AMBIENTE             

(16 de febrero de 2013)

Para alertar a los productores

ORFILIO PELAEZ
pelaez@granma.cip.cu

Contrario a sus beneficiosos efectos en las altas capas de la atmósfera, donde protege al hombre y a los ecosistemas de las nocivas radiaciones ultravioletas procedentes del Sol, el ozono superficial constituye un grave problema ambiental cuando sus concentraciones rebasan los niveles permisibles.

Fotos: Silvia DiéguezDaños en las hojas de tabaco producidos por el ozono superficial.

De acuerdo con valoraciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), es el contaminante del aire que más daño ocasiona a los cultivos y bosques, además de ocupar el tercer lugar en la relación de gases de efecto invernadero de mayor contribución al calentamiento global.

Identificado por la fórmula O3, en el caso particular de la Agricultura reduce el rendimiento y la calidad de las cosechas, merma el follaje de las plantas y favorece la aparición de plagas y enfermedades, poniendo en peligro la seguridad alimentaria al disminuir la producción agrícola.

Doctor en Ciencias Geográficas Jesús Ramírez, autor principal del sistema de alerta temprana.

En la actualidad están identificadas varias fuentes generadoras de ozono superficial. Aparecen entre ellas el crecimiento de las emisiones locales de gases nocivos al medio ambiente, la quema de bosques, los compuestos volátiles orgánicos y el transporte a larga distancia de masas de aire originadas en zonas industriales, asociadas al desplazamiento de frentes fríos, bajas extratropicales, centros de altas presiones de origen continental, y otros fenómenos meteorológicos.

Si hace un tiempo atrás las áreas más expuestas a su perjudicial influencia se localizaban en zonas industrializadas de América del Norte y Europa, en la actualidad abarcan buena parte de las naciones en vías de desarrollo, incluyendo Latinoamérica.

Organismos internacionales estiman que para el 2030, las pérdidas atribuibles al ozono troposférico a escala mundial ascenderán a un rango de 17 a 35 billones de dólares.

VALIDADO POR LA PRÁCTICA

El Doctor en Ciencias Geográficas Jesús Ramírez Almoguea, investigador del Centro de Contaminación Atmosférica del Instituto de Meteorología, ha dedicado toda su carrera profesional de más de 30 años al tema del ozono superficial y su influencia en la Agricultura cubana.

Autor principal del Sistema de Alerta Temprana (SAT-O3), para avisar a los productores agrícolas estatales y privados con cinco días de antelación cuando deben esperar aumentos en las concentraciones de este gas a nivel del suelo terrestre, el especialista refirió a Granma que el mencionado procedimiento es aplicado desde hace más de 15 años en nuestro país en cultivos como el tabaco, ajo, papa, cebolla, tomate y más reciente en frijoles, con resultados sumamente favorables.

"Los pronósticos han tenido una efectividad superior al 92 %, y los encargados de distribuir esa información a los productores son las estructuras de divulgación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Sanidad Vegetal, TABACUBA y la Empresa Nacional de Seguros, entidades que conforman el Grupo Multidisciplinario de Ozono".

Según manifestó el doctor Jesús Ramírez, cuando el aviso llega de manera oportuna a la base es posible adoptar un conjunto de acciones dirigidas a proteger las cosechas y disminuir las pérdidas, entre las que aparecen polvorear con cal los sembrados, activar los regadíos y usar determinadas sustancias fungicidas.

Dijo que antes de la puesta en marcha del SAT-O3, hubo años en que el país perdió el 73 % de la cosecha de ajo, y hasta unas 2 500 hectáreas de tabaco, debido a la presencia de altas concentraciones de ozono troposférico, cifras que afortunadamente descendieron de manera significativa con la introducción progresiva de ese resultado científico, validado por la práctica de tres lustros.

Pese a tan promisorio comportamiento, en la actualidad hay cierto desinterés en algunos directivos de empresas agrícolas hacia el sistema de alerta, y conocemos que hay productores del sector privado que no reciben la información o les llega atrasada, afirmó el investigador.

Lo mismo sucede en las provincias, pues mientras en Pinar del Río, Artemisa y Sancti Spíritus el engranaje de transmisión del SAT-O3 funciona con puntualidad, en otras la capacidad de respuesta es más débil, y ello impide obtener los beneficios esperados.

Destacó, además, que la actual cosecha de invierno 2012-2013 muestra continuos periodos con altas concentraciones de ozono, y hasta el 12 de febrero sumaban 14 los avisos de alertas emitidos, principalmente para el occidente y centro del país.

"Recientemente recorrimos campos de la Empresa de Cultivos Varios de Güira de Melena y de manera preliminar apreciamos afectaciones provocadas por el citado gas en el ajo, papa, frijoles y zanahoria. Allí las alertas no fueron recibidas con la antelación requerida".

Como plantea el doctor Ramírez, lo importante es que cada productor agrícola reciba esa información. La seguridad alimentaria del país así lo amerita.

Ir al inicio

Subir