INVESTIGACIONES     

(10 de marzo de 2012)

Investigación-Producción

Desandar los imprescindibles caminos del presente

ROBERT TORRES BARBÁN

Fue en sus laboratorios, donde en tiempos de apremio, emergieron formulaciones para la elaboración de picadillo, yogurt, mayonesa y leche¼ siempre a partir de la soya. Las mismas instalaciones desde las que nacieron imprescindibles alimentos especiales para pacientes diabéticos, anémicos o fenilcetonúricos. La sal yodada, leche con hierro y compotas fortalecidas, que hoy se han vuelto comunes, también fueron fruto del empeño de quienes laboran en el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria (IIIA).

Fotos: Yaimí Ravelo Las galletas fortalecidas de trigo Aurora son acogidas con agrado por la población.

Aunque estos no son sus únicos resultados. El IIIA, "como se le conoce en el mundo de las ciencias alimentarias del país y un poco más allá de sus fronteras" es un centro que nació en 1977 para promover la ciencia, y que hoy asume el desafío de fomentar producciones, que contribuyan a su autofinanciamiento y la sustitución de varios productos que hoy importa el país.

Impulsar y fortalecer la industria alimentaria es el compromiso devenido reto de quienes hoy laboran en las nueve plantas del IIIA, desde donde se trabaja e investiga para concretar el necesario desarrollo de esa esfera, comentó la doctora Susana Banguela Pérez, su directora de Docencia y Relaciones Internacionales. "Aquí no solo se suscita la investigación, la docencia y la publicación de artículos y textos científico-técnicos, sino que también se labora para mejorar y desarrollar producciones".

COMO AGUA PARA CHOCOLATE

Tal es el caso de lo que sucede en la Planta de Cereales, Molinería y Confitería, donde se contribuye de manera concreta al autofinanciamiento de la entidad, comenta orgulloso su director William Pérez. "Aquí se fomentan producciones tanto para la venta en moneda nacional, como en divisas, y desde ya se mira hacia la posible exportación de algunos productos como las galletas enriquecidas con trigo, caramelos y los productos de chocolatería, los cuales se expenden en diferentes puntos de la ciudad bajo el sello Aurora.

Fotos: Yaimí Ravelo En el centro también se elaboran productos cárnicos que venden a varios organismos de la capital.

Desde nuestro centro se abastecen mercados capitalinos —como La Dalia— que ofertan nuestros productos en moneda nacional, así como otros especializados para la venta en CUC, como las casas del Chocolate ubicadas en el Centro Histórico de La Habana y en el Palacio de Convenciones, entre otras, añadió.

Con los dividendos no solo se garantizan las materias primas para nuevas producciones, sino que también se revierte en beneficios para el desarrollo científico e investigativo del centro, en una apuesta concreta por el necesario autofinanciamiento de instituciones de investigación, tal y como se ha convocado en el Lineamiento 133 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Pérez indicó que esa instalación impulsa las líneas productivas, "pero sin descuidar su principal objeto social, que es la docencia e investigación". Ejemplo de ello es el trabajo que se realiza en la Escuela Latinoamericana de Chocolatería, donde se forma y capacita personal especializado en esta temática. Cada año, dijo, se imparten cursos que contribuyen al desarrollo de nuevos productos y a la formación del personal volcado hacia esta especialidad.

Entre los principales retos investigativos que hoy afronta el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria resaltan los estudios para la aplicación de nuevos ingredientes en la molinería, el aprovechamiento industrial de la yuca y el boniato, así como la producción de almidones y harinas.

También se impulsa una nueva tecnología para el uso de cebollas y ajos cubanos que sustituyan a los deshidratados de importación, que hoy se expenden en las tiendas recaudadoras de divisas como parte de los conocidos "sazones completos" o en polvo.

Banguela Pérez indicó que se crean, además, nuevos sabores para sustituir el uso de esencias importadas y garantizar la calidad del yogurt de soya que hoy se elabora en fábricas de todo el país.

En tal sentido, la directiva reclamó la aplicación "y de manera correcta" por parte de algunas entidades de la industria de las tecnologías nacidas en el IIIA que, de aplicarse y extenderse correctamente, contribuirían a elevar la calidad y cantidad de las producciones en diferentes fábricas y centros de elaboración, así como a disminuir costos de producción.

35 años después

En este 2012 se cumplen 35 años del nacimiento del Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria. Desde su surgimiento sus objetivos son casi los mismos, y continúa ocupado sus 20 hectáreas, a unos 25 kilómetros del centro de La Habana.

La gente que allí trabaja no es la de aquella fecha, aunque algunos de sus fundadores permanecen hoy en la entidad, lo cierto es que en ese centro se le abre paso a las nuevas generaciones, y entre sus cerca de 600 trabajadores, se conjuga la experiencia y el conocimiento de másteres y doctores, con el emprendimiento de jóvenes profesionales y obreros que allí se inician.

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