El doctor González señaló que en 1992 obtuvo su
primer certificado de registro para ser utilizado como material de
implante en estomatología y cirugía maxilofacial.
Tres años después mereció similar validación en
ortopedia y traumatología, mientras que a finales de esa propia
década se aprobó su empleo en la reconstrucción del globo ocular en
aquellas personas que perdieron esa estructura anatómica.
Según precisó el especialista, hasta la fecha
alrededor de 23 000 pacientes han recibido los beneficios de la
Hidroxiapatita Coralina porosa en estomatología, cirugía
maxilofacial, ortopedia, traumatología y neurocirugía.
La relación incluye cerca de 1 740 implantes
oculares, lo cual además de su notable aporte social, tiene un
impacto económico al ofrecer un nuevo servicio altamente
especializado de oculoplastia en el país y generar ingresos por las
exportaciones de los implantes.
Al introducirse la Coralina en más de 100 unidades
del sistema nacional de salud, Cuba se colocó dentro del reducido
grupo de países del mundo donde la totalidad de sus ciudadanos tiene
acceso a un producto de primer nivel, altamente cotizado en el
mercado internacional.
Explicó el doctor Ramón que de manera general se ha
reportado un 3 % de fracaso en los casos aplicados, asociado al
tratamiento quirúrgico y ninguno a la existencia de respuestas
adversas al biomaterial.
Más allá de sus ventajas para mejorar la calidad de
vida de las personas, el uso de la Coralina HAP-200 motivó la
publicación de más de 100 artículos científicos en revistas
especializadas, y ha sido tema de tesis de grado, maestrías y
doctorados.
Desde el punto de vista ecológico expertos del
Instituto de Oceanología, la empresa Geocuba y otras entidades,
hacen los correspondientes estudios de impacto ambiental, a fin de
asegurar la explotación sostenible de los bancos de corales del
género Porites, sin poner en peligro la supervivencia del
ecosistema.
En la actualidad, indica el científico, el
Laboratorio de Biomateriales del CNIC trabaja en el desarrollo de
nuevas generaciones de biomateriales, compuestos de hidroxiapatita
nano estructurada con polímeros, para aplicaciones en sistemas de
liberación controlada de fármacos con sustancias osteoinductoras y
otras, que prometen saltos cualitativos a corto plazo en el
tratamiento de diferentes patologías y la regeneración tisular.
A pesar de los resultados expuestos, en los últimos
tiempos el uso de la Coralina HAP-200 no alcanza los niveles
esperados, cuando incluso la capacidad productiva es hoy ocho veces
superior a la demanda estimada. En algunas provincias los almacenes
están saturados del biomaterial, debido a la poca salida que tiene.
Ojalá que los fantasmas de la desorganización y el
síndrome de preferir traer las cosas del exterior, no nublen todo el
esfuerzo invertido en el desarrollo de uno de los productos
emblemáticos del CNIC en sus casi 45 años de creado.