ENERGÍA             

(30 de agosto de 2006)

La luz del viento

El aumento del precio del petróleo en el mercado internacional y el agotamiento de sus reservas hacen crecer el interés por la energía que produce el viento. La primera experiencia cubana se desarrolla en la Isla de Turiguanó

ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ

ISLA DE TURIGUANÓ, Ciego de Ávila.— A unos 800 metros de la línea costera permanecen como perennes guardianes. Las dos torres se elevan 33 metros sobre el nivel del mar, altura suficiente para recibir el viento del norte.

En medio de un silencio casi sepulcral, roto cuando las aspas de los aerogeneradores de electricidad cortan el aire, se levanta el Parque Eólico Demostrativo Isla de Turiguanó, inaugurado el 16 de abril de 1999, como parte de un programa nacional de estudio de los vientos con fines energéticos.

Único de su tipo en Cuba, posee una función educativa, de entrenamiento y sensibilización acerca de esta fuente renovable de energía, informa el ingeniero eléctrico Adonis Pérez Lorenzo, quien atiende las operaciones y explotación de Perey (persistencia) y Cory (coraje), el nombre que desde un inicio dieron a las dos turbinas generadoras.

Luis Manuel Batista Tamayo, licenciado en Meteorología, investigador y profesor titular, explica que el surgimiento del Parque obedece al desarrollo del Programa de Prospección Eólica de Cuba, iniciado en 1993, cuya primera etapa previó la ubicación de los lugares más ventajosos, desde el punto de vista de potencial eólico, para su explotación a mediana y gran escalas.

En el caso de la Isla de Turiguanó, precisa el especialista, los vientos soplan con velocidades entre cinco y ocho metros por segundo, características que permiten mantener la explotación continua del sistema prácticamente todo el año.

En reiteradas ocasiones, por dificultades operacionales, el Parque Eólico ha permanecido inactivo y no ha podido alcanzar el máximo de generación prevista: 998 megaWatts/hora (mW/h) al año.

Pese a ello, desde que entró en funcionamiento ha producido más de 2 000 mW/h, el equivalente a más de 600 toneladas de petróleo, si se toma como base lo consumido como promedio en una termoeléctrica del país para producir un megaWatt.

Otras de las ventajas es que entrega una energía limpia, sin contaminar el medio ambiente, pues no expulsa dióxido de carbono ni otras sustancias nocivas; tampoco se agota, pues el recurso viento es renovable.

No hay otro lugar de Cuba donde Eolo (dios del viento en la mitología griega) aporte tanta energía eléctrica. Estudios realizados indican que más del 30% de la que consume el circuito de Turiguanó la brinda esta fuente renovable, de la cual se benefician 2 248 personas, residentes en varios asentamientos del lugar: la comunidad Celia Sánchez Manduley (Poblado Holandés), Manatí, San Rafael, La Loma, Sandino, El Salado y la Comunidad Fajardo, incluida la Empresa Pecuaria donde se desarrolla uno de los mayores hatos de ganado vacuno Santa Gertrudis.

El Centro de Capacitación de Energía Renovable, dirigido por Luis Manuel, funciona provisionalmente en el Centro de Investigación de Ecosistemas Costeros (CIEC), de Cayo Coco. Allí, varios profesionales del territorio y de otras regiones del país han asistido a conferencias, cursos, talleres y posgrados. Entre los ingenieros y meteorólogos capacitados se encuentran algunos de la provincia de Holguín, donde estudiaron la franja costera de Gibara y las alturas de Pinares de Mayarí, una de las zonas con mayor potencial eólico en la nación.

De acuerdo con estudios realizados, en Cuba existen cientos de lugares que pudieran generar unos 420 mW/h, aproximadamente la quinta parte de la energía que consume el país. Las primeras investigaciones se han realizado en la Isla de la Juventud, extremo occidental de Pinar del Río, nordeste de la región oriental y la costa norte del archipiélago desde la provincia de Holguín hasta Villa Clara.

Adonis explica que, según el diseño, las máquinas instaladas en Turiguanó comienzan a funcionar a partir de los 13 kilómetros por hora. Al aumentar la velocidad del viento es mayor la entrega de energía, que puede llegar a 225 kiloWatts cuando el viento llega a los 50 kilómetros por hora (km/h). Si la velocidad sobrepasa los 90 km/h, el sistema se detiene automáticamente.

El rotor de la turbina, afirma, está acoplado a un multiplicador de velocidad que hace girar al generador eléctrico, que produce la energía a 250 revoluciones por minuto. También hay cables que salen del generador y se conectan al panel de control y fuerza. De allí parten a la subestación, desde donde se distribuye la corriente al Sistema Electroenergético Nacional.

"El proceso es totalmente automatizado, y la mayoría de las fallas puede corregirse desde la propia computadora de la instalación, o desde otra conectada a ella, no importa cuán lejos se encuentre."

En la generación de energía eléctrica a partir del viento, Europa (España, Holanda, Alemania y Bélgica) ocupa la avanzada; en Asia marchan a la vanguardia la India, China y Japón, y en América Central, el líder es Costa Rica.

Por los niveles de generación, España es el cuarto productor mundial y cuenta con un potencial eólico 20% menor que el de Cuba. No es desdeñable, entonces, el esfuerzo que se viene haciendo por desarrollar este tipo de energía.

Datos generales de la instalación

- Dos aerogeneradores de 225 kiloWatts/hora.

- Generación promedio anual: 307 megaWatts/hora.

- Horario de máxima generación: de 11:00 de la mañana a 3:00 de la tarde.

- Área barrida por el rotor: 616 metros cuadrados.

- Velocidad de rotación: 30/41 revoluciones por minuto.

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