(4
de abril de 2003)
Para que el
transporte no se detenga
PEDRO MORA
BAYAMO.— Valerico Aldana
está convencido de que su virtud de eliminar obstáculos con
innovaciones, tiene raíces profundas en su vida estudiantil. En el
Instituto Tecnológico José Luis Tasende, del municipio granmense de
Media Luna, forjó una férrea voluntad frente a las dificultades.
Allí aprendió a
aprovechar al máximo el estudio, crear el autoabastecimiento
alimentario de la escuela, emplear el talento para no dejar detener
las máquinas del central Juan Manuel Márquez y, en la recogida de
café, adquirió conciencia de lo que significa el trabajo voluntario.
Al graduarse de mecánico
automotor, comenzó a trabajar en Bayamo en la Empresa de Camiones
Granma, donde completó sus conocimientos con la colaboración de un
prestigioso colectivo.
Entre viejos técnicos
descubrió secretos y habilidades que mantienen activos, con pocas
piezas y bajos recursos, añejos equipos responsabilizados con
trasladar comestibles y otros productos a la provincia. Así, entre
innovadores, asimiló una enseñanza básica para la vida.
Cuando fue preciso,
resolvió con eficiencia un problema que amenazaba con paralizar un
parque de 64 camiones y sus remolques: desperfectos en el pistón de
la válvula triple de los carros Kamaz, los cuales se convertían en
serio problema para todos.
Se trata de una pieza
del sistema de freno que posee la función de enviar la señal al
remolque y la emergencia; un aditamento altamente necesario en la
detención exacta de los carros, y por ende garantía de
transportación segura. Mediante una solución parecida al diseño
original, Valerico ideó fundir la zapatilla sobre el pistón con un
novedoso dispositivo que sirve de guía y sostén, y que además
conforma la zapatilla con similar medida a la auténtica.
La innovación puede
realizarse en cualquier taller y requiere del empleo de tres
operarios: tornero, mecánico y ponchero, quienes en conjunto
sustituyen una válvula triple valorada en 73,39 dólares y 14,64
pesos en moneda nacional.
Con la medida, 33
camiones funcionaron durante el año 2002 en las bases del MITRANS en
Granma. Además, ofreció garantía a los equipos de esa empresa que
pueden sufrir desperfectos, una noticia también estimulante para
todas las entidades del país poseedoras de los conocidos Kamaz,
sometidos a larga explotación.
El año pasado el centro
laboral de Valerico dejó de invertir 2 421 dólares y 306,93 pesos;
sin contar lo que representó económicamente al impedir la
paralización del viejo parque de carros con tan importante misión en
los ciclos de entrega de productos para la canasta familiar en el
territorio.
En el Fórum de Ciencia y
Técnica del grupo empresarial de camiones del país, ya recibió una
mención y ahora perfecciona su aporte para generalizarlo y
contribuir a evitar idéntico obstáculo en los parques automotores de
otros organismos. Es una facultad de nuestro sistema educativo que,
erigido entre aulas y fábricas, enseña oficios y educa para la vida. |