(25
de agosto de 2005)
Innovaciones que no
se engavetaron
Texto y foto: JORGE LUIS
MERENCIO CAUTÍN
La ingeniera en minas
María Josefa Fernández Rodríguez es mujer perseverante, de las que
no descansan en el empeño de innovar.
María
Josefa Fernández Rodríguez, destacada innovadora del sector de la
construcción en Guantánamo.
Esa voluntad de buscar
soluciones a problemas de la producción la convierten en una de las
innovadoras más destacadas de Guantánamo.
Su desempeño como
especialista en explotación de yacimientos en la Empresa de
Materiales de la Construcción le viene como anillo al dedo para el
desarrollo de sus inquietudes creadoras.
Voladura con
eficiencia se titula el tema con que obtuvo mención en el XIV
Fórum Nacional de Ciencia y Técnica, y el Premio provincial de
Innovación Tecnológica en el 2003.
Mediante su trabajo se
sustituye el empleo de explosivos de importación por uno de
producción nacional para la voladura de frentes de cantera.
Pero no ha sido una
innovación engavetada, la generalización de esa experiencia en las
canteras cubanas corrobora su utilidad en algo tan necesario para
las construcciones como la producción de áridos.
Esos resultados
motivaron a María Josefa a continuar adelante. Ahora elabora una
ponencia sobre la Sustitución de arena sílice por arcilla como
material aislante en horno Hoffman.
El proyecto inicial para
la instalación del horno Hoffman en la Empresa de Cerámica Floro
Bistel, radicada en La Jabilla, en la carretera que enlaza a los
municipios de Guantánamo y Caimanera, contemplaba el empleo de 1 300
metros cúbicos de arena sílice como material aislante en el relleno
de esa obra, árido que se transportaba en rastras desde Pinar del
Río.
Ante el elevado costo de
ese acarreo, ella demostró la factibilidad técnica y económica de
emplear arcilla del yacimiento de Novaliche (ubicado a solo cinco
kilómetros del horno), la cual posee propiedades físico-mecánicas,
químicas y refractarias apropiadas para sustituir a la arena sílice.
Su estudio fue aceptado
y gracias a él la inversión del horno redujo sensiblemente los
costos. Solo por el ahorro de combustible, al evitarse la
transportación de arena sílice desde el occidente se dejaron de
gastar 73 501 litros de petróleo.
Este trabajo, único del
Grupo Tecnológico número 8 (temas de la construcción) fue presentado
en el Cuarto Encuentro Internacional de Mujeres Creadoras, realizado
en junio del pasado año en el Palacio de las Convenciones, en la
Ciudad de La Habana.
El tema le propició
recibir también el Premio Anual de Innovación Tecnológica por sus
resultados en el 2004, otorgado por el Gobierno y el Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en la provincia.
La Asociación Nacional
de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) atribuye buena parte de sus
resultados a su inquietud creadora, entre los que se encuentran,
además, la obtención de cemento romano y la producción de pigmentos
naturales a partir de los desechos de la cerámica.
María Josefa Hernández
Rodríguez, graduada en 1980, es la única guantanamera del sector de
la construcción con la condición de Innovadora 8 de Octubre, máxima
distinción otorgada por el Buró Nacional de la ANIR. |