Datos de la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), sostienen que
durante las últimas tres décadas se extinguieron 21 especies de aves
a nivel mundial, mientras que en el caso de los mamíferos la cifra
rebasa las 70 desde el siglo XVI a la fecha, y más de 1 000 están
hoy amenazadas.
La tasa actual de pérdida de especies es cien veces
mayor que la mostrada en los registros fósiles, por tanto no pocos
especialistas afirman que la humanidad asiste al sexto gran evento
de extinciones de toda la historia evolutiva de la vida en la
Tierra.
Y según esos criterios, la diferencia es que ahora
ello obedece a la acción irresponsable del hombre y no a otros
fenómenos, como sucedió en el pasado.
Hoy la principal amenaza a la conservación de la
diversidad biológica proviene de la alteración y la pérdida del
hábitat natural de las poblaciones de plantas y animales.
En ello incide el crecimiento de la actividad minera
a cielo abierto, la construcción de infraestructuras, la explotación
maderera, el aumento de asentamientos humanos urbanos, la
contaminación, la introducción de especies exóticas, así como la
caza y la pesca irracional, entre otros factores.
Con relación a los anfibios, estos ocupan el puesto
diecisiete, en tanto los reptiles aparecen situados en el catorce y
las aves en el veintitrés.
Tales cifras alcanzan mayor relevancia si
consideramos que las naciones ubicadas en la vanguardia de esos
indicadores son de gran tamaño, como es el caso de Australia y
China.
Sin embargo, nuestra biodiversidad sufre también las
consecuencias de la pérdida o transformación del hábitat natural de
no pocas especies y son varias las que ya se extinguieron, entre
ellas el Guacamayo y el Carpintero Real, mientras que el Manatí y el
Gavilán Caguarero están en peligro de extinción, y requieren de la
ayuda humana para sobrevivir.
Recientemente tuvo lugar la presentación del libro
Rostros en peligro, especies cubanas amenazadas, valiosa obra
que en alrededor de 300 páginas y cientos de fotografías, muestra
con el máximo rigor toda la información científica actualizada,
referida al estado de las poblaciones, nivel de endemismo, impactos
ocasionados por el hombre y acciones de conservación puestas en
marcha, de moluscos terrestres, arañas, escorpiones, libélulas,
peces de agua dulce, anfibios, reptiles, aves, mamíferos.
Como señala a Granma Julio Larramendi Joa,
uno de los editores del texto junto con el Doctor en Ciencias
Geográficas Nicasio Viña Dávila, se trata de un intento por mostrar
la enorme riqueza de la fauna cubana, incluyendo especies en algún
grado de amenaza, y la impostergable necesidad de protegerlas.
Fruto del esfuerzo de un colectivo de autores
formado por trece reconocidos investigadores de diferentes
instituciones, el libro muestra los perjuicios causados a nuestra
biodiversidad por la introducción y dispersión de plantas y animales
exóticos.
Tal es el caso reciente de la claria o pez gato, un
fuerte depredador de gran voracidad, adaptabilidad y alto poder de
reproducción, que constituye un serio peligro para la subsistencia
de la ictiofauna autóctona.
También pone de manifiesto los significativos daños
que la sobreexplotación comercial ocasionó a la estabilidad de
determinadas especies de peces, y los severos impactos que ocasiona
a la ecología el vertimiento de contaminantes industriales no
tratados, y basura de todo tipo hacia el mar, ríos y arroyos.
Es oportuno mencionar que anualmente miles de aves y
tortugas marinas ingieren desechos plásticos que le provocan una
muerte lenta y dolorosa.
Fuente de consulta ineludible para especialistas,
profesores y estudiantes interesados en la temática, Rostros en
peligro¼ rinde homenaje a la memoria
de las doctoras Rosa Elena Simeón, María Elena Ibarra, y al
realizador Jorge Ramón Cuevas.
Constituye, sin duda, un llamado de alerta y
convocatoria en la búsqueda de la necesaria armonía entre desarrollo
y conservación del medio ambiente, un instrumento para comprender
con claridad que salvar la biodiversidad es una premisa
estrechamente vinculada a la supervivencia de la propia especie
humana.