Y es que mediante el desarrollo de la tecnología SUMA (Sistema
Ultra Microanalítico), los investigadores de la entidad pusieron a
punto los equipos, reactivos y estrategias que permitieron iniciar y
mantener el pesquisaje masivo de un grupo de padecimientos
vinculados a varios programas priorizados del Ministerio de Salud
Pública, entre ellos el de Atención Materno Infantil, Vigilancia
Epidemiológica y Certificación de Sangre.
Como ejemplifica el Máster en Ciencias Aramís Sánchez Gutiérrez,
jefe de Programas Nacionales del Centro de Inmunoensayo, el citado
aporte garantizó hacer las pruebas para el diagnóstico precoz del
hipotiroidismo congénito a la totalidad de los niños cubanos nacidos
a partir de 1986.
"Durante los últimos 25 años se estudiaron tres millones 350 mil
373 infantes, de los cuales 798 tenían la enfermedad. Lo anterior
permitió la aplicación oportuna del tratamiento indicado y evitó que
crecieran con retardo mental severo. Hoy son personas de coeficiente
neurocognitivo normal, plenamente integradas a la sociedad".
Cuba fue el segundo país de América en tener cobertura completa
del programa de hipotiroidismo congénito, después de Canadá, y eso
constituye una muestra de cuánto puede contribuir la alta tecnología
al bienestar del ser humano, cuando se pone al servicio de la
sociedad sin exclusiones, aseveró.
También el SUMA es pieza clave del programa de diagnóstico
prenatal de malformaciones congénitas. Hasta el momento, la cifra de
mujeres analizadas en casi tres décadas asciende a tres millones 755
mil 511, encontrándose 8 011 anomalías incompatibles con la vida.
Ello permitió la interrupción de un alto número de embarazos,
siempre por decisión de la pareja, y significó una contribución
importante al sostenido descenso de la tasa de mortalidad infantil.
En Cuba las enfermedades crónicas no transmisibles provocan en la
actualidad alrededor del 60 % de los fallecimientos anuales,
centrados en las afecciones del corazón, las cerebrovasculares y
diferentes tipos de cáncer.
Tomando en cuenta ese panorama, el Centro de Inmunoensayo trabaja
con celeridad para lograr la detección precoz de buena parte de
ellas, a fin de incrementar las posibilidades de mantenerlas bajo
control, con menores costos al sistema de salud.
Al respecto, el Máster en Ciencias Aramís Sánchez mencionó el
desarrollo del sistema UMELISA PSA, destinado a cuantificar el
Antígeno Prostático Específico en una muestra de sangre, considerado
el marcador tumoral que más ayuda al diagnóstico de cáncer de
próstata.
De los 234 laboratorios de tecnología SUMA instalados a lo largo
y ancho del archipiélago cubano, 194 disponen de los reactivos
fabricados en la institución que garantizan hacer la prueba en cada
municipio del país.
Aunque la confirmación de un carcinoma de ese órgano se determina
mediante una biopsia, si el resultado da alterado en dos o más
ocasiones, puede sugerir que algo no anda bien y el paciente debe
ser valorado de inmediato por un especialista en urología, indicó.
Una investigación realizada en Santiago de Cuba entre el 2009 y
el 2010, con más de 35 mil hombres mayores de 50 años, demostró la
conveniencia de hacer el pesquisaje de PSA a gran escala, al
permitir adelantar el diagnóstico de 176 casos de cáncer de
próstata, muchos de los cuales no manifestaban síntomas.
La mayoría de ellos fueron detectados en estadios 1 y 2, cuando
las posibilidades terapéuticas son mucho mayores y puede disminuirse
de manera significativa la mortalidad por esa enfermedad, que a
nivel nacional ocasionó el fallecimiento de 2 624 hombres en el
2011.
Sin embargo, en el mes de abril, el 33 % de los laboratorios SUMA
implicados no hizo ninguna prueba de antígeno prostático específico,
mientras otro 32 % realizó una cantidad muy baja.
Lo anterior pone de manifiesto que, lamentablemente, el PSA en no
pocas ocasiones ni siquiera se indica en pacientes con antecedentes
personales de un familiar de primera línea con cáncer de próstata, o
entre aquellos hombres que plantean tener dificultades para orinar,
aumento de la frecuencia de micción, incontinencia urinaria,
presencia de sangre en la orina y otros síntomas, como está
recomendado.
Así, sostuvo el doctor Sánchez, buena parte de los reactivos
producidos por el Centro de Inmunoensayo para asegurar la
realización de ese examen en cualquiera de los 194 laboratorios
disponibles, están subutilizados, y permanecen guardados por tiempo
prolongado.
Su baja indicación podría responder al hecho de que después de un
PSA alterado, se requiere hacer un ultrasonido transrectal y hay
lugares donde la disponibilidad de tales equipos de imagenología
resulta insuficiente. Quizás obedezca a que se desconoce la
existencia de todas las facilidades para hacerlo a nivel de cada
municipio.
Dada la contribución que esta prueba puede hacer en el
diagnóstico temprano del cáncer de próstata (el mencionado estudio
hecho en Santiago de Cuba así lo demuestra), bien amerita entonces
avanzar en su generalización.