AMBIENTE             

(9 de octubre de 2008)

Retorno al mangle rojo

Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu

Dicen los cronistas de la época que la presencia de exuberantes bosques de manglares bordeando la costa fascinó a Cristóbal Colón cuando navegó por las aguas del Golfo de Batabanó en 1494.

La gráfica muestra el deterioro de la costa al oeste de la desembocadura del río Mayabeque, sometida a un intenso proceso erosivo durante las últimas décadas.

La atracción por el paisaje y las ventajas para el desarrollo del comercio, dada la cercanía al mar, convirtió a la zona en centro de progresivas labores constructivas y agrícolas impulsadas por los conquistadores españoles.

Incluso, hay fuertes evidencias de que la primera localización del asentamiento de San Cristóbal de La Habana, a comienzos del siglo XVI, estuvo precisamente en las inmediaciones del río Mayabeque.

Con el paso de los años estas acciones del hombre condujeron a la tala indiscriminada del mangle y a la degradación del entorno, prácticas acentuadas aún más con el advenimiento de la república mediatizada en 1902.

Sin librarse tampoco de posteriores errores en el manejo de la franja costera, el tramo comprendido entre Surgidero de Batabanó y Playa Mayabeque es hoy la zona litoral de Cuba con mayor riesgo, al presentar los más altos valores de aumento del nivel del mar por eventos meteorológicos severos. Esta situación puede agravarse debido a los probables efectos del cambio climático.

APORTES DE UN PROYECTO

A partir de los notables indicios de erosión observados en esta área del sur de la provincia de La Habana, investigadores del Instituto de Oceanología, el Instituto de Geofísica y Astronomía, y el de Ecología y Sistemática, pertenecientes al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), desarrollaron un proyecto dirigido a la rehabilitación ecológica del área comprendida entre Surgidero de Batabanó y Playa Mayabeque, cuya extensión es de alrededor de once kilómetros e incluye el mayor asentamiento poblacional, la más grande playa, y el único puerto de la costa sur de La Habana.

Según explicó el Master en Ciencias, ingeniero Sergio Lorenzo Sánchez, especialista en teledetección del departamento de Oceanografía Física-Química, del Instituto de Oceanología, a partir del procesamiento digital de imágenes aéreas tomadas en 1956, 1970 y 1997, pudo comprobarse la existencia de un marcado retroceso de la línea de costa, con un ritmo promedio de dos metros por año.

Este negativo fenómeno es más intenso en la costa de mangle, que en la franja arenosa. Baste decir que la costa de manglar de Playa Surgidero hasta Playa Mayabeque retrocedió unos 90 metros tierra adentro de 1956 a la fecha, mientras en la de arena correspondiente a Playa Mayabeque fue de 45 metros en el propio período, indicó.

La desaparición de la línea de mangle rojo, eslabón esencial para proteger a la costa de los efectos del oleaje y el aumento del nivel del mar, es una de las principales causas del sensible deterioro ambiental ocurrido en toda esta zona, junto a la incorrecta construcción de canales y caminos, la extracción ilegal de arena y la edificación de casas sobre la duna.

Como señalan los especialistas, en los bordes costeros donde el mangle rojo tiene pleno desarrollo, los daños ocasionados por los eventos meteorológicos extremos es mucho menor, pues las raíces de este árbol se anclan en forma de tenedor y penetran profundamente sobre el fondo areno fangoso, convirtiéndose así en un sólido valladar ante el embate del viento y las olas.

Si falta esa bien llamada primera línea de defensa de la costa, el efecto combinado del viento y el oleaje se multiplica porque otro tipo de vegetación, incluso el mangle prieto, ofrece mucho menos resistencia.

El notable proceso erosivo que sufre esta región de la geografía habanera se ha intensificado en los últimos tiempos por el azote más frecuente de ciclones tropicales y episodios de vientos fuertes de componente sur.

Dentro de las medidas previstas para detener tal tendencia y rehabilitar el tramo costero Surgidero de Batabanó-Playa Mayabeque, los expertos proponen recuperar el frente de mangle rojo mediante la siembra de plantas jóvenes en parcelas previamente preparadas, capaces de garantizar su crecimiento y posterior desarrollo, junto a la ejecución de un grupo de obras ingenieras.

Observaciones más recientes indican que el retroceso de la línea costera también está presente en algunos sectores entre Batabanó y La Coloma. La amenaza del cambio climático global y nuestra condición insular, demandan actuar con celeridad frente a los complejos desafíos de la naturaleza.

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