(24 de
septiembre de 2011)
Energía
fotovoltaica
Alternativa viable
ORFILIO PELÁEZ
pelaez@granma.cip.cu
Bajo el liderazgo de varios países europeos, China
(fundamentalmente en los últimos tiempos) y otras naciones, la
generación de electricidad mediante el empleo de sistemas
fotovoltaicos creció en más de 130 veces a nivel mundial entre el
año 1999 y el 2010, al pasar de 200 a unos 27 200 megaWatt al año.
La
gráfica muestra parte del sistema fotovoltaico conectado a red, que
con carácter experimental funciona desde principios de año en una de
las dependencias de Ecosol Energía. Asume el 50 % del consumo
eléctrico mensual del centro.
Tan significativo salto obedece a la disminución
progresiva del costo de los paneles fotovoltaicos y de las
inversiones iniciales, propiciadas por los avances científicos y
tecnológicos, el aumento de la eficiencia y, sobre todo, a la cada
vez mayor aplicación de módulos conectados y sincronizados a las
redes eléctricas comerciales.
En la actualidad, el 99 % de la producción mundial
anual de energía fotovoltaica se destina hacia ese último objetivo.
Como fue expuesto en el taller sobre energía
fotovoltaica finalizado ayer en el Instituto de Ciencia y Tecnología
de Materiales (IMRE), de la Universidad de La Habana, son varias las
ventajas que ameritan impulsar el desarrollo intensivo de esta
promisoria fuente renovable en Cuba.
Baste mencionar la eliminación de pérdidas en la
transmisión y distribución de la energía eléctrica al generarse esta
más cerca del cliente o en el propio lugar donde se consume, y el
poder instalar con facilidad los sistemas fotovoltaicos sobre el
techo de cualquier edificio o área bien expuesta al Sol, además de
no contaminar el ambiente, y de que los gastos de operación y
mantenimiento son muy inferiores a los de las termoeléctricas.
Según las proyecciones internacionales, el precio
del barril de crudo seguirá alto, e incluso, debe subir más en el
futuro; mientras, la energía fotovoltaica continuará abaratándose.
El
doctor en Ciencias Daniel Stolik.
EL CAMINO DEL SOL
En opinión del doctor en Ciencias Daniel Stolik,
profesor titular de la Facultad de Física de la Universidad de La
Habana, e investigador del IMRE, la radiación solar es la fuente de
energía renovable más distribuida en el mundo, y por su posición
geográfica, Cuba recibe cantidades suficientes y con distribución
muy uniforme, por lo que puede aspirar a convertir la fotovoltaica
en una de las más importantes generadoras de electricidad a largo
plazo.
Según los cálculos, el promedio de energía solar que
llega al país es de algo más de 1 800 kiloWatt/hora/metro cuadrado
al año. El mes de máximo valor de radiación solar tiene lugar en
abril, mientras diciembre registra la mínima intensidad de esa
variable meteorológica.
Stolik recordó que en nuestro país los sistemas
fotovoltaicos han estado básicamente destinados a la electrificación
de consultorios médicos, escuelas, salas de televisión, círculos
sociales, viviendas, y otros objetivos, ubicados en lugares
apartados y sin conexión al sistema electroenergético nacional.
Hoy existen alrededor de 9 000 paneles solares
instalados en todo el archipiélago, y una cantidad apreciable es de
producción nacional.
Para el investigador del IMRE, la experiencia
acumulada, unido al capital humano creado y los elevados valores de
radiación solar, ponen al país en condiciones de avanzar hacia una
fase superior en esta esfera, dirigida a potenciar el desarrollo de
los sistemas fotovoltaicos acoplados a la red convencional, a fin de
aportar electricidad de manera sostenible y competitiva.
"Si trabajamos desde ahora en esa dirección,
buscamos soluciones propias para reducir los costos, y trazamos
estrategias enfiladas a incentivar su empleo, dentro de cuarenta
años el 25 % de la electricidad generada en Cuba podría provenir de
la energía fotovoltaica".
Aunque la inversión inicial resulta cara, aseveró,
una vez puesta en marcha el proceso se abarata, pues el combustible
empleado es el Sol. Incluso, ya en Cuba el costo del kiloWatt/hora
fotovoltaico logra ser más bajo que el reportado con el uso del
petróleo.
En estos momentos disponemos de algunos sistemas
puntuales conectados a red. Como es lógico, durante mucho tiempo
dependeremos aún de los combustibles fósiles, pero lo imperdonable e
insensato sería no dar pasos para su futura y progresiva
sustitución, indicó Stolik. |
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