ENERGÍA             

(28 de noviembre de 2002)

¿Energía verde?

Orfilio Peláez

Dicen con toda razón que la Revolución Industrial nacida en Inglaterra y extendida luego al resto de Europa durante el siglo XIX, implantó en el mundo un nuevo modelo energético basado en la explotación de los combustibles fósiles.

El conocimiento del potencial eólico nacional está dentro de las prioridades del programa de desarrollo energético sostenible.

Así, el petróleo, el gas y el carbón se convirtieron de manera progresiva en una suerte de palanca, capaz de mover el desarrollo de la Humanidad a lo largo de las últimas dos centurias.

Pero junto con sus indiscutibles aportes al progreso del hombre, la práctica demostró también que los combustibles fósiles tenían vida limitada y algún día se agotarían. De igual modo, su quema en cantidades cada vez mayores envenenaba de manera silenciosa el aire del planeta.

En la actualidad el uso energético indiscriminado de esos tres recursos naturales es responsable del 80% de las emisiones anuales de dióxido de carbono hacia la atmósfera, por tanto tienen influencia directa sobre el efecto invernadero y en la actual tendencia al calentamiento global de la Tierra.

Si el mundo basó su desarrollo hasta nuestros días en el empleo de tales energías sucias, no hay duda de que en los albores del siglo XXI y ante el peligro real de ocurrencia de un cambio climático con graves consecuencias para la vida en todas sus manifestaciones, las llamadas "energías verdes" se perfilan como la gran solución para el futuro, porque además de ser casi limpias, son inagotables.

LOS APORTES DE LA NATURALEZA

El Sol es quizás el yacimiento energético más cercano al hombre, pues como bien afirman los científicos, lo tenemos la mayor parte de los días sobre nuestras propias cabezas con sus notables aportes de luz y calor.

Mediante la construcción de los llamados paneles fotovoltaicos, la energía proveniente del Astro Rey se aprovecha para generar electricidad sobre todo en comunidades apartadas o en proyectos de desarrollo rural, mientras a través de los colectores solares y otros equipos se utiliza su potencial térmico (calentar agua, alimentos, etc.).

Otro pilar importante dentro del grupo de las energías renovables lo es sin duda el viento, cuyos primeros reportes de empleo datan desde hace unos 4 000 años en la antigua Persia.

Un informe reciente de la organización Greenpace dice que en los próximos 20 años podrían instalarse en el Viejo Continente cerca de un millón de megavatios de energía eólica, lo cual podría dar electricidad a millones de hogares europeos y ahorrar al menos 232 millones de toneladas de dióxido de carbono en el 2010.

La biomasa, considerada la forma de energía más antigua del mundo, no se queda atrás y con la aplicación de tecnologías más eficientes, el aprovechamiento de los desechos orgánicos sería capaz de procurar en un futuro hasta el 75% de la energía mundial, sin olvidar lo que puede suministrar el agua mediante centrales hidroeléctricas y otros sistemas.

VENTANA CUBANA

Cuba no se mantiene al margen de los esfuerzos internacionales por impulsar la aplicación progresiva de energías renovables y sostenibles, y dentro de los temas priorizados de investigación científica y desarrollo tecnológico para los próximos años lo tiene bien definido en su agenda.

Entre las líneas principales figuran el uso de la biomasa como combustible, en especial los residuales de la industria azucarera, y el aprovechamiento progresivo de fuentes alternativas, sobre todo la solar fotovoltaica, solar térmica, hidroenergía y eólica, incluida la terminación de un estudio dirigido a conocer el potencial eólico real del país.

Si bien los resultados son aún modestos debido a las limitaciones impuestas por la difícil coyuntura económica, en los últimos años y mediante el aprovechamiento de la energía solar, se pudieron electrificar en regiones montañosas o apartadas cientos de escuelas rurales, salas de video, consultorios del médico de la familia, hospitales, pequeñas comunidades y otros objetivos económicos y sociales.

También funciona con carácter demostrativo el primer parque eólico de Cuba, ubicado en la isla de Turiguanó, en Ciego de Ávila, y recientemente acaba de constituirse el Frente de Energía Renovable, con el propósito de cohesionar el trabajo de instituciones, centros de investigación y ministerios, en la aplicación de esas alternativas energéticas.

Para bien de la salud ambiental del planeta, la hora de las energías verdes parece haber llegado. Al menos y contrario a lo que sucede con el oro negro y otros combustibles fósiles, hay suficientes sol y viento en la Tierra.

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