Referente de conocimientos
Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu
El 19 de abril de 1963 Cuba se unió al pequeño
número de países que dispuso de una entidad especializada en el uso
de la información, al fundarse en esa fecha el Instituto de
Documentación e Información Científica y Técnica (IDICT), adscrito a
la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias.
Máster
en Ciencias Carmen Sánchez Rojas, directora del IDICT.
Como bien expresa la máster Carmen Sánchez Rojas,
directora general de la institución, durante estas cuatro décadas el
andar del centro marcó verdaderos hitos en el desarrollo de tan
vital actividad.
Baste mencionar en primer lugar la responsabilidad
de diseñar un sistema nacional de información científico técnica, y
fomentar luego el nacimiento de las filiales provinciales del IDICT
en el transcurso de la década del setenta del pasado siglo.
Momentos cruciales de su historia fueron también la
introducción años después de las primeras computadoras personales
utilizadas en Cuba para brindar información, la conexión a bases de
datos ubicadas en Europa, el adiestramiento de cientos de
profesionales, y el logro en 1996 del acceso de nuestro país a
Internet, servicio del cual el IDICT fue su proveedor inicial.
Mientras el mundo industrializado posee más del 80%
de las patentes de invención y buena parte de sus habitantes
disponen de computadoras, acceso a Internet, telefonía móvil y otros
beneficios derivados del progreso tecnológico, en los países en
desarrollo solo el 40% de la población tiene televisión, millones de
seres humanos jamás han visto una computadora, ni saben de Internet,
en tanto un segmento nada despreciable jamás ha hecho una simple
llamada telefónica.
En opinión de Carmen Sánchez Rojas, los pueblos del
Sur tienen ante sí el difícil reto de cambiar de manera radical tan
sombrío panorama y abrir espacios para impulsar la denominada
sociedad del conocimiento, donde los beneficios de la educación, la
ciencia, la tecnología y la cultura artística, tributen de manera
real a las grandes mayorías.
Se trata, precisó, de multiplicar el conocimiento
para el bien público, pues si no contamos con ese vital recurso es
imposible aspirar a crecer económicamente y ser competitivos.
En el caso de Cuba podemos decir que estamos en
condiciones favorables para asumir los desafíos de la era digital,
pues existe la voluntad política y el capital humano requerido.
Quedaría trabajar fuerte en el mejoramiento de la infraestructura
tecnológica y organizativa, indicó.
Al ser la entidad rectora de esta actividad, el
IDICT tiene entre sus misiones fundamentales garantizar el soporte
informativo de los programas nacionales, ramales y territoriales de
ciencia y tecnología, incluyendo el acceso a reconocidas bases de
datos cubanas y foráneas.
Recientemente puso a disposición de los usuarios el
Portal Nacional del Fórum de Ciencia y Técnica (www.forumcyt.cu),
para facilitar que desde cualquier lugar del país pueda consultarse
el texto completo de las ponencias premiadas a nivel nacional y
provincial en el último evento. Ello facilitará la difusión y
generalización de esas soluciones. La lista inicial comprende 1 192
trabajos distinguidos.
También suministra la mayor parte de los contenidos
disponibles en la Red de la Ciencia Cubana, y lleva a cabo numerosas
acciones de consultoría y asesoría en diferentes temáticas, las
cuales comprenden estudios de mercado y estrategias de
comercialización, por citar algunas de ellas.
En esa dirección prioriza el trabajo con las
empresas en proceso de perfeccionamiento empresarial, y las
exportadoras de bienes y servicios. Otra arista es la formación de
profesionales en los temas de inteligencia empresarial mediante
cursos y diplomados.
Sin duda, a 45 años de creado el hoy denominado
Instituto de Información Científica y Tecnológica es herramienta
esencial para el desarrollo de la industria de la información, un
referente inagotable de conocimientos.