutritivos, se logran por medio de novedosas
técnicas de reciclaje múltiple, propias de BIONAT.
Los residuos de los
experimentos y determinados desechos también se reciclan, a fin de
elaborar principios activos ecológicos para otros productos. Entre
ellos, cosméticos, cicatrizantes, repelentes y compuestos eficaces
para pulir metales y dientes (en prótesis). La institución está
dispuesta a brindar a otras entidades, en este caso, los
conocimientos tecnológicos.
¿QUÉ HACEN CON LOS
ALIMENTOS?
Los nutrientes, señaló
el también miembro de la Sociedad Internacional de Alimentos
Funcionales, los producimos a escalado (no es constante) de acuerdo
con las demandas más urgentes. "Llevamos la premezcla (ingrediente
activo) a fábricas donde existe disponibilidad y el equipamiento
idóneo para elaborarlos. De allí salen bajo las marcas Scr y Bionat,
registradas por la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI).
La primera es abreviatura de San Cristóbal, pueblo de Pinar del Río
donde iniciamos las investigaciones" (1989).
BIONAT
desarrolla una amplia gama de alimentos enriquecidos con diversas
fórmulas, y otros productos industriales.
Estos comestibles no se
almacenan. El centro los entrega o envía de inmediato a sitios
priorizados como hospitales pediátricos y siquiátricos, círculos
infantiles, sanatorios de atención al SIDA, hogares maternos y de
ancianos, e instalaciones deportivas. También se distribuyen en
regiones afectadas por desastres naturales y otros eventos que
provocan emergencias.
Los envíos pueden
incluir caramelos a base de romerillo, orégano, sábila, raíz de
ginsén, tilo, omega-3 (antioxidante a partir de algas y órganos del
tiburón) y hasta majagua; además, galletas, gelatinas y chocolates
mineralizados. Todos, afirmó, comercializados solo en moneda
nacional mediante cheques y transferencias bancarias.
El refresco instantáneo
(en polvo), vitaminado o con minerales, es el que más se vende, por
la diversidad de unidades que lo requieren; el 98% de la materia
prima con que se elabora es nacional. Casi igual porcentaje (de
ingredientes nacionales y creados por el centro) se utiliza para
obtener los demás.
La entidad ha producido
desde 1993 hasta hoy, 211 millones de dosis (dos cucharadas por
vaso) de esta bebida, al módico precio de siete centavos. Según
aseguró Valdés, sin registrar reacción secundaria alguna, excepto la
que él en broma y con orgullo señala: adicción.
Los análisis de control,
destacó, se realizan con la mejor tecnología del país y de conjunto
con instituciones científicas y empresas productivas, para mantener
la calidad y hacer rentable nuestra labor. "Tales estrategias nos
han permitido durante 12 años de producción cubrir todos los costos
con los ingresos alcanzados, y financiar el estudio y evolución de
nuestras líneas productivas, cada vez más numerosas."
¿POR QUÉ NO LLEGAN A
TODOS?
BIONAT surgió
oficialmente en 1996, pero tres años antes ya producían, a escalado,
alimentos funcionales. La idea la concibió el Ministerio de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias, a raíz de la difícil situación
económica originada en Cuba, durante los años 90.
Se pensó inicialmente en
niños, madres y ancianos, aclara Valdés. "Para ellos necesitábamos
crear, con urgencia, reemplazantes proteicos y tan nutritivos como
la leche, y enriquecer estos a partir de fuentes y desechos
naturales, entre ellos la cáscara del huevo, primera en ser
estudiada".
"Pero hoy hemos ampliado
nuestro objeto social, por lo que la demanda de los productos es más
alta, y en las condiciones actuales no se puede satisfacer
totalmente. Ello se debe a que la institución, desde el principio,
carece de suficiente equipamiento para el óptimo desempeño
productivo."
No obstante tales
limitaciones, el centro ha logrado sobrecumplir los planes
propuestos y merecer la categoría de Vanguardia Nacional durante
seis años consecutivos, además del Premio a la Excelencia y la
máxima calificación en todos los controles gubernamentales.
Asimismo, los resultados
de su labor son reconocidos por las unidades beneficiadas. Estas
destacan los aportes de los nutrientes en la prevención y
tratamiento de enfermedades cerebrales y cardiovasculares,
hipoglicemias, intolerancias digestivas, trastornos del sistema
nervioso, entre otras.
Ahora el colectivo (40
trabajadores) proyecta desarrollar nuevas fórmulas que optimicen las
funciones del sistema inmunológico, a fin de incluirlas en los
alimentos, y también situar el Programa Materno Infantil entre sus
principales prioridades. |